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Cuando YoonGi llegó a su casa lo primero que hizo fue lanzar las llaves a la mesa, subir rápidamente las escaleras y abrir la puerta de su recamara.

Apenas entró en esta, se lanzó hacía su cama, quedando con su vista fija en el techo, todo su cuerpo pesaba, por alguna extraña razón hoy se sentía más cansado de lo normal. Dejó su celular a un lado y colocó ambas manos sobre su abdomen, sus pies colgaban levemente y un mar de pensamientos lo ahogan poco a poco.

Por el momento no quería usar su móvil, no quería usarlo como un método de distracción.
No quería liberarse de esos pensamientos ni dejarlos en "pendientes" Quería resolverlos.

Necesitaba pensar, relajarse y aclarar todas las confusiones que estaba sintiendo en ese preciso instante.

—¡Ahg! ¿Qué carajos me pasa?

Se agarraba de su pelo y tiraba de este, la cabeza le iba a estallar. Un bombardeó de preguntas, sensaciones y dudas venían hasta él y no lo dejaban en paz.

La pregunta lo perseguía, y por más qué quisiera evitarla, ahí estaba. Desde la llegada de JiMin todo había sido muy repentino. No lograba descifrar los sentimientos qué venían cuando estaba con el rubio.

No era su amigo.
Pero tampoco era nada.

¿Qué era Park JiMin para él?

Era una pregunta qué por ahora no tenía respuesta, o al menos no una clara, y eso enloqueció al mayor. No entendía porque todo era tan borroso, quería saber que le ocurría, y deseaba una respuesta con ansias, y el no tenerla le ponía los pelos de punta.

Desde que JiMin había llegado todo cambio para él, y claramente sus amigos se dieron cuenta de la situación, sobretodo Hoseok. Él conocía a la perfección a YoonGi, y eso era porque habían compartido básicamente toda su vida, conocía sus actitudes y tenía una idea de como funcionaba la cabeza de su Hyung.

Ver a YoonGi con una actitud tan positiva, con más energía de la que acostumbraba tener, y un tanto bromista no era para menos. YoonGi no era así, al menos no con cualquiera, solamente lo era con Namjoon y  Hoseok, y era porque ellos habían logrado penetrar en el duro corazón de Min YoonGi.

Pero JiMin lo había logrado como sí nada.

El pequeño de cabello rubio era algo completamente diferente a su Hyung, y es que sí hablabamos de JiMin, habían miles de cualidades, que sí las comparabamos con las de YoonGi, era el Polo completamente opuesto.

Esos pequeños cambios eran inusuales en Min YoonGi, y hasta él mismo se daba cuenta de aquello, no comprendía del todo, no sabía que le sucedía, cualquier cosa, por más pequeña que fuera lo confundía aún más, y así cada día, miles y miles de pensamientos se iban acumulando en la cabeza de él.

Lo peor de todo, era que ninguna de esas preguntas tenían una respuesta.

Sus deseos de estar con JiMin aumentaban con el pasar de los días, tenerlo cerca era una sensación indescriptible, pero lo que no sabía era de qué sí ese cosquilleo tan agradable JiMin también lo tenía.

Y esa, era otra de sus preguntas sin respuesta. E incluso, era la que más le atormentada.

Quería salir de la duda, saber si solamente era él quien se comía la cabeza solo.

—Maldición.—Se dio vuelta, quedando su espalda arriba y aplastando su cara con la almohada.

Quería encontrar las respuestas de esas preguntas, sabía que él iba a ser bastante cobarde como para preguntarle a JiMin qué sentía por él.

Su mente dejó de pensar en seco.

—¿Por qué me da miedo su respuesta?...

Se levantó de la cama y se sentó, abrazaba la almohada y su vista estaba pegada a la pared.

Sentía una pequeña punzada en su pecho al pensar que JiMin solo lo consideraba como un conocido.

Ese mismo dolor volvía aparecer después de tanto tiempo, quizás JiMin provocaba lo mismo que ese niño de hace unos cuantos años atrás. Volvía a sentir lo mismo después de tanto tiempo y no sabía si sentirse bien o mal.

—La Carta. —Se levantó de golpe y comenzó a caminar en círculos en la habitación. Tomaba su barbilla con una mano y seguía pensando.

Tenía una corazonada, no sabía que era, o que quería decirle, pero sentía una necesidad de buscar aquella carta que llevaba pérdida más de una década.

Por otro lado, JiMin también tenía sus dudas. Quizás no tantas como las que tenía su compañero, pero sí tenía algunas.

Estar con su Hyung era increíble, en todos los sentidos. Le encantaba que YoonGi fuera tan agradable y relajado con él, a pesar de tener una personalidad fría y algo distante, con el menor era cercano y cálido. Era un chico dulce e interesante, con millones de talentos que impresionaban al rubio. De alguna forma admiraba a su Hyung, y sus ojos se iluminaban cada vez que él le mostraba algún proyecto de la Universidad.

La dualidad de Min YoonGi era increíble, podía ser un chico que te apuñalada con cada letra que escribía o uno que demostraba todo lo que sentía con unas simples teclas color blanco y negro.

Quizás el mayor no era alguien que pudiera expresar con claridad lo que sentía con palabras corrientes. Pero sí se trataba de una canción, una melodía, era capaz de abrir su corazón por completo, se trataba de una invitación a conocer lo que pasaba por su mente.

Habían tantas cosas que despertaban la curiosidad en Park JiMin de su Hyung. Desde el primer momento sus ojos se habían clavado en Min YoonGi, y con el pasar del tiempo, su vista en él continuaba y se volvía aún más intensa.

Quería seguir conociendo al chico de piel pálida y cabello gris, quería seguir observando sus ojos y con ello caer en un trance del que le costaba salir.

Quería escuchar su voz grave cerca, la misma voz que lo envolvía por completo.

Deseaba compartir más tiempo con él, tener sus típicas charlas de cosas incoherentes, disfrutar de las sonrisas que se regalaban y sentir aquello que se instalaba en su cuerpo cada vez que estaba cerca de él.

Era tan agradable y a la vez adictivo estar con él. Lograba y despertaba tantas sensaciones en Park JiMin que este mismo se pregunta si podría hacerlo sentir aún más cosas de las qué ya sentía.

Amaba la tensión que había entre ambos y que tal vez evitaban con el fin de producir más cosas dentro de ellos.

Quizás no eran amigos, pero eran más que conocidos, que se provocaban tantas cosas que no sabían si continuar o quedarse ahí, simplemente disfrutando del momento.

Dos mundos completamente diferentes pero jugando a ser el universo entero.

Lxs amo 💕Cambio y fuera 💕

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Lxs amo 💕
Cambio y fuera 💕

—ктα.

Tu de nuevo | YoonMin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora