Capítulo 21

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Las horas pasaron muy rápido, y sorprendentemente era la primera vez en mucho tiempo que prestaba atención en cada una de las clases. Noté rápidamente lo perdida que estaba en algunas asignaturas, pero eso hizo que me pusiera las pilas y anotara lo más rápido posible todo lo que el profesor decía. Debo de centrarme más en los estudios si quiero sacar buenas notas al final del semestre.

Al terminar las primeras horas, me reuní con Matt y Madison en un pequeño local llamado Les Deux Roues, una cafetería cercana a la universidad y que se había convertido en nuestro lugar de encuentro favorito.

Me acerqué al mostrador para pedir mi Cappuccino habitual, pero al instante de acercarme el camarero se fue dejándome con la palabra en la boca.

—Oye perdona—le dije al chico—¿Me puedes tomar nota?

Este era moreno y tendría poco más de 20 años. Su cuerpo era fornido y sus ojos grandes y vivaces de un color verde muy bonito.

Me miró alzando una ceja y comenzó a reírse.

—No—dijo dándome la espalda.

—¿No qué?—El chico se giró para mirarme de nuevo y volvió a reírse.

—Mi turno ha terminado hace cinco minutos ricura. Tendrás que esperar a que venga el sustituto—dijo con un leve acento italiano.

—Vale—dije un poco molesta, estaba cansada y no tenía ganas de discutir con nadie, por lo que me senté con mis amigos a esperar que el sustituto llegara.

Pasaron unos diez minutos cuando vi entrar de nuevo al chico y a un hombre mayor. Ambos iban discutiendo.

El chico de antes se puso su delantal y se dirigió a mí bajo la atenta mirada del hombre mayor que estaba detrás del mostrador, y esbozándome la sonrisa más falsa del mundo me dijo:

—Bienvenida a esta mierda de cafetería, lo siento, pero las máquinas de café están apagadas.

—Sí claro, anda ponme un Cappuccino que no tengo toda la mañana "ricura"—dije imitando su tono de voz.

—Te estoy diciendo que no hay ¿Eres sorda o qué?

—Paso de hablar contigo, quiero hablar con el encargado—El hombre mayor que estaba enterándose de todo salió de detrás del mostrador enfurecido.

—¿Le puedo ayudar en algo señorita?

—Llevo esperando como media hora para que me tomen nota.

—Siento la tardanza ¿Qué quería?

—Un cappuccino por favor.

El hombre mayor se fue haciéndole un gesto al chico para que le siguiera. Cuando me trajeron mi bebida, nos tuvimos que ir porque teníamos clase. Al despedirme de Matt y Madison, vi como el chico de la cafetería salía de esta y se montaba en una moto para salir a toda velocidad y perderse entre los coches.

Las horas que me quedaban pasaron volando y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en mi cuarto envuelta en una toalla mirando el vestido que tenía que ponerme aquella noche para la fiesta. Mataría a Matt por obligarme a ponerme eso.

Me alisé el pelo, y me maquille un poco, no quería pasarme porque ya iba a llamar suficiente la atención con el vestido. Cuando termine de arreglarme me mire en el espejo. El vestido puesto no me desagradaba tanto como al principio, un poco corto para mi gusto, pero no me quedaba tan mal al fin y al cabo.

Ya casi era la hora a la que se suponía que Matt vendría a buscarme, por lo que me fui al salón para esperarlo allí. Después de 1 hora esperando, lo llamé por teléfono.

Mi mundo patas arriba #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora