Capítulo 23: Confundida.

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Es oficial. Max y yo hoy estábamos cumpliendo seis meses desde que nos habíamos hecho novios y tenía planeado hacer algo especial. Es verdad que los anteriores cumple mes no los habíamos celebrado o habíamos regalado algo al otro por mutuo acuerdo. Pero esto era diferente. ¡Max llevaba soportándome seis meses! ¡SEIS MESES! merecía un premio.

Había despertado con una idea cociéndose en mi cabeza y decidí de inmediato que ese iba a ser el plan. Aunque la idea fuera trillada y algo común, me gustaba para celebrar este día especial, además, aprovecharía la oportunidad para hacerle una declaración formal de mis sentimientos a Max. Sé que nos habíamos dicho "Te amo" el uno a otro pero no es lo mismo que decirle a la persona que amas todo aquello que sientes por él. Y si mal no recordaba, le había dicho a Max que pronto le diría las razones por las que lo amaba. Esta era la oportunidad.

Haciendo una lista mental de todo lo que necesitaba, salí del departamento en dirección al supermercado más cercano. Tendría que ir caminando ya que no arruinaría la sorpresa pidiéndole a Max que me llevara por la simple razón de tener flojera de caminar, y que el descubriera accidentalmente que estaba tramando algo. Soy muy mala mintiendo ¿lo recuerdan? Entre al supermercado y fui metiendo en el carrito todo lo necesario para la cena romántica. Si, le haría a Max una cena romántica casera, ya les dije que era algo común, pero no pueden negar que es un gesto muy lindo. Pague en la caja los productos que me llevaría y salí en dirección a mi edificio.

Me imaginaba a Max entrando en mi apartamento con la luces apagadas, iluminado por muchas velitas con olor a vainilla, la mesa preparada con un elegante mantel blanco y los platos, cubiertos y copas colocadas en su lugar; una botella de vino tinto en el centro, el aroma de la comida filtrándose desde la cocina, y a mi esperándolo con una radiante sonrisa en mi mejor vestido. Salí de mi ensoñación al darme cuenta que había pasado de largo la entrada al edificio de mi apartamento.

Deje las compras en la encimera de la cocina y me dispuse a hacer algo de suma importancia para que el plan se llevara a cabo sin contratiempos, pero al recordar que Max podía entrar en cualquier momento, guarde todo lo que había comprado a máxima velocidad. Me detuve frente a la puerta de mis vecinos con el corazón acelerado en mi pecho por la carrera, inspire profundamente antes de tocar.

- Hola Aria - dijo Alicia al abrir con cara de sorpresa para luego susurrarme entre dientes -. No es el mejor momento.

- Lo siento - dije sintiéndome culpable. Lo más probable es que estuviese con alguna de sus conquista y yo le había arruinado su momento, pero justamente por eso venia, para que ese par no me arruinara el mío -. Necesito un favor tuyo... de hecho de los dos - dije esto último cuando John apareció al lado de Alicia.

- Que sea rápido - pidió Alicia todavía susurrando -, de verdad no es un buen momento.

- ¿Están teniendo un trió ahí dentro? - pregunte incapaz de aguantar la curiosidad.

- ¿Quién es? - se escucho una voz masculina con acento italiano desde el interior del departamento.

- Demasiado tarde - suspiro dramáticamente John - pasa Aria.

- ¿Seguros? - dude.

- Descuida - dijo John haciéndome una señal con la mano para que entrara. De los dos era el que se veía menos nervioso y despreocupado, Alicia en cambio estaba irritable y tensa.

- Te presento a Luca - dijo Alicia reacia, señalando una cabeza que se asomaba por el respaldo del sofá. El susodicho al escuchar su nombre miro en nuestra dirección y al percatarse de que lo estaban presentando se acerco a mí para estrechar mi mano, o eso creí yo.

- Piacere di conoscerti - dijo Luca rechazando mi mano y dándome un gran abrazo para luego depositarme un beso en cada mejilla - tú debes ser la bella Aria.

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