"La suegraneitor" (editando)

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"La Suegraneitor"

Creo que es obvio de que estamos hablando ¿cierto? Por primera vez no me lanzaré una introducción, ni me andaré por las ramas; seré concisa y precisa y acabaré en el punto estelar del artículo de hoy. Sí, conversaremos sobre las suegras, esas que a veces parecen ser como androides, las brujas del cuento, aquellas de las cuales todo indica que provienen del mismo árbol genealógico de Terminator.

No estoy al tanto si todas son iguales -quiero dudarlo-, tampoco sé si existirá algún tipo de clasificación para ellas, imagino que sí. El caso es que para éste artículo decidí no tomar partida de San google y usar mi propia experiencia para realizar un pequeño bosquejo de lo que seguramente será la visión de muchas sobres las "amadas suegras" no crean que he tenido muchas, pero creo que han sido las suficientes para tener tela de donde cortar.

La verdad y siendo lo más sincera que puedo, sólo he tenido 2; la primera era muy cariñosa y me quiso desde el primer instante, no sé si se debía a que era la primera novia presentada por su hijo o que no me dio chance para caerle mal, tampoco sé si a mí me caía del todo, la relación no duró lo suficiente como para acabar de acostumbrarme al hecho de tener una suegra. Si a la experiencia he de remitirme, con la primera fue el mundo de fantasía, nada podía prepararme para el siguiente reto.

La segunda valía como por 20 ¡fue horrible! Era de esas mujeres de las cuales no sabes que esperar, nada te asegura que le caigas bien, a veces te trata con amabilidad y hasta se ríe contigo y al siguiente instante te tiene idea, súmale a eso, que no tiene filtro entre en el cerebro y la boca; por lo tanto todo lo que piensa lo dice, sin tener reparo alguno si te hiere o no. Es en ésta en quién me basaré, ya que ella representa el 90% de mis aprendizajes sobres las suegras.

Para hablar de la suegra número 2, debo empezar por el principio -iré dando algunos consejillos a medida que voy relatando mis vivencias- ¿Cómo la conocí? Un día de compras, es difícil ir a casa de tu novio y conocer a tu suegra pero es peor salir a comprar ropa y conocer al combo completo (suegra, cuñada, concuñado y sobrina). Era un día del que se aspiraba mucho, uno tiende a despertarse y mentalizarse para ser agradable "la primera impresión es la que vale", debería existir un manual para este tipo de situaciones pero ¡ensayo y error para lo que salga! Como siempre todo al principio iba muy bien, eran personas agradables y existía una armonía casi angelical. Me alegra decir que así permanecimos todo el día, no soy una chica de muchas palabras la primera vez que conozco a alguien pero una vez que voy tomando más confianza, tiendo a ser más abierta.

Ese día me sucedieron un par de cosas, la más humillante fue meter el pie en un charco de agua y mojarme la pierna hasta la rodilla. Una vez llegó el momento de llevarme a casa supe quién era mi suegraneitor, estaba dentro del carro dando las indicaciones al concuñado para que supiera como tomar nuevamente la autopista:

-Tienes que seguir derecho por esta calle, una vez llegues a la esquina cruza a mano derecha y en la siguiente a mano izquierda. Cuando llegues al semáforo cruza a mano derecha y recto todo el tiempo hasta que vuelves a tomar la autopista -. Estaba intentando ser lo más explícita posible para darme a entender pero el concuñado era medio inseguro y no le quedaba del todo claro las indicaciones.

-¿Entonces es: derecha, izquierda, derecha y recto? ¿o me equivoco?

­-¡Exacto! Es sencillo, no hay pérdida.

Era aproximadamente las 7:30p.m. y no sé si la señora estaba apurada o qué, sólo sé que saltó y dijo:

-¡Aja niña ya está, bájese del carro! ¡Váyase! - de más está decir que me sentí como si me hubieran dado una patada en el hígado. Tanto fue mi bochorno que le doy gracias a Dios que todo estaba oscuro dentro del carro, me temo que de lo contrario habrían visto que mi cara imitó de forma bastante evidente al círculo cromático.

Gritando en la AlmohadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora