Capítulo 10

234 66 17
                                    

Estaba absorta en mis pensamientos, cuando noté que me agarraron el brazo. Al principio me asuste porque no podía ver nada debido a la oscuridad, pero cuando habló supe que era Nick, y no estaba de muy buen humor.

—¿Dónde te has metido Ashley? ¿Sabes cuánto tiempo me quede buscándote? estab... —Nick estaba cabreado y me estaba preparando para escucharlo durante un buen rato cuando se calló de golpe. Me miró fijamente y abrió sus ojos de par en par.

—Pero qué coño... ¿qué haces así vestida Ash? casi no llevas ropa, estas mojada y...

—Nick es una larga historia y quiero descansar.

—Mira Ash esto lo aclaramos ahora o no voy a poder dormir durante toda la noche. ¿Te ha pasado algo? ¿Han intentado aprovecharse de ti?—dijo claramente preocupado

—No Nick, no me ha pasado nada. Me tiraron una bebida encima y un chico me prestó ropa nada más.

—No sé Ash, sé que ocultas algo. Si te han hecho algo no me lo perdonaría—vaya, que buen actor, ahora parece que le importo.

—Ya te lo he dicho, no ha pasado nada Nick. Además no actúes como si te importara. Sé muy bien que no quieres que esté aquí, pero ¿sabes qué? Tendrás que aguantarte.

—No digas tonterías Ash, claro que me importas. Lo que te dije antes sobre la fiesta, tenía mis motivos. Mira mañana voy a la pista de Ferraris ¿Quieres venir conmigo y arreglamos las cosas?

—Eh, no se Nick, creo que lo mejor para los dos es que sigamos evitándonos como hasta esta tarde. Total, dirás una cosa y luego actuarás de un modo diferente.

—Ash yo no quiero seguir así de verdad. ¿Puedes darme otra oportunidad? Solo hemos empezado con mal pie.

Me quede callada y asentí con la cabeza.

—Bueno pues mañana nos vemos, descansa—Dicho esto subí las escaleras y me encaminé a mi cuarto.

Me tumbé en la cama y empecé a llorar Estos días no estaban siendo fáciles. No sé porque lloraba, supongo que era debido a una acumulación de sentimientos. Sentía rabia, incertidumbre, pero lo que más me fastidiaba y me dolía era que me sentía sola. Mi madre estaba pasando de mí, como si se le hubiera olvidado que tenía una hija que acababa de mudarse a un sitio nuevo, sin nadie conocido. Echaba de menos a mi padre. En estos momentos él era el único que conseguía sacarme una sonrisa. Siempre fui su ojito derecho. Recuerdo que íbamos juntos a cualquier parte, éramos inseparables. Hasta que un día se fue de mi lado. Desde ese momento soy otra Ashley. Necesitaba que alguien me diera un abrazo, como esos abrazos de oso que me daba mi padre cuando lloraba, que me hacían sentirme segura.

Entre sollozos, caí rendida en un sueño profundo.

Los rayos de sol entraban por la ventana dándome en la cara, lo que hizo que me despertara. Miré la hora y eran las once de la mañana. Tenía que ducharme ya, si no quería llegar tarde para ir a hablar con Nick. Así que salí de la cama, y me duche. No sabía como había que ir a los Ferrari, así que me puse unos jeans y una blusita no muy arreglada color azul. Cuando baje a desayunar, me encontré con mi madre en la cocina.

—Buenos días—me dijo con una sonrisa. Vaya, seguro que se acaba de dar cuenta de que existo—¿Qué tal ayer en la fiesta?

—Bien—Iba a decirle que iría con Nick a dar una vuelta, pero su teléfono sonó y me dejo con la palabra en la boca. Entonces vi como Nick me miraba desde la puerta.

—Buenos días Ash.

—Buenos días—Dicho esto se sentó en la mesa y tomó un par de tortitas que estaban recién hechas.

Mi mundo patas arriba #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora