Luego de que Ash y yo terminaramos comenze a vagar por todo Ooo tratando de olvidar lo que aquel idiota me hizo.
No recuerdo cuanto tiempo ha pasado luego de que aquel imbécil vendiera a mi pobre Hambo. Trate de buscarlo por todo el reino pero... no obtuve ningun resultado...
Decidí irme por algún tiempo a la Nocheosfera, quizás mi padre Hudson Abadeer me ayudaria a buscar a Hambo o matar al idiota.
Cuando llegué mi padre no estaba, le pedí a un demonio que me llevará algo de comer a mi cuarto. A los pocos minutos este llego con una bandeja que contenia manzanas, rojas y deliciosas manzanas.
Luego de comer decidi recostarme a descansar mientras esperaba a papá.
Tuve un sueño muy extraño. Estaba en un castillo gigante rosa, recorria sus pasillos como buscando algo o alguien, sabia perfectamente hacia donde ir. Al abrir una gigantesca puerta pude ver a una chica rosa, me parecia conocerla de algún lado, pero no podía recordarla.
La chica rosa me miraba con una sonrisa en su rostro mientras se me acercaba, mi corazón comenzó a latir rápidamente a cada paso que esta daba.
-Marceline? -desperte sobresaltada al escuchar la voz de mi padre.
-Marcie querida estas bien? -me preguntó papá sentandose a mi lado.
-Si papá, estoy bien- note que tenia la frente mojada por lo tanto pase mi mano para secarme.
-Un demonio me dijo que estabas aqui, en nocheosfera... -note un leve tono de preocupación en su voz.
-Ahh si... decidí venir a visitarte por un largo tiempo papá -le sonrei falsamente.
-Marcie, hija, tu sabes que puedes venir por el tiempo que quieras y sera un placer tenerte en casa, pero... -dudo - pero tu no eres así... que paso con aquel chico? Ash?.
-Es un idiota -dije secamente mientras trataba de controlar mi ira- vendió a mi Hambo papá, se lo vendió a una bruja el muy idiota.
Mis ojos se llenaron de lagrimas al pronunciar estas últimas palabras.
-Tranquila cariño-dijo papá mientras me abrazaba- encontraremos la manera de encontrar a Hambo.
Luego de un rato decidió dejarme sola para que me tranquilizara y pudiera descansar. Volvi a dormirme rapidamente.
Esta vez la chica rosa del sueño estaba en un jardín. Yo me acercaba sigilosamente por detras de ella y tapaba sus ojos, pude notar que esta desprendia un dulce olor a chicle. ¿Quien demonios es esta chica?.
Desperte sobresaltada, mira a mi alrededor en busca de Hambo, pero recorde lo del idiota y el odio volvio a invadirme.