El Artículo del Amor (Camren)

Capítulo 41 (Final)

Capítulo 41 (Final)

Camila POV

—Dra. Cabello, que milagro que viene por acá— le sonrió tímidamente a Rosie, la secretaria del despacho de abogados de mi madre.

— ¿Esta ella aquí? — pregunto y Rosie sonríe ampliamente.

—Acaba de salir de una reunión. El caso de los Álvarez-Sage se ha puesto intenso—asiento con la cabeza.

— ¿Puedo pasar? — ella niega

—Después de tanto tiempo, ¿aún pide permiso, Dra.? — me sonrojo y le sonrió.

Suspiro y camino hacia el despacho de mi ahora esposa, Lauren Jauregui-Cabello.

Así es, nos casamos hace dos años después de tres años de relación. Hacía ya cinco años desde que habíamos iniciado nuestra historia de amor y más contentas y felices no podíamos estar.

Lauren de había graduado de la universidad con honores. El haber estado de practicante con mi madre le había dado mucha experiencia así como muchos conocimientos, mi novia, en aquellos días, era una de las mejores de su clase.

Y ahora, mi esposa era una de las mejores afofabas en la rama civil- familiar.

Me encantaba llegar a casa, después de mi turno en el hospital, y verla en su estudio con sus anteojos a la mitad de su nariz, con una taza de café a su lado y su mirada cerdee concentrada en un expediente.

Por qué habíamos comprado una pequeña casa al año de habernos casado, lo hicimos incluso ante la incidencia de nuestros padres de que viviéramos en casa de ellos.

Sin embargo, como mi abuelita decía: "El casado, casa quiere."

No nos alejamos mucho de nuestros padres, de hecho al ver lo sería que iba nuestra relación, los Jauregui compraron una casa al lado de la de mis padres, por lo que nosotras compramos una al frente de la de ellos.

Tanto como los Jauregui como los Cabello, el resto de mi familia, estaban más que felices con nuestra relación, y a mí me fascinaba ver como Lauren se sentía tan Augusto con mis familiares, así como yo sabía lo feliz que le hacía a Lauren verme convivir con el resto de su familia.

El día de la boda fue uno de los días más llenos de felicidad en mis 21 años de vida, si por que nos casamos a los 21, bueno Lauren estaba por cumplir los 22; la ceremonia fue algo privado, sólo nuestros allegados más cercanos.

Dinah fue mi dama de honor y Alexa fue la de Lauren. Aquellas dos juntas formaban una bomba de tiempo, lo que hizo que nuestras despedidas de solteras fueran de tres días consecutivamente, en los locales más de moda de Miami.

La noticia de nuestra boda fue noticia por mucho tiempo haya el día de su celebración. Después de tanto tiempo y de haber concluido el caso que le dio tantas vuelvas a los Estados Unidos, seguíamos siendo tema de noticia en los periódicos de Miami y el resto de las ciudades.

Nunca voy a olvidar lo hermosa que se miraba Lauren con aquel vestido blanco y ese brillo en sus ojos.

Pero sí duda nada opaca al brillo en sus ojos, año y medio más tarde cuando después de tantos tratamientos, habíamos conseguido quedar embarazadas.

Al menos así lo decíamos puesto que quien llevaría al bebe, sería yo. Nuestro sueño de tener una mini Camila y una mini Lauren se estaba siendo realidad.

El tiempo del embarazo fue una gran experiencia para mí y Lauren, aunque me sentía muy mal en ocasiones por ella dado a los antojos fuera de lo normal que hacía que ella me consiguiera a las altas horas de la madrugada.

Pero todo aquello había valió la pena cuando Axel Zoe Jauregui Cabello había llegado un 20 de julio, pesando tres kilos y doscientos gramos. Un pequeño hermoso con los ojos azules más hermosos jamás vistos en el mundo. Llevaba todo el gen Jauregui, con una sonrisa hermosa igual a la de Lauren.

Nuestro hermoso pequeño era un niño sumamente consentido por todos mis amigos, familiares y el resto de nuestra familia.

A mí me faltaba ya un año de la especialidad para graduarme de la universidad, aunque tenía un trabajo de planta en el hospital de mi padre, quería valerme por mi misma y abrir mi propio consultorio.

Mi vida, no me podía quejar. Había resultado mejor de lo que esperaba.

••

—Bueno, Licenciada Jauregui, usted se ve hermosa y muy sexy desde aquí— los ojos verdes de Lauren se posaron en mí y sonreí.

Camine pausadamente hacia ella mientas ella seguía mirándome con esos ojos llenos de pasión y amor.

—Amor, que sorpresa tenerte aquí— me acerque a elle y sin previo aviso camine hasta su escritorio y me senté en su regazo mientras besaba esos labios rosados y carnosos que tanto me encantaban.

—Confinadamente sexy— susurre en sus labios.

— ¿Dónde está el pequeño don Juan que tenemos por hijo? — sonrió

—Axel está en su clase de piano— sonrió y me abrazo de su cuello— me ha dicho que Maya, la hija de Natalia y Zoe, quiere que sea su novio.

La sonrisa sonora de Lauren resonó por toda la oficina.

—Seis años y ya tiene a chicas tras sus pies, el gen Jauregui— susurra y ruedo los ojos.

— ¿Cómo va el caso de ellas dos? —mi esposa suspira y niega con la cabeza.

—No hay nada más que hacer que convencer a Zoey que firmé los papeles. En verdad sigue enamorada de ella pero no puede perdonar la infidelidad— niega con la cabeza.

Continuamos hablando un poco de nada y de todo hasta que ella tiene que continuar con su trabajo. Yo la veo desde el otro extremo de la oficina y aún sigo sin creer todo lo que pasamos para estar juntas.

Austin se me viene a la mente sin embargo es pasajero. Lleva ya seis años en prisión y por lo que supe continuo estudiando sólo que dejo el derecho por la literatura. Me ponía feliz por él, sin embargo él estaba en mi pasado y no quería meterlo en mi futuro.

Sonrió al ver lo concentrada que esta mi esposa y después de dos horas mi madre llega con Axel en brazos.

Mi pequeño corre hacia mí, besa mi mejilla y corre hacia Lauren. Amo verlos juntos por que los dos sin tan parecidos.

Mis dos tesoros. Mis razones de vida. Mi familia.

Verlos me daba esperanza de querer más. Una mini Camila ya que teníamos a Lauren versión masculina.

Sí, los sueños se hacen realidad.

Y los tenía frente a mí.

Mis tesoros.