¿¡Jyugo, qué no eras bisexual!?

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2do Idiota Jyugo:
*Los asteriscos son para pensamientos*

Un nuevo recluso llega a Nanba. Más específicamente al Ala 13.

Yamamoto, Shiro. Un chico japonés de 22 años, alto, moreno, ojos de un verde oscuro y profundo, con un cabello corto, rebelde y de color blanco.
¿Delito? Ser un falsificador y vendedor de porquerías de primera mano.

Fue encarcelado en la misma celda que Tsukumo, debido a que éste estaba solo.

El mismo día de su ingreso a Nanba el ninja había presentado a Shiro a la celda 13, Shiro era una persona amigable y fácil de tratar así que encajó en el grupo rápidamente. Como buen vendedor de artículos de mala calidad, Shiro tenía un Don para la palabra, el chico hablaba por horas de cualquier cosa y siempre lograba convencer a los chicos de casi cualquier tontería, excepto a uno, que literalmente se creía todo.

-¿En serio se puede nadar sobre tortugas? -preguntó desprendiendo curiosidad Jyugo.

-Baka~ sólo tú podrías creer algo así. -se rió Uno.

-Es verdad Jyugo-kun. De hecho eso es de una película de piratas. -dijo Nico.

-No deberías de ser tan crédulo Jyugo o te comeran las palomas cuando salgas de aquí jajaja -se burló Rock.

-¡BASTA! ¿Si es mentira entonces para qué me engañan? -gritó ofendido Jyugo antes de salir corriendo del comedor.

-Aaaaah. Lo hiciste lloraaar~ -dijeron los 3 amigos al unísono señalando a Shiro.

-¿Yo? Ustedes se burlaron de él.

-Lo siento amigo mío. Tú mentira fue el detonador, Jyugo-chan es muy crédulo así que... si lo haces sufrir es tu responsabilidad así que ve y limpia esas lágrimas de cocodrilo. -dijo Uno mientras empujaba a Shiro hacia la puerta del comedor.

Shiro camino por los pasillos en busca del menor hasta que por fin se encontró con un bultito sentado en el suelo haciendo pucheros y con un sombrero viviente de Kuu-chan en su cabecita.

-¿Jyugo? ¿Qué haces ahí sentado? Volvamos con los chicos y juguemos algo. -dijo tendiendo su mano al chico.

-No quiero. Déjame. -Jyugo giró la mirada y Shiro pudo notar que los ojitos heterocromaticos del menor se empezaban a humedecer.

-Jyugo por favor no llores. -dijo sentándose a su lado. -No querrás que esos bonitos ojos queden rojos ¿O sí?

-Cállate, no te creeré nada ahora.

-Hahaha no creas mis historias si no quieres pero... sí tienes lindos ojos pequeño. -río rodeando por los hombros a Jyugo con su brazo derecho.

-Uno dice que son como los ojos de algún bicho. -dijo haciendo un puchero.

-Para nada. Son muy hermosos, de hecho es la primera vez que conozco a alguien con ojitos de diferentes colores, eres único ¿No lo crees así?

-¿En serio? *creo que yo tampoco conocí a nadie así* -preguntó con su carita de asombro infantil que ponía al oír las ridiculeces del mayor.

-¡Es verdad! De hecho... *te hacen muy lindo en verdad* -dijo acercándose a Jyugo peligrosamente. -Me gustaría verte más cerca...

-Bueno... -respondió inocentemente sin reparar en la posición en que estaban.

Estaban uno al lado del otro mirándose fijamente. Shiro se acercaba lentamente al rostro de Jyugo pero sin despegar su mirada de él. Mientras Jyugo sólo se quedaba quieto.

-Cierra tus lindos ojitos un momento.

-¿Por qué? -preguntó confundido.

-Es una sorpresa. Cierralos sólo un momento.

Jyugo cerró con total confianza sus ojos sin saber muy bien para qué. Mientras, Shiro contemplaba el rostro sereno del menor hasta que tomó coraje y lo hizo. Besó a Jyugo.
Ante el contacto el menor trato de alejarse pero el brazo en sus hombros lo tenía bien sujeto. Al notar que era inútil simplemente se quedó quieto hasta que Shiro liberó sus labios.

-¿Po...por qué hiciste eso? -preguntó con un enorme sonrojo en sus mejillas.

-Te lo dije. Eres muy hermoso Jyugo...

.....

Luego de ese día Shiro molestaba a Jyugo con comentarios traviesos y roces incómodos constantemente. Y cuando lograba convencer a los muchachos de dejarlo escapar con ellos, aprovechaba los pasillos oscuros o solitarios para robarle pequeños besos fugitivos al menor.

-Deja de hacer eso. -susurraba el menor detrás de uno de los juegos de la sala de Nico.

-¿Hacer qué? ¿Esto? -dijo dándole otro pequeño beso.

-¡S..Sí! Eso... es vergonzoso. -dijo ruborizado.

-¿Te duele?

-Mmmmm no.

-¿Te da asco?

-No.

-¿Te disgusta de alguna manera?

-No, no creo.

-Entonces... -dijo melosamente colocando una de sus manos en la pared acorralando al menor contra el juego. -Si no te desagrada ni te duele... No puede ser tan malo ¿verdad?

-Eso creo... -respondió nervioso y sonrojándose.

-Bueno... entonces... ¿Puedo preguntarte algo?

-Sí...eso creo.

-¿Quieres salir conmigo?

-¿¡QUÉ!? ¡Estas loco! ¿Por qué querrías hacer eso?

-Fácil. Me gustas. Me enamoré de tu ojos... Y quiero que sólo me miren a mí...

-Pero...ambos somos chicos...

-¡Oe Jyugo, qué no eras bisexual? -gritó divertido Uno desde su escondite donde espiaba a los chicos junto a Nico y Rock.

-Es verdad... mmmmm-dijo pensativo y avergonzado por ser descubierto. -Bu...Bueno, supongo que... estaría bien. ¡Pero te advierto que eres el primero! No soy como Uno que sólo iba de pareja en pareja.

-Mejor para mí. Así podré enseñarte... -dijo mirando lascivamente al menor.

-¿Enseñarme qué?

-Ven esta noche a mi celda y te digo.

-¿Y Tsukumo?

-Mah, lo arrojamos por la ventana y listo.

Esa noche Jyugo aprendió un poco lo que conllevaba tener una pareja.
No sólo recibió su primer beso de lengua... sintió esa lengua por lugares que no sabia que eran tan sensibles... como en sus pezones rosados por ejemplo y...


Hello~ mis lindos reos! Como están? Espero que bien.
Hoy les traje un Jyugo tierno y lindo. Para ser sincera me cuesta ver a Jyugo de otra forma es que es tan...inocente del mundo fuera de prisión 😂 que lo tngo en una cajita de cristal en mi mente.
Bueno creo que el próximo idiota en caer será Uno...aunque aun no lo decido, ya veremos.
Nos vemos Sak-chan fuera 📵👌😏

Un día en Nanba!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora