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- Yo... nunca se lo he dicho a nadie, exceptuando claramente a Ylleta, y espero que esto no salga de aquí- dice, mirándome seriamente- yo tengo una enfermedad renal importante. La intoxicación de Ylleta no fue real. Todos los días que llegaba llorando, era por esta razón. -Coge aire- E inclusive un amigo mío que había ido a esa cafetería antes que yo; me decía que te extrañaba su silencio. Bueno, pues ahora ya sabes la razón.


La miro expectante, sin entender lo que me acaba de decir. Esto es un problema muy grande.

Chocolate caliente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora