Sin salida

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— Yoongi, acompañame hijo —Dijo el  hombre ofreciéndole al pálido un vaso con alcohol.

— Gracias — Se limitó a decir.

Llegaron hasta la Oficina del mayor, bastante adornada con objetos lujosos y con una luminosidad calida.

— Siéntate y hablame de por que regresas acá después de años —Estaba intrigado ante su llegada.

— No necesito sentarme, seré rápido en esto.

— Esta bien, como quieras, te escucho Min. —Dijo el hombre cruzando sus dedos sobre la mesa y mirando al chico que estaba frente a él.

— Mira esto —Le entrega una foto— Él es Park Jimin, Mi pareja y mi futuro esposo, desaparecido hace ya un año.

— No me digas que a esto vienes —Soltó una risa— Min, sabes cual es mi trabajo, no busco a mocosos desaparecidos, lo lamento, no te ayu-

Pero sus palabras fueron interrumpidas debido al arma que le apuntaba directo a la cabeza.

— A ver, esto es simple, tienes dos opciones, decir si... O decir... Si, ¿Comprendes? —Caminaba de un extremo a otro de la habitación— Tienes miles de negocios por delante, sería una lastima tener que manchar esta habitación con tu sangre, ¿No crees? Y claro, perder esos... Costosos negocios.

— Cuida tus palabras Min Yoongi, puedo llamar a mis hombres cualquiera de estos días y matarte sin dejar rastro de tu cuerpo.

— Diría que quién debe cuidar sus palabras eres tú —Decía desafiante— Tienes a hombres a tu merced, pero recuerda que le trabaje a muchos más aparte de ti, y si algo es seguro, es que con solo abrir esta boquita y decir donde te pueden encontrar el cuerpo no localizado jamás, sería el tuyo. —Y una sonrisa ladina salía de él— Es muy simple todo, manda a tus hombres, que lo encuentren, que me digan en donde está, del resto, me encargaría yo, eso es todo.

— Y a cambio, ¿Que recibo a cambio?.

— Algo que siempre haz deseado. Eres uno de los dos peces gordos en esta clase de trabajos, sin embargo, el trono, lo tiene otro.

— ¿Que ofreces? — Cuestionó interesado.

— Dame 1 mes, y yo a ti también te daré uno.

— Min, explicate mejor —Tenía su ceja elevada, este chico sabía dar en el clavo siempre.

— En 1 mes tus hombres deben encontrar a Jimin y darme la información de su localización, y yo, en un mes, te convertire en el maldito rey, tu Imperio subirá y el trono será tuyo. Ya sabes, 1 mes. —Y le lanzo una tarjeta.— Eso es todo, no tienes salida Kang. Tu respuesta, hoy a las... —Miro su reloj— 9: 00 de esta tarde,  espero tu llamada. —Y salió de la habitación sonriendo, sabía que aceptaría, conocía a ese hombre, sabía dónde dar, y lo había logrado.

Una vez más.

— Yoongi, ¿Que tal te fu— lo interrumpio.

— Nos vamos Namjoon —Dijo tomándolo del antebrazo —¡Y tu, mocoso! —Le habló al chico de hace unos 15 minutos atrás— No te metas conmigo, por que Min Yoongi, volvió al negocio —Y la puerta se cerró tras él.

***

— Estas completamente loco Min —Estaba anonadado el Moreno, regresar al negocio era una locura y ambos lo sabían.

— Nam, todo esta bajo control, conosco a ese tipo, le trabaje mucho tiempo, se que no puede rechazar mi oferta —Estaba más que seguro que había acertado, y lo hacía sentir demasiado bien el saber que Jimin pronto volvería a él.

— Min... ¿Que ofreces?  ¿Que cosa podría hacer que ese hombre no dijera "No" Hacia tu oferta? —Sabía que Min era capaz de ofrecer absolutamente todo para lograr su objetivo.

— ¿Recuerdas al tipo con la medalla? Esa que nunca se quitaba, el tipo al que alguna vez le tuvimos que hacer un encargo muy importante para él.

— Mmhn... —Intentaba pensar entre las miles de personas a las que en algún momento tuvo que trabajarles, y digamos que las pistas de su compañero no le ayudaban mucho.— Específica.

— El hombre de la maleta Namjoon.

— Yoongi... ¿Que mierda acabas de ofrecer? —Comenzaba a preocuparse.

El hombre de la maleta era el amo de estos trabajos sucios. Quizás el mejor sicario nunca antes visto en la historia de la humanidad, siempre sigiloso, un verdadero experto en esta clase de temas.

Cuando se retiró fue algo que sorprendió a todos los relacionados, sin embargo, dejó una huella tan grande, que aunque ya no continue con lo que antes hacia sigue teniendo el respeto de todos, y sigue siendo el número uno en esto, algo que a Kang no le gustaba. Si bien, ambos son igual de Buenos, pero el hombre de la maleta, lo superaba en su totalidad, dejando a Kang en segundo lugar.

Es por ello que Min supo en donde dar, sabía cómo controlar la cabeza de Kang, conocía lo mucho que él anhelaba tener el primer puesto, es por ello que tenía muy en cuenta que esa, sería su carta y que le daría lo que necesitaba.

El palido era alguien increíbleme astuto y siempre intentaba conocer bien la debilidad de la persona a la que le trabajase, pues sabía que sus negocios —Los de ellos— no podían correr riesgo, ni él ni sus hombres, pues sería el fin.

Y claro, cuando Min necesitará ayuda analizaría bien sus cartas y tomaría la que mejor le conviniera, para luego dejar a la persona sin salida y tan solo con la opción  de hacer lo que Min Yoongi pidiera.

Y Kang era la mejor carta, por que ¿Para qué le pediría este favor a el sujeto de la maleta?, ¿Que le ofrecería?, ¿Ser el mejor cuando ya lo era?,  sería  un completo mal gasto de tiempo. En cambio, a Kang sabía que ofrecerle, sabía cómo hacerlo caer fácilmente, sabía cómo engañarlo. Todo salía acorde a su plan, tal y cómo había predicho, todo iba en marcha cómo debia ser.

***

8: 56 pm del pasado Domingo

Namjoon, ¿Podrías dejar de dar vueltas de un extremo a otro? Calmate, llamará. —Había mucha seguridad en las palabras que salían de su boca.

— Yoongi te estas metiendo en el hocico del lobo, esto es una locura.

— Tu tan solo espera sentado, veras que todo saldrá cómo dije.

— Ay Yoong-

Y un sonido alertó a ambos.

Una llamada.

— ¿Diga? — Otra vez esa sonrisa ladina llena de triunfo.

Y una respuesta.

— Aceptó el trato.

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Nos vemos en el siguiente;)

Cambio y fuera.

Tu de nuevo | YoonMin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora