Escritos Variados.

Solo.

El cielo estaba limpio en aquel día, pero por
primera vez la ciudad estaba congelada, no
había rastro de cualquier ser humano. No
existía tránsito, peatones o incluso voces,
todo estaba parado como si de un momento
a otro todos hubieran sido borrados del
mapa. Sin embargo, una figura masculina
seguía durmiendo entre las sábanas de su
cama, ajeno a lo que había ocurrido y tal vez
en grave peligro.

Era verídico no había rastro de personas o
animales, excepto aquel joven dormilón.
Ingenuo, el joven despertó casi al mediodía,
creyendo que sus responsables estuviesen
ya a camino del trabajo. Pobre iluso. No
sabía él que sus familia también se esfumó
junto al resto. Minutos se pasaron y el
silencio constante ya empezaba a
incomodar al chico que en un acto repentino
y desesperado fue en busca de su ropas y la
llave de lo que sería, seguramente, su
motocicleta. Bajó las escaleras como si estas
se desmoronasen y salió a las prisas a la
solitaria calle. Buscó por todos los locales
posibles durante un tiempo que ni él mismo
pudo contar y no divisó ni un alma viva, sus
ojos se ensancharon y amenazaron soltar
varías lágrimas, el chico se desmoronó en el
asfalto ahora frío.

Estaba solo.
Completamente solo.

Entonces escuchó una voz, su mente ya
estaba torturándolo. Una risa se escuchó
por entre los edificios, el joven de cabellos
grises miro al cielo entre lágrimas y percibió
que él estaba riéndose como nunca antes y
era el dueño del único sonido de la ciudad.
Estaba feliz, por fin había conseguido
apagar a todos, lloraba de alegría, sabía que
el mundo que tanto odiaba había
desaparecido y ahora solo quedaba él, solo
el joven y su mundo.
Cuidado con lo que deseas, poco sabe él joven
que la soledad torna al hombre demente.
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See you later.
@EvanSchneide