Mis piernas se movían por sí solas.
Estaba caminando muy rápido, casi corriendo por toda la casa en busca de la puerta principal. No pensaba de forma racional en aquel momento, solo sabía que debía llegar con el señor Priettillo lo antes posible.
Salí a gran velocidad de mi hogar y gritando que regresaría pronto, pues Nana y Nando estaban ahí para escuchar.Corrí, crucé la calle Morelos.
Corrí, crucé la calle Copal.
Crucé el parque Montesco, crucé la iglesia y finalmente llegué.Mi respiración era bastante irregular, mis manos rodeaban mis rodillas y las apretaban con fuerza. Algo en mi pecho estaba ardiendo, se sentía como si el mismo infierno estuviera dentro mío, no sé si sea por miedo, emoción, o incluso una enorme tormenta de emociones. Tengo la esperanza de que mi hipótesis sea correcta, y que el cuarzo que lleva el escritor en su pecho sea el de la historia, espero que también tenga el diamante...
Elevé la vista hacia la gran puerta de madera pintada de un bello color rosa, acerqué con lentitud mi mano ya en forma de puño hacia esta y decidí tocarla... Pero... Me detuve...
¿Y... si sólo es imaginación mía? ¿Y si nada de eso es verdad?
¿Y si sólo estoy desesperado por volver a ver a mis amigos, y al amor de mi vida?Sea como sea, tengo miedo...
No quiero que esto sea falso, no quiero que esto sea sólo una simple leyenda. Extraño a Don Andrés, Alebrije, Evaristo, Finado, Moribunda, Teodora, Xóchitl.
Quiero a la flor junto a mí, quiero verla y poder decirle las cosas que nunca escuchó, quiero arreglar muchas cosas con ella cara a cara. Tengo tantas ganas de abrazarla y besarla otra vez...No soportaría vivir con resignación. Parece que así lo hacía, pero siempre tuve una luz de esperanza.
Y quiero que este sea el milagro por el que estuve aguardando tanto. Sí, estoy desesperado.
—¡Señor Nathanael! ¡Buenas tardes! — Toqué con todas mis fuerzas y grité esperando ser escuchado de inmediato. Mis ojos casi salían de sus cuencas por tantas emociones combinadas.
El pomo de la puerta empezó a moverse y la puerta a abrirse, dejando ver tras ella a dicho azabache, quien ahora solo vestía una camisa marrón un poco sucia, pues le adornaban bastantes manchas de tinta. Lo miré al rostro y noté que estaba sonriendo.
—Eh chico, ¿Qué sucede? Te ves un poco extraño. — Dijo él mientras se acercaba a mí y ponía su palma sobre mi cabello— Estás un poco caliente, ¿Has venido corriendo hasta acá? Debe ser algo importante.
—¡S-Señor! —Grité después del tacto, con un tono de voz raro en mí, no quiero compararlo con la súplica.— ¡Usted... Usted... El cuarzo! ¡Usted sí vió a...
—Pasa, por favor. —Me interrumpió de repente. Miraba a todos lados con desconfianza, entonces me haló y cerró la puerta tras de mí.
Me llevó directo a un sillón cercano ubicado en el centro de lo que parecía ser la sala de estar.Por dentro la casa era aún más increíble: Habían varios estantes con un montón de libros en ellos, estos eran decorados con enredaderas llenas de flores. También las paredes estaban repletas de cuadros hermosos, la mayoría de figuras que no lograba comprender muy bien, y otras, en lo absoluto. Todo lucía muy elegante y pintoresco, no se parecía a la biblioteca que hay en la iglesia... Esa que tiene colores oscuros y tristes, aburridos.
Priettillo se paró en frente mío, y me dijo entonces que continuara. Yo no podía articular ninguna palabra, en ese momento estaba bastante confundido... Emocionado, triste.
—U-usted... Usted la vió... Estoy seguro... —Sentí una opresión en el pecho.— La vió... No puedo creerlo... Está aquí... Y usted la vió...
Mis ojos comenzaron a cristalizarse. Tanto tiempo sin derramar ninguna gota y ahora la estoy liando. Es que no puedo creerlo, en serio. Es mucha información de golpe, estoy a punto de explotar.
—¡Vió a Xóchitl! ¡La vió! Eso es... Eso es increíble... Pensé que yo jamás volvería a tener contacto con ella o con los demás... Pero la vió... —Inevitablemente las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, estas estaban rojas debido a la vergüenza que sentía en ese momento.— Y sé porqué pudo, leí la leyenda del diamante rosado, y... Siento que eso es verdad... Algo... Algo me lo dice... Yo...
Mordí mis labios con fuerza evitando dejar escapar un sollozo, llevé el brazo a mi rostro y limpié aquellas gotas de impotencia.
El azabache soltó un suspiro y dejó caer su palma en mi hombro, mirándome con comprensión. Yo me quedé callado.—Chico, yo sabía que vendrías. —Dijo él mientras caminaba hacia la mesita central, tomaba una taza de porcelana y servía té.
—¿Qué?
Me extendió la taza y yo la acepté con gusto, sentándome en aquel sillón. El se quedó de pie.
—Mira... No sé cómo empezar. Creo que he de aclarar que la leyenda es verdad.
Tragué duro, algo en mí quería gritar de alegría.
—Tal como pensaste, yo tengo el cuarzo rosa en control y en forma de amuleto, gracias a esto puedo diferenciar entre la gente viva y la fallecida. La leyenda dice que nadie sabe qué pasó con el diamante y el cuarzo... Pero yo lo sé, pues yo soy descendiente de aquel chico, soy descendiente del hijo de Thomas Cavendish.—Abrí los ojos como platos con suma sorpresa... Nunca lo habría imaginado, nunca...— Huh... Ese chico logró escapar y mantener a salvo las piedras. Se casó después de un tiempo... Tuvo hijos y entonces comenzó la "tradición".
Eligió a uno de sus hijos como guardián de las rocas, diciéndole que él debía hacer lo mismo con uno de los hijos que tuviera, y así sucesivamente. Le dijo que escondería el diamante en un lugar en donde nadie pudiese encontrarlo. Antes de morir, este revelaría el paradero de la roca a su hijo elegido y él tendría que buscarla y así repetir la historia. El cuarzo era el único objeto que quedaba como reliquia familiar, pues sin él, a pesar de saber la ubicación del diamante sería imposible encontrarlo. Leo, esta tradición se creó con la misión de que nadie que no fuese el elegido por los dioses lo tuviera bajo su control. Eso se sabría, no sabían cómo exactamente, pero lo sentían.Priettillo se detuvo por unos segundos, en los cuales, yo trataba de asimilar cada una de sus palabras. Entendí todo a la perfección... Estaba sorprendido.
— Bueno... Esa es la primera parte... — Continuó. — La tradición se mantuvo en pie durante muchos años... Hasta que... Bueno... Mi abuelo murió antes de decirle a mi padre la ubicación del diamante. Sé que es raro que mi padre no pudiera hablar con él aún teniendo el cuarzo... Nunca me explicó el porqué. Ouhm, sí, sigo.
Mi padre pasó toda su vida buscando la piedra, pero no lo logró. Se casó, me tuvo a mí como único hijo y me dejó el paquete de carga. Ahora necesito que tú me ayudes, necesito entregarte el diamante y el cuarzo.Pues...
Tú eres el elegido.
«Leo... Iré a Puebla a verte.»
CNA.
Perdón si el cap tiene alguna falta, es bastante noche por aquí y estoy muerta de sueño, por desgracia es la única hora en la que puedo escribir. No me gusta adelantar caps... Pierdo la emoción e inspiración si lo hago, por si las dudas.
Creo que en el próximo capítulo finalizará la primera parte de esta historia.
Se viene una buena dosis Leóchitl... Y también se viene ella.
>Editado. Soy yo o últimamente en FB hay muchos memes LeoxKubo(? Ajio, perdón por la tardanza, échenle la culpa a la prepa :,c
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Serie De Pruebas.
FanfictionLeonardo intentará hallar una forma menos peligrosa para lograr volver a tener contacto con sus amigos fantasmas, así como también tratará de remediar diversos errores del pasado que totalmente incluyen a la bonita niña morena con el nombre de Flor...