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—¿Quién era él?... —YoonGi seguía confundido ante la escena que había presenciado minutos antes. Su mejor amigo, el chico que le llamaba la atención y un completo desconocido, caminaban juntos. O más bien, solo los últimos dos lo hacían, porque Hoseok iba detrás de ellos como si no le importara lo que hicieran los jóvenes adelante de él.

Sentía algo extraño dentro, inconscientemente apretaba sus puños y su cabeza ardía como si salieran llamas de ella, pero también había una extraña y dolorosa punzada en su pecho, seguía sorprendido.

—¿Por qué te ves tan contento con él? Pensaba que solo conmigo te veías así... —Y ahí estaba de nuevo, ese constante dolor, como si unas manos presionarán su pecho una y otra vez. Le dolía. Odiaba aquella sensación.

Se sentía egoísta y patético a la vez, por pensar de que JiMin solo tenía esas lindas actitudes con él. De cierto modo estaba decepcionado, y una pequeña manta llena de ilusiones que tenía con el más bajito, se desplomó.

No quiso seguir mirado más, por ahora lo único que queria era regresar a casa lo antes posible y encerrarse en su habitación. Todo le resultaba tan frustrante, le dolía que su cabeza siguiera repitiendo la escena una y otra vez por más que él no quisiera.

No quería saber más del tema, al llegar a casa hizo lo que tenía pensando con anterioridad. Subió a su cuarto y se arropó en las mantas de su cama, tomó una almohada y la abrazó con fuerza.

—Duermete, duermete, duermete...

[... ]


Hoseok se dió cuenta. Vió como su amigo miraba la escena con expresión triste y como se retiraba lo más rápido que sus piernas le permitían. Como si estuviera roto por dentro. Por qué sí, lo estaba.


Sin embargo, no podían dar marcha atrás, ya habían comenzado y no podían detenerse hasta llegar al final.

—Amigo, créeme que lo hago por tu bien. —Decía al aire como si el peligris lo pudiera escuchar. —No porque quiera verte sufrir. Quiero que te des cuenta de lo que tienes frente a tus ojos.

Una vez ya estaban solos, pues YoonGi ya estaba lo suficientemente lejos y evidentemente no miraría atrás, Hoseok fue hasta los jóvenes y los felicito por su excelente actuación.

—YuGyeom, lo hiciste muy bien. —Le dio una palmada al susodicho en su hombro. —Y tú, JiMin, realmente quedé sorprendido. Siendo sincero, si no los conociera o simplemente no supiera del plan, fácilmente creería que son una pareja.

—Quizás eso mismo pensó YoonGi Hyung... —Balbuceó el pelirubio. En su voz había cierta tristeza.

—Tranquilo... —El pelinegro rodeó con su brazo el cuello del más bajito y jaló una de sus mejillas pinchandolas con sus dedos.

—Gracias.—Le regaló una sonrisa y se quedaron breves segundos así.

—Oigan... Yo también existo. —El mayor de todos bufó, pero poco después fue recibido por unos cuantos brazos que lo sumaron a ese agradable y algo cursi momento.


[... ]


Apenas entraron a la peluquería sintieron como el típico olor de esta inundó sus fosas nasales por completo. Hoseok no perdió el tiempo, y fue directo a una de las jóvenes encargadas del lugar. Fue hasta una linda chica de cabello largo azabache y piel tostada.

Entre ambos se veía bastante confianza, ya que el mayor no dudó en abrazarla y hablar unos cortos minutos con ella, mientras que YuGyeom y JiMin miraban la escena frente a ellos, sintiéndose ignorados por su hyung.

Tu de nuevo | YoonMin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora