¡Déjame Acosador!

29

Jimin se apresuró a guardar sus cosas, mientras se despedía del staff, pudo visualizar detrás de los grandes cristales del aeropuerto a los dos chicos esperando afuera recargados sobre en auto, esperando por el rubio.

Pero antes de cruzar la salida del lugar, se encontró con una escena no muy agradable.

— ¿Qué carajos te pasa? — levantó la voz, cuando sintió el fuerte agarré de Jimin sobre su brazo.

— creo que esa pregunta te la debería hacer a ti, tu novio es Jungkook, ¿por qué estás besando a Taehyung? — el rubio no podía calmar su tono, nisiquiera se creía capaz de manejar sus emociones, estaba cegado por la ira.

— no es asunto tuyo, Park. Mete tus narices en tus propios asuntos. — tomó el brazo de Taehyung decidido a irse, pero lo último que sintió fue el impacto del puño de Jimin sobre su mejilla, haciéndolo caer con su labio ya sangrando. — ¿estás loco? ¿qué te pasa? — gritó desde el suelo.

— nunca permitiré que te atrevas a hacerle daño a Jeon.

— ¡Jimin! — gritó Yugyeom acercándose a los chicos —
¿Qué pasó? — Preguntó al ver a Yoongi en el suelo quejándose del dolor.

— ¿Qué hiciste, Jimin? — está vez preguntó Jungkook sin apartar su vista de Yoongi.

—Taehyung. — Jimin habló mirando al mencionado y este solo frunció el ceño.

- ¿Qué? — aunque parecía confundido, sabía a qué quería llegar el mayor.

— Dile. — dijo con tono amenazante.

— ¿Qué cosa?

— cuéntale sobre tu relación con Yoongi.

— ¿qué? — Jungkook sintió sus ojos cristalizarse por las lágrimas que amenazaban por salir.

— No, amor... — Yoongi se levantó como pudo y se posicionó frente a Jungkook — no le creas, amor. Nisiquiera lo conozco.

— Ahora vas a fingir que no me conoces? — dijo Taehyung — lamento que te hayas enterado de esta manera, pero Min te es infiel conmigo desde hace un buen tiempo y nunca sintió lástima por ti. — el chico no dijo nada más, solo tomó sus cosas y se fue.

— Yoongi...— Jungkook dejó que las lágrimas comenzaron a salir.

— no le creas, amor, te juro que eres el único en mi vida, jamás existió alguien más entre nosotros, siempre te amé a... — lo último que sintió fue la cachetada que Jungkook le brindó, sin dejarlo terminar de hablar.

— no vuelvas a acercarte a mí. — tomó los brazos de sus dos acompañantes y salió del lugar sin decir otra palabra más.

Subieron al coche con intenciones de hablar con el menor, cosa que decidieron no hacer por la mala situación del chico, hasta que llegaron a casa de Jungkook.

El menor seguía sin hablar, sólo bajó del carro en silencio y entró a su casa con los chicos siguiéndolo.

— seguro tienen hambre, iré a preparar algo. — Yug se dirigió a la cocina, dejando a los chicos solos sentados en el sillón de la sala.

— no llores, lindo, él no merece tus lágrimas, no merece nada de ti. — dijo abrazando a Jungkook y acariciando su cabello.

— pero yo lo quería.

— lo sé, pero no te merece. — siguió acariciando los cabellos del menor mientras éste sollozaba aún más.

— debí hacerles caso, ustedes solo intentaban ayudarme, me advertían porque me querían y yo sólo los ignoré. — Jimin limpió las lágrimas del menor y se alejó para poder verlo.

— no te preocupes, Jeon, está bien. — sonrió y volvió a abrazarlo.

El menor logró calmarse después de un rato y aunque estuvo callado, tenía una dura batalla en su cabeza por lo que quería hacer en un momento como este.

— Jimin hyung — se separó del mayor para mirarlo.

— ¿sí? — respondió tomando la mano de Jeon para acariciarla.

— ¿podrías...? — susurró. — olvídalo, realmente no tiene importancia.

— no, lindo. Pídeme lo que quieras, claro que importa. — sonrió.

— entonces... ¿podrías besarme? — el mayor se sorprendió pero igualmente asintió.

En realidad, Jimin estaba nervioso, al igual que Jungkook, pero ambos estaban deseando demasiado este momento y no iban a negarse. Juntaron sus labios perdiéndose en la dulce armonía de sus labios moviéndose lentamente.

Se separaron después de un rato.

— estás sonrojado... — habló Jimin.

— ¿qué? no es cierto. — dijo tocando sus mejillas.

— eres muy lindo. — Jimin volvió a juntar sus labios, está vez dejó que las manos de Jeon se aferraran a su cintura mientras el rubio acercaba más al menor poniendo sus brazos alrededor de su cuello.

— ¡Oigan! — dijo Yug saliendo de la cocina, obligando a ambos chicos a separarse. — respeto por favor. —Ambos chicos rieron. — la comida está lista.

Los chicos asintieron y se levantaron sin decirse nada dirigiéndose al comedor.