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16

Denbrough y Donovan se dirigían a la casa de Beverly Marsh, Maine, Zona 2.
Pasaron por la torre-depósito de Derry, grande y blanca como uno imagina las túnicas de los arcángeles y una bandera de Estados Unidos flameante justo al frente. Los chicos se detuvieron y la miraron, desde allí se podían ver Los Barrens. Tragaron saliva y siguieron con su camino, esta vez más rápido, un mal presentimiento.

~

En esos momentos Beverly ya esta lista para ir con sus amigos. Estaba arreglada y llevaba colgada su mochila. Se dirigió a la puerta pero la voz de su padre entre las sombras la detiene.

- ¿A dónde vas tan arreglada? - pregunta el señor Marsh

- A ningún lado, papi. - responde

- Entonces, ¿por qué estás tan arreglada? -

- Yo me veo así siempre. Siempre me arregló así, todos los dias. -

- Ven. - la llama con un gesto

La chica deja su mochila en el suelo y temerosa se acerca a su padre. Este le extiende la mano y ella la toma.

- ¿Estás haciendo actividades de grande en el bosque con los chicos? - la pregunta la toma de imprevisto

—

No, no nada. No te preocupes te lo prometo. — respondió con vos entrecortada, trató de soltar la mano de su padre pero este se aferró a ella

— ¿Qué es esto? — le pregunta en un susurro.

Al Marsh saca la estampilla con el poema que Ben había escrito para su hija. Beverly la mira.

— No es nada, solo un poema. —

— ¿Solo un poema? Pero lo tenías en tu cajón de ropa interior. ¿Porqué tendrías que esconderlo ahí? ¿ Aún eres mi niña ?—

Beverly tironea una vez más pero su padre se aferra esta vez muy fuerte a ella.

— No. — lo encara la chica

— ¿Qué dijiste? — pregunta entre dientes

— ¡DIJE QUE NO! —

~

Bill y Rose llegaron al departamento donde vive Beverly. Dejaron sus bicicletas en el suelo y caminaron hacia la casa de la chica. Al llegar la puerta estaba abierta, Rose se asoma y no ve a nadie. Bill mira el living y ve varias cosas tiradas. Ambos se miran y se caminan rápido hasta el pasillo.

— Beverly — la llamaba Rose en susurros — Bev, ¿estás ahí? —

La chica camina hacia la habitación de su amiga y Bill se encamina al baño al ver la puerta abierta.
A paso lento él se acerca, apoya su espalda contra la puerta abierta al ver al señor Marsh tirado en el frío suelo con sangre salir de su cabeza. Mira el techo del baño y había un mensaje Morirás si vienes.
El chico da marcha atrás.

— ¡BILL! —

~

— ¡Hey, Richie! —

— Oh, eres tú. ¿Ves a ese de allí? — apunta a un personaje del vídeojuego — Pienso que eres tú. — aprieta con fuerzas los botones.

— Richie... — lo vuelve a llamar Bill pero el mencionado se concentra en su videojuego — Eso tiene a Beverly y Rose. —