IV

293 49 4
                                    

La poción estaba terminada, sólo faltaba que la mezclara con alguna comida y se la diera a Jonghyun. Esta vez no debía fallar, había seguido todo al pie de la letra por lo que, si otro de los chicos lo ingería sería mi perdición.

Vertí las frituras que había comprado el día anterior en un tazón. En un pequeño plato de plástico agregué salsa a la cual le vertí la pócima. Con una cuchara lo mezclé bien de manera que el tono rosado dejara de notarse para enseguida bañar las frituras con la salsa.

Mi plan era perfecto. Consistía en que debía invitar a Jonghyun a ver una película conmigo, le daría a comer las frituras mientras servía los refrescos. Ingenioso, ¿no? Mis labios se curvaron en una amplia sonrisa la cual no duró mucho cuando caí en cuenta de que los chicos estarían y lo más seguro era que estuvieran con nosotros disfrutando de la película y... ¡Oh, no! Si ellos comían de las frituras se enamorarían de mí, ¡eso no podía permitirlo! Tomé las llaves y salí del apartamento para comprar más frituras así ellos comerían de esas y Jonghyun y yo de las otras. De esta forma no crearía un caos teniendo a los cuatro muriendo por mí. Sólo quería a Jonghyun, no a Minhyun, Aron y Dongho.

Cuando regresé fui de inmediato a la cocina para hacer lo mismo que con las frituras anteriores, con la diferencia de que no agregaría la dichosa poción. Sin embargo, grande fue mi sorpresa al no ver el otro tazón. —**No puede ser**—, salí disparado hacia la sala encontrándome con Dongho comiendo las frituras mientras veía la película de 'Los Increíbles'. Esto era malo, muy malo.

—¿Por qué te comes mis cosas? —dije pausando la película.
—¿Eran tuyas? —me respondió con la boca llena— Lo siento, no tenía idea. Como las vi solitas y abandonadas —se encogió de hombros y continuó comiendo—. Ya déjame ver la película.

**Estoy perdido**.

•••••

Golpeé de nuevo la puerta del baño mientras daba brincos. Maldición, si no salía Dongho del baño me orinaría en mi pantalón. Desde hace cinco minutos le insistía pero el muy bruto sólo me decía que apretara, bailara o brincara porque se iba a tardar.

—¡Si no sales ya, tiraré la puerta y te sacaré valiéndome como estés, incluso si traes el papel entre las nalgas!
—¡Cállate Minki!
—¡PUES SAL YA MALDITA SEA! ¡ME ESTOY MEANDO!
—¡Dejen de gritar! —llegó Minhyun— ¡Y apúrate Dongho que ya tienes fila!

La puerta se abrió. Saqué a Dongho y entré cerrando la puerta de golpe, pero un pestilente aroma hizo que me dieran ganas de vomitar. Subí mi playera hasta la nariz para luego hacer mis necesidades sintiéndome en la gloria. Al salir me encontré con Minhyun recargado en la pared con las piernas cruzadas.

—Te recomiendo tapar tu nariz —dije antes de caminar rumbo a mi habitación.

Estaba por abrir la puerta cuando el repentino grito de Minhyun me hizo reír.

—¡QUE ASCO! ¡QUÉ RAYOS COMISTE DONGHO!

Negué con la cabeza y abrí la puerta adentrándome en el dormitorio, no sin antes ver a Dongho golpeando con insistencia la puerta.

Me acosté en la cama de Minhyun poniéndome a pensar. Por algún motivo pensaba con mayor claridad estando en la cama de mi amigo. Después de que Dongho se acabara las frituras no pasó nada. Según la libreta, habría reacción inmediata, pero no ocurrió nada. Estaba seguro de que no había fallado en ningún paso hasta estaba considerando llevar a Dongho con alguna bruja para que le quitara el hechizo en caso de que no encontrara algún remedio para hacerlo yo mismo.

Entró Minhyun diciendo que iría a comprar más aromatizantes para el baño. Sólo asentí y continúe meditando la situación sin llegar a algo concreto.

•••••

Aron, Jonghyun y yo estábamos desayunando. Después de lo de anoche no ocurrió algo más. A este pasó jamás lograría que mi líder se enamorara de mí.

—¿Saben si Dongho comió algo que le hiciera daño? —habló Jonghyun antes de comer otra cucharada de cereal.
—No, ¿por qué? —dijo Aron notándose la curiosidad en su rostro.
—Toda la madrugada se la pasó yendo al baño.
—¿En serio?

Yo permanecí en silencio escuchando su plática... ¿Y si aquello lo había ocasionado la poción? Entonces quería decir que de nuevo había fallado en la elaboración, ¿no? —**Pobre Dongho, hice que tuviera diarrea. Ahora sólo queda esperar que se le pase el efecto, aunque espero y no le dure mucho, no es bonito tener eso**—. Seguimos desayunando hasta que algo cayéndose se escuchó llamando nuestra atención.

—¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! ¡ESTOY BAÑÁNDOME!
—¡NECESITABA CAGAR, QUÉ ESPERABAS!
—¡LARGO DE AQUÍ DONGHO!
—¡NO QUIERO Y DEJA DE VERME!

Los tres nos miramos para luego reír escuchando un grito furioso de Minhyun que nos hizo callar y terminar el desayuno en silencio. Sin embargo, en cuanto estuvimos en la sala esperando a los chicos no pudimos evitar volver a reír al recordar el suceso de minutos antes. Un carraspeo nos hizo callar y mirar a la persona que lo había hecho. Se trataba de Minhyun quien estaba de brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Vayan por medicina para el dolor de estómago.

Los tres nos pusimos de pie y salimos como alma que lleva el diablo olvidando las llaves y dinero para pagar el medicamento. Ya estando afuera del apartamento decidimos con piedra, papel o tijera quién tocaría el timbre y lidiaría con Minhyun en ese momento, pues si algo sabíamos era que en estos casos él estaría con cara de pocos amigos esperando que regresáramos por lo olvidado. Minhyun enojado no es nada bueno. Sin embargo, el desafortunado fue mi Jonghyun, sólo esperaba que volviera con vida, no quería quedar viudo antes de tiempo aunque nadie se enteraría de eso.

•••••

Solté un suspiro mientras miraba la libreta que yacía frente a mí, ¿qué haría ahora? Los dos intentos que había hecho fallaron, ¿debería intentar una más? Bien dicen que la tercera es la vencida, pero, ¿y si falla de nuevo? Lo dejaré, está decidido, no intentaré otro más si el siguiente falla. Iré a dejar la libreta donde la encontré y volveré a mis antiguos intentos de conquistar a Jonghyun. Sí, no me rendiré independientemente de lo que suceda. Guardé la libreta dispuesto a ponerme a escuchar música cuando la cabeza de Jonghyun asomándose por la puerta me asustó.

—Oye, no vuelvas a hacer eso —coloqué una mano en mi pecho.

Entonces caí en cuenta de que no tenía idea de cuanto tiempo llevaba ahí asomado. ¿Y si había visto la libreta? Pasé saliva deseando que no se hubiese percatado de ella.

—Y...¿qué se te ofrece Jonghyun?
—¿Quisieras ir a caminar un rato?
—Pero ya es muy tarde —contesté viendo la hora—, y mañana debemos madrugar.
—Ah, cierto. Lo sien-
—Aunque no nos haría daño dar una pequeña caminata —sonreí poniéndome de pie—. Vamos.

Sí, no desperdiciaría esta maravillosa oportunidad con mi Jonghyun. No me importa amanecer como zombie a la mañana siguiente, cuando se trata de Jonghyun todo vale la pena.

MAGIC [JREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora