Capítulo 1

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Vi las nubes pasar por la ventana, y como una ciudad se dibujaba a mis pies. Parece mentira que haya tenido que dejarlo todo atrás, para venir a vivir a esta gran ciudad, donde no conocía a nadie, salvo al nuevo marido de mi madre, James Anderson. Al llegar al aeropuerto, y tras haber recogido nuestras maletas, fuimos en busca de James, que se encontraba en la puerta junto a Nick. ¿No os lo había dicho? James tenía un hijo de mi misma edad, un chico rubio el cual tengo que admitir que es un chico muy atractivo, cuyos ojos azules son capaces de hipnotizar a cualquier chica. El parecido con su padre era increíble. Mi madre abrazó a James, y yo me quedé parada unos pasos atrás sin saber muy bien qué hacer. Finalmente, fui yo la que decidió acercarse y presentarme.

— ¿Qué tal? Tú debes de ser Nick ¿no?— me quedé esperando una respuesta, pero el chico lo único que hizo fue examinarme con la mirada. Empecé a sentirme incómoda, pues no paraba de mirarme con un cierto aire de arrogancia. Daba por hecho que no iba a obtener ninguna respuesta, iba a darme la vuelta para saludar a James, cuando le escuché hablar.

—Sí, y tu Ashley por lo que veo—me quedé esperando a que dijera algo más, pero no volvió a dirigirme la palabra.

Tras saludar a James, fuimos al coche, donde nos esperaba su chófer.

Cuando llegamos a la casa, estaba alucinando. Mi madre me había dicho que James tenía dinero, pero no llegué a pensar que tuviera esta mansión por casa.

Tenía un amplio jardín con muchos árboles. La casa por fuera era increíble, y por dentro era aún mejor. Nada más entrar, había un inmenso salón, con tonos negros y blancos, que comunicaba a una espaciosa cocina. En el centro del salón, había una hermosa escalera que giraba hasta llegar a la planta superior. Allí todo era más glamuroso, más refinado y a quien quiero engañar, más caro. Pero nunca he sido superficial y aunque ellos creían que miraba fascinada todos esos lujos, yo en lo único en lo que pensaba era en no perderme. Cuando me enseñaron todos y cada uno de los rincones de esta casa fui a mi habitación. Me quedaría corta si dijera que la habitación era de una princesa. Pero yo no lo era, ni quería serlo, solo quería desempaquetar y familiarizarme con mi nueva vida.

Mi mundo patas arriba #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora