Capítulo 26

170 18 3
                                    

El lunes fui a la universidad nerviosa, con ganas de que fuera por la tarde para poder ir al gimnasio, y poder ver a Logan. Tan pronto como llegué a casa, almorcé con Nick pero tenía un nudo en el estómago, y eso hizo que no comiera casi nada. Sin mediar palabra alguna con Nick, fui a mi cuarto rápidamente y me puse unas mayas de yoga y un sujetador de deporte. Me lo compré antes de venir aquí a vivir, con la intención de hacer algo de deporte, pero no ha tenido mucho efecto en mi vagueza.

—¿Vas a hacer deporte?—dijo Nick asomando su cabeza por la puerta de mi cuarto.

—Sí ¿tanto te asombra?— dije levando un ceja.

—La verdad es que sí, todavía me acuerdo de como acabaste cuando te llevé conmigo a entrenar— dijo riéndose.

—Es que lo que tú haces no es entrenar, es matarte. Yo prefiero ir a mi ritmo.

—¿Y dónde vas a ir?

—A un gimnasio.

—¿A cuál?— tarde en doblar una camiseta mientras pensaba la respuesta a su pregunta, obviamente no puedo decirle a Nick que voy a ir al gimnasio de Logan, porque sospecharía, y no me dejaría ir después de todos los problemas que han tenido.

—No me acuerdo del nombre, he quedado con una amiga en su casa para ir juntas, y ya voy tarde así que luego hablamos ¿vale?— dije cogiendo del suelo la maleta donde estaba la chaqueta de Logan, suerte la mía que guardé todo anoche, si no Nick me hubiese pillado.

—Vale, luego te veo hermanita, que te vaya bien.

Salí de casa sin saber muy bien por dónde ir. Finalmente me decidí por ir en bus, porque no tenía mucho dinero para ir en taxi. Tuve suerte, y una línea me dejaba a unos cinco minutos del gimnasio.

Al llegar, fui a la mesa de la recepción, y tras haberme apuntado y pagado el primer mes, un hombre me guió a las instalaciones. La mayoría de personas eran hombres, excepto por algunas mujeres. No sabía qué hacer, di una vuelta por todo el gimnasio y no encontré rastro de Logan.

Cogí una cinta de correr que estaba cerca de la puerta, así podría estar atenta.

Tras media hora corriendo, paré la máquina con la respiración entre cortada. Logan no había aparecido en toda la tarde, y yo ya estaba cansada de correr. Recogí mis cosas, y desilusionada y sudorosa, me dirigí a la salida. Iba mirando el móvil porque tenía algunos mensajes de mi madre, cuando me choqué con alguien.

—Podrías tener más cuidado guapa— dijo una voz que me sonaba. Cuando le miré a la cara pude comprobar que era el chico de la cafetería del otro día.

—Lo mismo te digo— dije apartándome.

—No he sido yo el que iba mirando el móvil— Dijo guiñándome un ojo. Antes de que le respondiera, vi a sus espaldas a Logan con dos chicas, él estaba sin camiseta y las chicas estaban babeando. No sé porque, pero me puse celosa, entonces Logan miro donde yo estaba, y vi cómo frunció el ceño, seguramente no se esperaba verme aquí. Su gesto de sorpresa fue cambiando a uno más serio cuando vio que estaba hablando con un chico, entonces se me vino una idea a la cabeza.

—Oye, la verdad es que no tengo mucha idea de gimnasios, es la primera vez que vengo a uno y no me vendría mal que alguien me ayudase ¿Te importa?

—Mmmm ¿me estás pidiendo ayuda? ¿No eras tú la que te quejaste de mí a mi jefe? Que por cierto, por si no te acuerdas, me echó del trabajo.

—Sí que me acuerdo, pero también me acuerdo que me dijiste que no te gustaba el trabajo, así que en realidad me debes una, porque gracias a mí no tienes que ir allí más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi mundo patas arriba #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora