Capitulo dos Madre

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Dice es mejor hoy que mañana, una ves que termina la visita daré por termino la promesa a mi madre. Me da pereza ir al hospital, mas para ver a alguien que solo conozco de vista. Bueno aprovecho el viaje para conocer la parte nueve del hospital, la nación invirtió mucho dinero. Cínico solo se acuerdan de las personas en épocas de campaña. El ala nueva es prácticamente un hospital nuevo, equipadas con equipos europeos es la envidias de las clínicas privadas. A mayor medida es una respuesta rápida a las necesidades de las personas de la ciudad y localidades aledañas.

Como no queda lejos decidí ir, caminando por lo que me escribió mi madre por mensaje, la trasladan de la clínica italiana al hospital. Por falta de insumo parece un mal chiste la prestadora descuenta una fortuna a los salariado.

No importa el ámbito si es privado o del estado todo es una maquina de mierda, si la mierda fuera una medalla, tendría mas que Churchill. El sistema es una maraña de telaraña de mentira e hipocresía, es la razón que me aleje de la empresa. No quería ser su maestre en su orquesta para esclavizar o estafar a las personas.

En cuestión de quince minuto llegue, que nostalgia me trae el lugar, aunque no la puede reconocer, mi sentimiento de mi niñez están resonando. El terreno que usaron antes era un polideportivo, tenías canchas de fútbol, de voley y básquet. Que recuerdo esos veranos, la generación sin Internet, sin juegos en red. Ya hablo como si fuera un anciano, que viejo que estoy.

El nuevo edificio hace honor a los comentario, es enorme ocupa cuatro cuadras, edificación de varios pisos. En ella esta la guardia, sala de emergencia y cuidados intensivos. Sumando parte de laboratorio de estudio y análisis de alta complejidad.

La entrada tiene puerta automáticas, es amplia parece la entrada de un shopping, alado hay un puesto de revista. Me acerque a chusmiar, note que tiene también libros, por la barba del viejo, agarre un libro. No puedo creer que tenga un ejemplar en mis manos, con felicidad pague a la señora. Me senté en unas escalinatas, mientras acariciaba la cubierta, de tapa dura. Cuando me disponía a leer, mi dicha es interrumpida por el sonido de una ambulancia. Lo se estamos en un hospital esta lleno de ambulancia, pero esta es diferencia la reconozco. Diablos es la ambulancia de la obra social de la empresa, muy probable que la pendeja este abordo. Ni modo, guardo el libro entre mis ropas, me acerco, no soy clarividente. Pero si sabía los eventos que van pasar en este encuentro mejor volvía a casa. (Lo se gente perdón por el spoiler)

A diferencia de otras ambulancia esta es de color azul, se estaciono en la parte reservada para las ambulancias, me acerco esperando que salga un familiar. Para mi sorpresa salen un enfermero, los paramédico y el ave negra de la empresa (así lo llamo son abogados que dicen que están, para los trabajadores, pero solo velan por el interés de la empresa.).

Sebastián: Mario pajarraco de mal agüero como estas.

Mario: o lince que sorpresa, no es casualidad encontrarte en este lugar.

Sebastián: como siempre fino observador, solo haciendo un favor a mi madre.

Mario: sonriendo, bien me venís perfecto.

Sebastián: que quieres.

Mario: mira justo terminaba mi turno y me empernaron este traslado que salio a última hora.

Sebastián: y yo que tengo que ver.

Mario: me harías el favor hacerte cargo de lo papeles y te dejo la guardia de la piba hasta que venga su madre.

VertigoWhere stories live. Discover now