Yui estaba actuando muy extraña los últimos días.
Hablaba sola.
Reía sola.
Jugaba sola.
Los hermanos habían pensado que había enloquecido, por lo que planearon de una vez ya acabar con su vida, era la oportunidad perfecta, ya estaban cansados de la...
Sentí unos brazos rodearme la cintura. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. -Raito- susurré. -tengo algo para ti- dijo mirándome a los ojos -es de parte de tus padres-.
Mis ojos se iluminaron y una sonrisa iluminó mi rostro. -¡déjame verlo!- exclamé alegre. Raito me mostró una hoja de papel. -te han escrito una carta- dijo.
Quise agarrarlo pero la alejó.
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-por una sonrisa- dijo a lo que yo reí.
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Me entregó la hoja e inmediatamente comencé a leerla.
Mi niña, parece que fuera ayer... El tiempo pasa demasiado deprisa. Parece que hace un rato estabas aquí, riéndote conmigo. Mi niña, parece que el tiempo es más tiempo sin ti. Es curioso, desde que falleciste me duele el corazón. Mi niña... siento que partiste demasiado pronto. Todavía te quedaban cosas por vivir, por sentir... No sé, los de antes, ya no somos los mismos. Tu mejor aliado será siempre el polvo, la ceniza, la sombra... Me gustaban las reflexiones que hacías en voz alta, cuando creías que no te escuchaba. "Vivir es morir" solías decirme con esa esplendorosa sonrisa tuya... ¿Te acuerdas? Era lo que me decías cuando nos enfurecía al verte algún moretón en la cara. ¿Por qué?¿Por qué te empeñaste en seguir "viviendo"... si al final has acabado muriendo? Tal vez el amor, o el cariño, o la soledad que encontraron refugio en él fueran demasiado incondicionales. Tal vez querer demasiado haya sido tu único crimen en esta vida, mi niña...
Aquellas noches en las que acudías triste, con los ojos acuosos, llamando a nuestra puerta. "¿Me puedo quedar esta noche con ustedes?". Y nosotros te acogíamos, y te contabamos historias mientras te abrazabamos y te intentabamos destilar todo el amor que estas almas desgastadas pudieran brindarte.
O aquel día de Reyes en el que nos llevaste con los ojos vendados a aquel lugar donde nos conocimos tu madre y yo por primera vez... Todo eso, todo lo que sentimos, todo lo que vivimos; fue ayer cubierto de tierra junto a ti, mi niña. Supongo que vivir es morir ¿no?. Supongo que lo decías porque las dificultades nos ayudan a mejorar, a sentirse vivo... Pero hay dificultades que nos superan. Te han privado, mi niña; te han privado de decidir vivir o morir, de elegir si esto o lo otro... De todo. Es curioso como en este juego, tan complejo, lo que hagas decidirá si lo abandonas o sigues jugando. No diremos "te echamos de menos", sería egoísta por nuestra parte; pero sí te decimos que te queremos más que a nadie en este mundo.
