58 (¡Por fin!)

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Mi nombre suena por toda megafonía,  mientras una enfermera llega a la sala indicandome que pase.

—Seguiremos hablando, Marina. Seguiremos hablando. Quiero que me cuentes la verdad.

Y, sin decir más, desaparezco en la consulta.

Chocolate caliente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora