Capitulo Once Vencer

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En una hermosa pradera, de grandes dimensiones, por más que mire el horizonte el basto campo no tiene límite. En el medio un joven vestido con su equipo de campaña (keblar, botas), descansa entre las pierna de una bonita señorita. Con sus ojos negros, caballera negro azabache, tez trigueña. Con sus manos acaricia el rostro del muchacho que se nota la carga pesada de una batalla.

.... Se que estas despierto, no me hagas enojar....

Sebastián: unos minutos mas déjame disfrutar este momento que lo extraño, sentir la tibieza de tu cuerpo, tu perfumes de mujer. Me haces tanta falta, Vet...

Vetiana: todo muy lindo, pero todavía tienes ese habito de dormir con la ropa puesta, pensé que dejaste de hacer el trabajo sucio de campo de la empresa.

Sebastián: que tierna, ni estando muerto me dejas de regañar. No me quejo, tu ausencia me lastima gruñona.

Vetiana: no estas muerto, pero si no te tomas enserio el asunto, pronto dejaras de existir, aparte sabes que no tengo un lugar en el cielo.

Sebastián: .-agarrando su mano-. No descansare hasta que descubra como liberarte del averno, o moriré en el intento.

Vetiana: Esa arrogancia, pensar que si nuestro pequeño viviera seria igualito al padre, un cabeza dura.

Sebastián: ese el problema quien seria el padre.

Vetiana: que gracioso, sabes lo que no me hace chiste, que ese segundo que te apuñalaron. Tus pensamientos fueron para tu madre.

Sebastián: lo se, pero sabes aparte de ti, creo que fue la única mujer que me ama por lo que soy.

Vetiana: que raro niño de mama, lo que si me molesta porque tiene el perfume de otra mujer.

Sebastián: será difícil pero te puedo explicarte,

Vetiana: sabes que no puedo estar celosa, solo me molesta que es muy menor, la duplicas la edad.

Sebastián: No saque conclusiones, no es lo que parece.

Vetiana: como sea, pero nada tiene sentido si no ganas. Me sentiré feliz si reanuda de nuevo tu vida. Y dejas ser un NiNi.

Sebastián: no sea dura, fueron momento difícil, me dejaste un gran dolor tú perdida afecto mucho.

Vetiana: Aunque sea un recuerdo vivo de tu mente, mi amor es genuino como tendría la verdadera. A pesar de la ausencia física, sabes que una parte de mi vive en tu alma. Así que pendejo, abre los ojos. No importa, la veces que caiga, lo importante es levantarse, no hay peor enemigo que uno mismo.

Sebastián: .-de un salto se levanta-. Que dijiste.

Vetiana: que te amo a pesar de solo ser un recuerdo.

Sebastián: no lo último.

Vetiana: de que uno mismo es su peor adversario.

Sebastián: .-pegándolo con la palma derecha de la mano, la frente de su cabeza-. Claro como no me di cuenta.

Vetiana: y ahora que bicho te pico.

Agarrando sus manos, Sebastián sin darle tiempo de reacción, le roba un beso,

Sebastián: gracias, por amor mi amigo perdió.

Vetiana: en realidad perdió Yaina.-sonriendo-.

Abriendo sus ojos, el clon de Nadin, puede ver el cielo con sus incontables estrellas.

VertigoWhere stories live. Discover now