Capítulo 4

1.6K 196 13
                                    

Cupido ya no era un niño con pañal.
Ahora era un ángel, de una larga cabellera rubia, ojos tan celestes como el mismísimo cielo y facciones perfectas dignas de un ángel puro. Unas enormes alas cremas se asomaban por su espalda; donde se hallaban su arco y fechas.

Su ojos ya no tenían un brillo especial, ahora tenían un brillo que sólo impresionaría a los humanos.

La maldición cayó sobre cupido.

La maldición del amor.

Se preguntaba cómo sí él no se había flechado. Pero los ángeles no necesitan de las flechas para sentir un amor puro y único.

Y, se acababa de enamorar de un humano, alguien que pronto se convertiría en un alma. La decisión más difícil tal vez es: dejar sin que te conozca tu amado y que él tenga una vida simple, con la condición de vivir lamentándote y con el corazón roto o mostrarte ante su vida y arribar su futuro tanto como el tuyo.

Dulce agonía.

Oh, eres mi fruto prohibido, por favor se mi pecado original.
Dejame amarte, dejame tocarte, dejame sentirme humano. Dejame estar contigo por favor.

Los deseos son egoístas, tanto o más como los humanos.

Aún así no se crean que los ángeles no son así, aunque para algunos el amor es secundario para otros el amor es lo único con lo que preservas tus alas.

Dulce designio de la vida, amor correspondido y amor no correspondido; la misma cara de una misma moneda.

Nunca se olviden; sigan juntos, las estrellas así lo asignaron. Amense, rompan las leyes, solamente así estarán juntos.

Algo más, amense con cuidado, porque los ángeles caídos están celosos de su unión, de sus sentimientos y de sus fortalezas.

Ahora, volvamos a la historia.

Para Shikadai era un día normal; despertarse, ir a la escuela, volver y jugar con su consola. Pero hoy había un cambio, era tan diminuto que si no fuera él no lo notaría.

El cielo, estaba mas oscuro y él juraba que algo había caído en su patio.

No era un niño, ahora era un adolescente y podía hacerse cargo de diminutas cosas, tal vez un pájaro se había caído o alguna otra cosa y decidió ir a revisar.
No es que fuera un chico temeroso, pero muy dentro de él sabia que esto era una mala idea, una muy mala.

Los pasos a la puerta trasera se volvieron una agonía y el tramo más largo que recorrió en todo este tiempo, pero al fin llego.

Dudaba si estaba dormido o despierto.

驚くべき¹

Algo tan único y puro no podía ser de este mundo.
No podía apartar la vista aunque quisiera, su cabello largo y su figura lo tenían hipnotizado.

Lo que sea que fuera abrió los ojos y lo miro.

Y Shikadai se perdió en esos ojos color cielo, el cielo que tanto amaba.

¹ 驚くべき: Maravilloso.

Lo que me costo escribir este capítulo no fue normal.
Bueno, las amo y nos vemos en otro capítulo 💖

Cupido |Shikadai x Inojin| ∆ShikaJin∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora