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18 de enero de 2022

Martes, 6:30 a.m.


Era una fría mañana de enero, yo estaba envuelta en mis queridas sábanas hasta que sonó el despertador.

-Jodido despertador. -Pensé mientras intentaba apagarlo.-

Me levanté con el pelo revuelto y algo de baba seca al lado de la boca. No era bueno dormir solo tres horas. Bostecé y me estiré mientras buscaba con los pies mis zapatillas de conejitos rosas. Fui tranquilamente a la cocina, encontrándome a mi compañero de piso comiéndose las sobras de la cena de ayer.

-Namjoon,¿por qué no has esperado a que me despertara e hiciera el desayuno?-Volví a bostezar mientras sacaba un tetrabrik de leche de soja.-

-Pues sabiendo que te has despertado media hora tarde y que tu autobús sale dentro de...-Nam miró el reloj de la cocina- Quince minutos... Prefiero comerme las sobras. -Se encogió de hombros.-

-¡¿Son las seis y media?! -Chillé mientras miraba también el reloj.- ¡¿Kim Nam Joon por qué no me has despertado a las seis?!

-Cuando llegué a las tres ayer, estabas dormida viendo tu querido dorama. -Se volvió a encoger de hombros mientras se levantaba y se acercaba a mi- Anda, vete a ponerte el uniforme. Yo te preparo el desayuno. -Me sonrió mientras me revolvía aún más el pelo.-

-¡Eres un bastardo! -Bufé y salí corriendo hacia mí cuarto. No sabía si fiarme de él, la última vez que cocinó se cortó el dedo mientras cortaba una cebolla y quemó una sartén.-

Me enfundé en mi uniforme que constaba de una camiseta básica blanca de manga larga un chaleco de lana azul cielo, una blazer negra con el escudo del instituto bordado; una falda de cuadros verde por encima de las rodillas y unos calcetines largos hasta estas, junto a unos mocasines negros. Peiné mi flequillo con los dedos y mi corto pelo, fui al baño al lavarme la cara. Corrí a la cocina, viendo que Namjoon me había dejado el desayuno y el almuerzo hecho. Iba a morir envenenada de seguro, pero en esos momentos no pensaba en eso. Desayuné en un abrir y cerrar de ojos, volví al cuarto de baño a lavarme los dientes y salí corriendo de casa cogiendo mi cartera y despidiéndome con un "¡Hasta las siete Nam!"

Porque sí, así era la ajetreada vida de una estudiante de penúltimo año llamada Son Hwa Min y sí, estoy hablando de mí misma.

Conseguí llegar a tiempo al autobús el cual estaba algo abarrotado. Me senté al lado de la ventana y me puse los cascos, quería relajarme antes de llegar a ese infierno de instituto. Miré mi móvil y eran las siete, dentro de una hora entrábamos. Suspiré y empecé a hacer figuritas en el cristal con el vaho.

Cuando llegué al instituto, me acerqué a las taquillas guardando los cascos en la cartera y guardé los libros de otras asignaturas en la taquilla. Sentí como alguien me tapaba los ojos con las manos y me asusté hasta que escuché un "Buenos días, patito" de una voz aterciopelada.

-¿Jungkook?¿Eres tú?-Dije, finalmente riendo.-

-Así es. -Jungkook retiró las manos de mis ojos y sonrió, dejando ver una sonrisa de conejo que volvía locas a todas las chicas del instituto- Pero no me has dicho tu gran "Buenos días, galleto" ¿Ya no soy tan bueno como tus queridos chicos de doramas? -Intentó imitar mi voz y acto seguido hizo un puchero.-

--Resoplé y sonreí.- Buenos días, galleto, ¿Has hecho el trabajo de la señorita Sooyoung?

-¿Qué trabajo? ¿Había un trabajo? Hwamin. No me gastes ninguna broma eh. -Frunció un poco el ceño.-

-Negué con la cabeza- Era un trabajo sobre un compositor famoso. -Me encogí de hombros- De todas formas, se podía hacer en parejas. -Le miré sonriente.-

Jungkook me miró con ojitos de cordero, resoplé y le sonreí. Acto seguido me volvió a abrazar.

-Gracias. Gracias por poner mi nombre en tu trabajo. Te quiero ah. -Hizo como que lloraba y me soltó. -

-Reí- No es nada Kookie... Por cierto, ¿Han venido ya Jimin y Taehyung? -Le miré sonriendo.-

-Vaya. Hwamin, como pasas de mi eh. ¿No soy suficiente para ti? -Se llevó una mano al pecho dramáticamente mientras yo chasqueaba la lengua- Jiminie y Taetae están en la preparatoria, en el recreo vendrán con nosotros como siempre. -Sonrió y me revolvió un poco el pelo.-

-¡Jungkook-ah, basta!-Le di un leve golpe en el costado y coloqué mi pelo- Vamos a llegar tarde a clase. Vamos anda. -Cogí los libros de hoy y cerré mi casillero.-

Empecé a caminar por los pasillos del instituto llenos de alumnos de esas clases o de la preparatoria mientras ignoraba las tonterías de Jungkook.

Jeon Jung Kook, es mi vecino a unas cuantas manzanas. Nos conocimos al entrar al instituto hace tres años. Tengo que admitir que Jungkook ha cambiado mucho, al principio él no quería relacionarse conmigo porque era demasiado tímido. Días más tarde, al saber que teníamos el mismo gusto musical empezamos a hablar más seguido, tanto que nos convertimos en mejores amigos.

Dejando ese pequeño inciso de cómo nos conocimos Jungkook y yo, vi a las chicas de mi clase rodeando a alguien, no sé quién era ya que había demasiadas féminas. Resoplé, imaginándome a quién le estarían filtreando, pero grata fue mi sorpresa de que el chico al que estaban rodeando era Jimin y que se acercaba a nosotros. Levanté las cejas, mirando a Jimin interrogante.

-¡Hyung!-Jungkook chilló a mi lado, por lo que yo me tapé los oídos- ¿Qué haces aquí, hyung? -Sonrió y corrió a abrazarle. La diferencia de estatura era notable.-

-Jimin oppa, buenos días. -Sonreí dulcemente, colocándome un mechón de pelo detrás de la oreja.-

-Buenos días chicos. -Sonrió ampliamente y sus ojos dibujaron una línea recta mientras abrazaba a Jungkook. Las chicas que estaban coqueteando a Jimin suspiraban enamoradas al ver a los dos chicos más guapos del instituto abrazándose.-

-¿Sabes que Hwamin es muy mala y no me dijo nada sobre un trabajo de la señorita Sooyung, Chim? -Dejó de abrazar a Jimin y me miró con reproche.-

-Chasqueé la lengua y miré a Jungkook amenazante- Jimin oppa,¿Sabes que Jungkook es tan memo que se quedó dormido ayer y me dejó sola toda la tarde? -Me crucé de brazos.-

-Jimin se rió. - ¿Vais a parar ya? Ah... ¿Sabéis que Hyuna está enferma y en dos semanas o más no vendrá?

-¿Y eso por qué hyung? ¿No se ha recuperado de su enfermedad?

-Qué va... -Suspiró- La pobre lleva desde diciembre o así enferma... Creo que Tae, Ren, Youngjae y yo le empezaremos a llevar los deberes en la siguiente semana. -Sonrió dulcemente, volviendo a achinar los ojos.-

-Espero que Hyuna unnie esté bien... ¿Puedo acompañaros? -Le sonreí a Jimin.-

-Jimin me miró con toda la ternura del mundo y negó- No queremos que te contagies... Además de que todavía me debes algo, ¿Recuerdas?

Y ahí es cuando toda el aura tierna de Jimin se convirtió en un aura coqueta, después de todo así era Park Jimin. Podía ser tierno y en cero coma cambiaba a ser atrevido y un 'descarado' según Taehyung.

-Asentí lentamente- Cuando quieras podemos ir a la cafetería After Eight. -Sonreí.-

-Yo encantado, Min-Min -Me guiñó un ojo y me revolvió el pelo- Os veo en el recreo, adiós Min-Min, adiós Kookie. -Se despidió de nosotros y de las féminas que se morían por los huesos de Park Jimin.-

Suspiré como de costumbre y Jungkook me dio un leve codazo.

-Con qué ahora tu ligue es Jiminnie, ¿eh? -Arqueó sus cejas en señal de picardía.-

Me encogí de hombros y entré a clase bajo la mirada de los alumnos. Jungkook entró segundos después. Nos tocaba Literatura y con la señorita Seulgi, mientras Jungkook no hacía más que mirar por la ventana yo estaba atendiendo en clase, o lo intentaba. Sólo quería que pasara la hora escolar e ir a la cafetería.

Pandemia. 『BTS』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora