57

58 14 26
                                    

Le pongo mi mano en su hombro, dibujo una sonrisa en mis labios y entono una sosegada voz.

—Gracias por confiarme el secreto. Eres una gran persona, y sé que no te pasará nada. —Digo, intentando más bien convencerme a mí mismo.

Estaré ahí para apoyarla, da igual que suceda.

Chocolate caliente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora