Miércoles

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Yo no puedo estar tranquila, ni siquiera cuando mi horno está lleno de pasteles.

Este pequeño fic participa en la primera PrinceBlack Week, una semana completa dedicada a la bella pareja Severus Snape/Regulus Black. Se supone que debía subirlo ayer pero por varios factores no pude ni enviarlo a corregir sino hasta esta mañana.

El prompt del primer día es Trabajos y Oficios, y como las reglas no dicen lo contrario ¡Aún pueden participar! Con un fic, dibujo o cualquier cosa. Para más información pueden ir a la página de Facebook ''PrinceBlack Week''

Nota: ninguno de los 7 oneshots/drabbles estará relacionado entre si al menos que yo diga lo contrario. ¡Disfruten!

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Podría ser...

—Me gusta la medimagia —Severus alza la vista de sus pergaminos para observar a Regulus que ojea algunos pergaminos recostado en el sofá con la cabeza colgando por el borde y las piernas alzadas por encima del espaldar chocando contra la pared. Respira hondo masajeando sus sienes y pasa a otro grupo de pergaminos dónde tiene más notas sobre algunas pociones que él mismo creo o mejoró y que sus incompetentes profesores se empecinan en desmeritar.

—Pero también podría ser pocionista como tú —continua Regulus como si en realidad fuese a recibir una respuesta de su ocupado novio. Severus solo bufa en respuesta para indicarle que le está escuchando pero el menor sabe que no le está prestando atención en lo absoluto.

A veces eso es lo único que Regulus lamenta de su relación, Severus es 4 años mayor que él y le lleva 2 años de ventaja en cuanto a lo que se dedicaría sin contar el tiempo que le dedicaba a su pasión por las pociones desde antes de entrar a Hogwarts. Suspira resignado, sus padres desean fervientemente que se dedique a los negocios familiares y a representar la Ancestral y Nobel Casa Black, pero eso está totalmente alejado de todos sus deseos. Cierra sus ojos dejando caer los pergaminos llamando la atención de Severus sin proponérselo; no puede evitar sentirse frustrado, el deseo de llorar quemando en su pecho pero su orgullo es más fuerte reteniendo las lágrimas celosamente.

Se sobresalta al sentir a Severus sentarse a su lado antes de ser jalado al regazo de su novio pero inmediatamente y sin pensarlo se envuelve a su alrededor apretándolo con fuerza con brazos y piernas. Respira lento hasta lograr calmarse aunque se niega a hacer algún comentario avergonzado por su reacción ante algo tan nimio.

—Podrías ser lo que quieras Regulus y lo harás excelente —susurra en su oído acariciando su cabello con suavidad—, eres capaz de hacer lo que desees. Elijas lo que elijas estaré a tu lado apoyándote.

Regulus no puede evitar dejar correr las lágrimas por la felicidad que las palabras de su pareja le causan. No tiene idea cómo pero Severus sabe que decir en el momento indicado y eso calienta su corazón haciéndole enamorarse más y más del hombre. Asiente y lo besa tratando de transmitirle todo el amor que es capaz antes de saltar de su regazo, tomar sus pergaminos y correr a su pequeño despacho. Tiene algunas formas que llenar.

El Murciélago y la SerpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora