Capítulo 7

223 67 22
                                    

—¿Pero qué crees que estás haciendo?—dije intentando zafarme de su agarre, cosa totalmente inútil porque tenía muchísima más fuerza que yo.

—Sacarte de aquí antes de que te coja la policía—dicho de esto tiró de mí aun más fuerte obligándome a seguirlo hasta unos de los cuartos de la planta de arriba.

—¿Cómo que la policía?—no estaba entendiendo nada.

—Lo que has oído, tenemos que largarnos ya—yo me quede callada, sin saber qué hacer.

—A ver enana, no tengo todo el día o vienes conmigo o te vas con la policía—lo dijo de tan serio que empezó a darme miedo.

Me quedé callada unos segundos, no quería marcharme con él, y menos después de haberse burlado de mí y de verle pegándose con Nick. Pero ¿entregarme a la policía?

—¿Enserio te estás planteando entregarte? —dijo levantando una ceja — a ver niñita ¿tú qué crees que pasará si decides entregarte?.

Me quede varios segundos en silencio hasta que él respondió.

—Irás derechita al calabozo —dijo con una voz tan ronca y tan sexy que se me erizó todo el cuerpo —aunque viéndote—se acercó más a mí y tomó uno de mis cabellos entre sus dedos—tus papis no tardarán ni una hora en sacarte.

—¿Y cómo piensas escapar? Estamos en un segundo piso, y la policía estará revisando la planta de abajo.

—Sí, pero aquí hay una ventana—dicho esto, saltó por la ventana dejándome sola en la habitación.

—¡¿Estás loco?!—dije mirándole desde la ventana.

—Corre, salta que nos tenemos que ir ya.

—E-espera ayúdame.

—¿Qué dices enana?

—Que me ayudes a bajar—dije un poco harta de este chico.

—Salta—lo miré algo desconcertada—yo te cogeré—Añadió finalmente.

No iba a ser capaz, había por lo menos 3 metros, si saltaba lo más probable era que acabara aplastada en el suelo. Cerré los ojos y empecé a pensar. Iba a cambiar de opinión y no saltar, pero la puerta se abrió de golpe y me asusté tanto al imaginarme en un calabozo, que salté.

Notaba como los brazos del chico, me apretaban y me sujetaban fuertemente, abrí los ojos y me encontré al chico borde sonriendo. Nos mantuvimos la mirada hasta que él habló un tanto exaltado.

—O nos vamos de aquí ya, o saltar por la ventana no habrá servido de nada.

—Pero...

—Pero nada, nos vamos. Me agarró por la muñeca y tiró de mí mientras corríamos.

Cuando llegamos al cruce de la carretera, vi una moto espectacular aparcada en una esquina. Parecía sacada de película. La cara del chico se iluminaba, podía notar como esa moto era suya y como la apreciaba.

—Apuesto que esto ha sido lo más arriesgado que has hecho en tu vida, ¿no enana?-—Joder con el dichoso nombrecito.

—Joder, ¿enserio? ¿Tienes que llamarme así, estúpido?

—¿Estúpido?

—Sí, ahora te llamas así.

—Ni de coña, ese no es mi nombre—dijo muy serio.

—Ah ¿no? Genial, porque yo no me llamo enana.

Me miró desafiante y con una sonrisa me preguntó:

—Y... ¿Cómo se llama la señorita?

—Ashley. Me llamo Ashley.

—Bien Ash yo soy Logan—Se estaba acercando demasiado, así que le puse una mano en el pecho y le pregunté

—¿Qué haces?

—Iba a besarte la mejilla. No sé, creí que te enseñaron modales. ¿No te han dicho que es de mala educación apartar así a alguien?—Mis mejillas estaban cada vez más coloradas y podía notar cómo me ardían— ¿Acaso pensabas que te iba a besar?

Me puse roja al instante. Así que aparte la mirada, y me dispuse a irme.

—Bueno, me tengo que ir —miré a Logan que seguía con su sonrisa de listillo y me di la vuelta

—¿Y cómo piensas volver a tu casa?—Joder, me llevaría muchísimo tiempo llegar, eso si no me pierdo antes.

—¿Quieres que te lleve? Esta es mi moto—dijo señalando la moto negra que había visto antes.

Me quede pensando: Con Logan llegaría antes a mi casa, pero ya había pasado por muchos bochornos hoy, y la verdad, no quiero pasar uno más llevando a Logan a casa de mi hermanastro. Solo había que verlos pegarse... Joder lo pienso y me da escalofríos. Aunque estar aquí sola... No es una opción que prefiera.

—No, voy a buscar a Nick. He venido con él y creo que debe estar preocupado.

—¿Eso crees? Que ingenua, se ha marchado hace rato —dijo encogiéndose de hombros—Creo que no tienes más remedio que venir conmigo. La vida es caprichosa enana y tú tienes demasiada suerte ¿Qué hay mejor que pasar un rato conmigo?

—Serás engreído—dije rodando los ojos. Que poco me gustaba las personas así de egocéntricas.

—Que va, es mi increíble modestia la que os atrae a todas.

—Argg—hice un gesto de asco y el rió.

—Vamos que su carroza la espera.

Estaba embobada mirando como Logan subía a la moto, cuando me invadió el pánico: no me había subido en una moto nunca. Podía notar como una risa un tanto malvada escapaba de los labios de Logan.

—Apuesto a que no sabes ni subirte —Me lo dijo con tanta seguridad y tanta arrogancia que me dirigí con paso firme hacia él y me subí lo mejor pude.

—¿No tienes ningún casco?

—Ponte el mío si quieres—dijo pasándome el casco negro. Me lo puse, pero estaba teniendo algunos problemas en abrochármelo.

—¿Me ayudas?—dije sin otra alternativa. No pensaba ir en una moto con un desconocido y menos sin casco.

—No sabía que eras tan torpe—empezó a reírse y me ayudó a ponerme bien el casco. Su mano rozó levemente mi cuello, y se me erizó la piel. Cuando quitó su mano, aún podía notar el contacto de su piel con la mía, pero entonces habló y volví a la realidad.

—Agárrate fuerte—me dijo y salimos a toda velocidad. Como pude me agarré a él. Logan cada vez iba más rápido y yo cada vez lo apretaba más, hasta me pareció escuchar como Logan contenía una risita.

Mi mundo patas arriba #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora