Yui estaba actuando muy extraña los últimos días.
Hablaba sola.
Reía sola.
Jugaba sola.
Los hermanos habían pensado que había enloquecido, por lo que planearon de una vez ya acabar con su vida, era la oportunidad perfecta, ya estaban cansados de la...
Raito no estaba escuchando a la maestra, estaba ansioso por regresar a casa, claramente no era por sus hermanos, quería verla otra vez, se sentía extraño, la ausencia de la pelinegra comenzaba a afectarle.
El timbre del descanso sonó. Todos los alumnos salieron rápidamente. Pensó en ir a ver a la chica, si Reiji se enteraba que saldría de la escuela se enfadaría, pero no fue un impedimento para él. Al ver que no había nadie en el aula se teletransportó a su habitación.
Las puertas de su cuarto estaban abiertas, había basura de comida en el suelo. Se acercó a su escritorio y miró la libreta de anotaciones. Su ceño se frunció al ver que _____ había recordado varias cosas más. Quiso arrancar las notas, pero tuvo que contenerse. Recogió la basura y la tiró al vote.
Notó que la puerta de su baño estaba abierta, se acercó para cerrarla pero se detuvo al notar la presencia de la pelinegra.
Narrador normal.
Estaba arrodillada a un lado del retrete.
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-_____- escuché la voz de Raito. Un miedo recorrió mi espalda. -¿qué pasa Raito?- pregunté mientras me ponía de pie y le bajaba a la palanca. Su mirada me inspeccionó. -¿qué pasó?- preguntó. -no sé, tomé algo de la cocina y después comencé a sentirme mal-. -¿estás bien?- preguntó. -si, no te preocupes- sonreí.
Salimos del baño, me senté en la cama y lo miré. -deberías estar en clase- comenté. -are, ¿me estás echando-. Lo pensé un poco -si, no quiero que te metas en problemas justamente el último día-. -ah, _____-san es mala con migo- se quejó. -soy como soy y así soy- sonreí y me puse a sus espaldas -vamos- lo empujé. -hay momentos en lo que realmente eres...- -¿irritante?- lo interrumpí. -no, insistente- corrigió. -y tú eres un pervertido, estamos a mano-.
.......
Aparecimos en el tejado de la escuela, que bueno que no había nadie. -eh, ____-san, cuando vivías, ¿había alguien que te gustara?- preguntó sin verme. Mis mejillas se coloraron. -s..supongo, al igual que tú, debe de haber alguien que te atraiga, solo que yo no lo recuerdo-. -eres muy tierna- pellizcó mi mejilla - igual a una niña pequeña-.
