Yui estaba actuando muy extraña los últimos días.
Hablaba sola.
Reía sola.
Jugaba sola.
Los hermanos habían pensado que había enloquecido, por lo que planearon de una vez ya acabar con su vida, era la oportunidad perfecta, ya estaban cansados de la...
Terminando la semana Raito se habia acostumbrado a la presencia de la chica, los problemas en la mansión se acabaron desde que aceptó la oferta.
-¿cómo comenzamos?- dijo la chica apareciendo a las espaldas del vampiro. Raito miró a su alrededor y caminó a paso rápido a un lugar donde no hubiera gente. _____ siguió a Raito sin decir una palabra.
Ambos llegaron a la azotea. -no me gusta que no me respondan- se quejó. -a diferencia de tu voz, la mía si se escucha- sonrió.
La chica hizo una mueca graciosa.
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-cierto-. -¿cuál es el nombre de tus padres?, podemos iniciar por ubicarlos- propuso Raito. -mmmm, no lo sé- dijo la chica. El vampiro la miró confundido. -¿no sabes el nombre de tus padres?, eso es patético- dijo tratando de no reírse. -patético el chico que no pudo te ner sus noches placenteras por culpa de un simple espectro- se cruzó de brazos la chica. -tienes razón- rió. -no entiendes nada porque los vampiros no mueren tan fácilmente, cuando lo haces tu memoria se borra por completo- se sentó en una vanca. -¿no tienes recuerdos?, entonces será muy complicado ayudarte se sentó a su lado-. -Yui había descubierto algo, pero lo hechaste a perder- lo miró mal. -no me mires hací, soy un vampiro- alzó sus manos -¿qué descubrió?-. -que soy latina-.
Raito ensanchó su sonrisa. -latina, las mujeres latinas tienen muy buena reputación aquí, sobre todo por sus bailes- dijo.
Narra ______
Su sonrisa me provocó un escalofrío. Le quité uno de sus cuadernos de su mochila y le di un golpe. -tienes que aprender a ser algo decente- dije. -no seas cruel con migo- me arrebató la libreta y quiso tocar mi hombro pero solo lo traspasó. -no me acostumbro a eso- se quejó con una sonrisa. -eres un pervertido- dije. -como no serlo, tienes un cuerpo espectacular y con esa ropa- sonrió y quiso tocar mi pierna pero también la traspasó. -oh!, lo siento, pero no hay tiendas de ropa para fantasmas- me puse de pie. -realmente es un infierno tenerte tan cerca y no poder tocarte-. -no seas cerdo- desaparecí de ahí.
Narra Raito.
Preferiría no haber matado a Bitch-chan, si que me he metido en un problema. Me quité el sombrero y me quedé viendo la luna mientras pensaba en que hacer para poder quitarme de encima a este fantasma.
En un recuerdo fugaz que me vino a la mente recordé que Yui tenía el libro de Reiji. Sin que nadie lo supiera me teletransporté a la habitación en la que Yui dormía y me puse a buscar algo que me ayudara.
