Vórpica

Te extraño

Pffff comenzaré a escribir miercoles y sábados. Y tambien intentaré comenzar (recomenzar) una novela nueva. Pero buenooooo por favor si te gusta deja un comentario y si no pues tambien deja un comentario

Te extraño

Sobre mi muerte

Caminaba por la acera aquel fatídico 30 de febrero, enserio, sucedió el día que no existe...

Yo solo podía pensar en matemáticas para el examen de mañana, y en el intenso dolor en mi pecho que me distrajo de mis pensamientos... el día iba tan bien hasta ese momento, o eso creía... me quedé en seco... Varios vecinos congregados viéndote a ti, ¡en el techo de tu casa!

Me abrí paso entre el gentío y divisé a lo lejos a tu madre, con el corazón roto. Lloraba y lloraba desconsoladamente. No pude dudar ni un segundo, tenía que correr a por ti. ¡Me tienes tan encantado! ¡tan enamorado! No me importó en ese momento nuestra pelea, ni que prefieras a tu novio. Mi amor por ti, mi profundo y platónico amor por ti, valía más que cualquier pelea.

"Subiré" le dije a tu papá sin disculpas y permisos, y él sólo asintió. Entré a tu casa y mientras me dirigía hacia la escalera vi de reojo a tu tia hablando por teléfono, y aunque no le di importancia, esperaba que estuviera llamando a la policía. En el tercer piso vi tu cuarto a mi derecha y el balcón enfrente de mi, tu puerta estaba entreabierta y no me pude resistirme... quizá era el miedo a perderte en un rato pero tuve que asomarme y apreciar por un momento tu esencia. Sólo vi muchos peluches, ropa desperdigada por el suelo y las flores que te regalé ayer en la basura. Cerré los ojos y aspiré tu perfume de fresas una ultima vez, ese perfume que tanto me hacía delirar sobre ti. Salí al balcón y subí por las escaleras externas. Ahí estabas tú, con mirada sombría y perdida.

-¡No lo hagas! -grité mientras corría hacia ti.

Te tomé en brazos y te susurré al oído "no podría vivir más si te pierdo ahora". Tu solo sonreíste y me devolviste el abrazo, y armándome de valor te dije "te amo" y te besé apasionadamente. Un beso que duró por siempre reflejando nuestros temores, nuestro odio, y nuestro amor...

De repente ya estaba cayendo los cuatro pisos contigo, y al parecer sobreviviste, pero yo no. Así que morí como un loco. ¡Un loco enamorado!