Capitulo 18 - Apuesta

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En algún lugar desconocido un Dios y un Dragón estaban teniendo una discusión

-¿Enserio le darás ese titulo?- pregunto el Dragón al ver el titulo que su amigo estaba a punto de darle a Emilya

-Bueno no crees que es divertido burlarse de ella?

-No veo que hay de divertido en molestarla, solamente te ganas su ira

-No es como si pudiera hacerme algo- dijo con una sonrisa, mientras miraba a su gigantesco amigo

-¿Y si no cumple con tus pedidos debido a su enojo?

El dios se sorprendió ante la pregunta de su amigo, pero luego de considerarlo nos segundos le respondió

-Mmm no creo que lo haga, ciertamente estará enojada y probablemente quiera golpearme, pero cumplirá con su promesa, no es del tipo de persona que rompería su promesa- la sonrisa que le mostró a el Dragón era una de absoluta confianza en que Emilya cumpliría con su parte del trato

-¿Como lo sabes?- le dio un poco de curiosidad el por que el dios estaba tan seguro de que Emilya cumpliría con su parte del trato

-Revise todo su pasado asi que conozco mas o menos su personalidad- Dijo con orgullo el Dios

-...

-¿Que?- pregunto por el silencio del Dragón

-No es nada- contesto el Dragon

-Ah! ¡Ya se! por que no lo intentas tu también?

-¿Intentar que?- pregunto al no entender bien a su amigo

-¡Dale un titulo! ¡Un titulo!- dijo Con alegría al encontrar una forma mas de molestarla

-¿Para que?- dijo con aburrimiento

-No te da curiosidad saber por que encuentro tan divertido molestarla? si lo intentas tal ves puedas entenderlo- Explico el dios

-¿No quieres solo que te ayude a molestarla?

El Dragón miro directamente a los ojos del Dios

-Jaja como crees solo quiero que comprendas la grandeza de molestar a alguien- dijo mientras evitaba mirar a los ojos de su amigo

-(suspiro) Como siempre eres malo mintiendo jeje- rió al ver el inútil acto de su amigo

-Guh- como si comiera algo agrio su expresion cambio- Si no quieres ayudarme solo dilo, no te burles- dijo con cierto enojo dirigido a su amigo

-Esta vez cooperare- Contesto el Dragón a su malhumorado amigo

-Esta bi... espera, ¿dijiste que me ayudarías?- el Dios se sorprendió al ver que su amigo ayudaría

-¿No quieres?- pregunto al escucharlo

-No es eso, solo me sorprendió que decidieras ayudarme, normalmente siempre lo rechazas cada ves que te invito- ya varias veces el Dios lo había invitado a hacer unas bromas, pero el Dragón siempre lo rechazo, nunca espero que esta ves sea diferente

-Solo estoy aburrido- contesto el Dragón, para luego hacer una sonrisa que se vería terrorífica para cualquier persona menos el Dios

-Para hacerlo mas interesante que te parece si hacemos una apuesta?

-¿Una apuesta?- el Dios se sorprendió al escuchar la propuesta de su amigo, no espero que le hiciera una propuesta así

-Si- contesto sencillamente

-¿Que quieres apostar?- pregunto con curiosidad

-Quien logra molestarla mas gana

Al escucharlo el Dios sonrió, pensando que ya gano, después de todo su amigo nunca suele hacer bromas, seria fácil ganarle

-¿Y que apostamos?- pregunto con una leve curiosidad de que ganaria

-Si pierdo te dejare elegir cualquier cosa que quieras de mi tesoro

-¡!- al escucharlo El dios se sorprendió 

A los dragones por naturaleza les gustan las cosas valiosas y el Dragon frente suyo es uno que ha vivido millones de años, debe de tener muchas cosas invaluables

-Y si tu pierdes podre tomar cualquier cosa tuya- dijo con una sonrisa el dragon

El Dios lo considero durante unos segundo

-...Esta bien acepto- el Dios pensó que su amigo solo aposto por capricho, un articulo menos en su tesorería no debe de ser mucho para un Dragon como el

Seguro de su victoria contra el aburrido Dragon que probablemente nunca haya hecho una broma sonrió

-Bien tu empiezas- dijo el Dragon

-Ok

El Dios le dio el titulo a Emilya luego de que ella revisara su nuevo titulo era obvio que estaba muy molesta, al ver su reacción el Dios asintió con orgullo y hablo a su amigo

-Supera eso amigo jeje ya quiero ver tus tesoros- dijo mirando a su amigo y pensando en que pediria

-No te apresures aun falta mi turno- dijo con un tono alegre, diferente a su calmada y atemorizarte voz

-¡Ja! enséñame lo que puedes hacer vejete- dijo mirando al Dragon con millones de años

-Aun te falta experiencia, mira como se hace- dijo con un tono arrogante, muy raro en el

El dios se preocupo por el raro orgullo que su amigo mostraba

Entonces el Dragón le dio el nuevo titulo a Emilya, durante unos minutos Emilya se quedo viendo su estado para luego correr hacia el bosque

-(suspiro) jaja  ni siquiera se enojo por tu titulo- dijo con una risa festejando su victoria- ¿ademas que fue el titulo que le diste?

El Dragón se negó a decirle el titulo que le dio a Emilya, usando su poder de Dios podría descubrirlo fácilmente, pero siguió los deseos de su amigo y no lo miro aun

-Aun no termina, sigue mirando- dijo señalando a Emilya corriendo en el bosque

El Dios no entendió lo que su amigo decía, pero obedeció y miro a Emilya

-¿Mm? ¿Por que se adentra en el bosque?- pregunto con curiosidad al ver las acciones de Emilya

-Ya lo veras jeje- dijo riendo el Dragon

El Dios solo siguió mirando a Emilya caminar en el bosque, el Dios frusio el seño ya que si seguia corriendo hacia esa dirección se encontraría con una tribu de orcos

-Bueno con su velocidad podría escapar con facilidad- dijo pensando el la fuerza actual de Emilya

De acuerdo con las predicciones del Dios Emilya se encontró con la tribu de orcos, pero había una cosa que no estaba en sus predicciones, la cara inexpresiva que tenia Emilya asta ahora cambio a una gran sonrisa y su intimidaci... no su instinto asesino inundo el entorno y dijo

-No puede golpearlo a el, pero ustedes servirán para liberar mi ira un poco

Luego de esas palabras lo que susedio solo se pudo describir como un genocidio, por un momento hasta el Dios sintió un poco de lastima por ellos

-Así que ¿Que dices?- dijo el Dragon burlándose de su amigo

-.........Perdí- fue lo único que pudo decir después de todo obviamente el titulo que le dio su amigo la había enojado mucho mas que el suyo

-Jajaja entonces supongo que puedo reclamar mi objeto- Dijo con alegria

-... si

En ese memento el Dios juro nunca volver a apostar

Una Aventura En Otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora