Alex y Sarah estaban en el patio mientras comían sus sandwiches y hablaban de tonterías. Su amiga ya estaba al tanto de lo ocurrido con Harry y todo lo que había pasado la semana anterior, quería un consejo para ahuyentar a ese chico con rulos que la seguía a todos lados y no dejaba de acosarla.
Al lado de ellas pasó Julian con sus amigos y compañeros de equipo, logrando un suspiro de la castaña y que lo mirara con un brillo de enamorada en los ojos. Sarah, viendo a su amiga de esa forma y siendo compañera de química de Julian, lo llamó y lo invitó a almorzar con ellas.
- Hola, chicas -sonrié con su perfecta boca de dientes perlados y lindos hoyuelos en sus mejillas-.
- Hola, mariscal -contestó la rubia-. ¿Quieres un poco?
- No, gracias. Soy alérgico al atún...pero no me ofendería si Alex me ofrece del suyo -la miró con ojos dulcces-.
- Cl...claro, ten -le pasó la mitad de su almuerzo con sus mejillas al rojo vivo-. ¿Có...cómo va el equipo?
- Bien, luego de clases tenemos entrenamiento. Este sábado jugaremos en casa, ¿te veré allí, cariño?
Alex, perdida en los ojos de ese chico, del cual llevaba años enamorada, se encontró comparando los hoyuelos de Julian con los de aquel chico que había arrebatado su virginidad y la acosaba constantemente. Sacudió la cabezaa, intentando quitar esos pensamientos de su cabeza y concentrarse en el chico a su lado, asintiendo a su pregunta.
Luego de diez minutos más de receso, todos volvieron a sus respectivas aulas. Alex se sentó en su asiento habitual y a los pocos segundos su teléfono comenzó a vibrar golpeteando su escritorio. Abrió el mensaje viendo que era un número desconocido y casi se cae del asiento, era una foto de ella con Julian en el receso de no hacía mucho tiempo y debajo una frase: "te dije que eres mía...no te acerques a Julian, no es de fiar" . Harry. Ese chico no conocía límites.
Las clases fueron pasando normalmente, con sus materias pesadas y entretenidas, y en la salida Julian se encontraba en frente de su aula esperándola. Tomó su bolso y la acompañó hacia la salida del instituto antes de ir a entrenar.
- ¿Quieres ir conmigo luego del partido a la fiesta de Chaze?
- ¿Yo?...Emmm...no lo sé...
- Vamos, ven conmigo. Es como si fuera nuestra primera cita
- Yo...
- ¡Alex! -interrumpió una voz ronca cerca de ella-. Te estaba esperando, cariño. Julian, es bueno verte
- Harry -dijo hóstil-.
- Voy a serte sincero, niño. Aléjate de ella. Es mía
- ¡Harry!
- Ya veremos si es tuya...amigo
Sonriéndole dulcemente a la castaña, se alejó corriendo hacia las canchas de fútbol americano donde el equipo se veía ya corriendo. Se volvió hacia el chico tatuado detrás de ella y lo fulminó con la mirada para luego caminar a su lado y dirigirse hacia su casa, pero no llegó muy lejos. Harry la tomó de la cintura colocándola sobre su hombro y llevándola hacia su auto.
Comenzó a patalear como loca, gritándole de todas las cosas que iba a morirse mientras que el chico abrochaba el cinturón y se dirigía hacia el lado del conductor, para luego salir del aparcamiento y comenzar a conducir hacia un rumbo desconocido por Alex.
Ella se mantuvo callada durante todo el recorrido escuchando "Light my fire" de The Doors que estaba a todo volumen. Se dio cuenta del lugar donde estaban cuando Harry estacionó el auto en la entrada de una vieja casa.
- ¿Por qué estamos en tu casa? -preguntó confundida-.
- Baja y entremos, quiero hablar contigo
- ¿Sobre qué?
- Ven, entra
La guió hacia la barra de la cocina y la hizo sentarse en el taburete para luego ofrecerle una bebida sin alcohol, se sentó frente a ella dándole varios sorbos a su cerveza.
- ¿Vas a decirme qué ocurre?
- Mira, solo quiero que sepas con quien te estas metiendo si sigues viendo a Julian. Alex, cariño, no es de fiar
- ¿Y tu si? Apenas te conozco, Harry. No sé nada de ti
- Pero eso se soluciona fácil. Preguntame lo que quieras, te diré todo lo que quieras saber sobre mí.
Se la pasaron hablando durante toda la tarde, viendo que ya estaba oscureciendo decidió enviarle un mensaje a su madre avisándole que dormiría en la casa de su amiga, acordando con Jessi que avisara eso si llegaba a llamar su madre preguntando por ella.
Pidiéndole ropa prestada al chico de rulos, entrando en el baño para quitarse su ropa y cambiarla por una camisa blanca que apenas y cubria su trasero. Salió hacia la saca, sentándose al lado de Harry y miraron televisión mientras seguian hablando de sus vidas y conociendose cada vez más.
A la hora de la cena, estaban codo a codo preparando carne asada al horno y unos omelettes con quedo y jamón riendo de tonterías. Alex jamás imaginó estar así con ese chico que hacía tan solo unas semanas que conocía, pero después de haber hablado todo el día, parecía que hacía años que él estaba en su vida.
Al momento de irse a dormir, ambos estaban parados frente a la cama en la habitación del tatuado. No sabían cómo iban a hacer para dormir, por lo que decidieron cada uno tener su lado de la cama, ya que esta era king size. No fue una buena idea...hasta cierto punto. En medio de la noche, Alex se movió de tal forma que su cuerpo quedó encima del de Harry, su pierna sobre su zona pélvica y los brazos alrededos del torso.
- ¿Estás despierta, Alex?
- Si, no puedo dormir
- ¿Sabes? Siento que te conozco desde hace años
- Me ocurre lo mismo -susurró contra su pecho-.
Harry la levantó para quedar a la misma altura de su cara, mirándola fijamente, y luego estampó sus labios contra los suaves de ella, sintiendo lo mismo que sintió cuando la besó por primera vez. Sentía que estaba en casa cuando la tenía entre sus brazos. Los besos iban aumentando de tono y las manos de Harry pasaban de la cintura de la chica hacia su trasero por debajo de la camisa tocando sus nalgas piel con piel.
Tenía una erección de caballo y no estaba seguro de seguir adelante o parar todo allí mismo.
Su determinación quedó a un lado cuando la mano de Alex se posó sobre su pene frotándolo suavemente.
- Alex, cariño, si sigues así lograrás que me corra
- Pues hazlo
- Preferiría estar dentro de tí
La dio vuelta quedando sobre ella, besándola en la boca y en el cuello, ayudándole a quitarse la camisa y reteniendo la respiración al ver sus senos al descubierto. Sin sostén.
- Eres tan hermosa
Terminó de quitarle la ropa, llevando sus dedos a la zona íntima de Alex y dándole placer, estimulándola e intentando que su segunda vez juntos remediara el desastre de la primera vez.

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Monster #WATAwards
Fiksi Penggemar¿Qué se puede esperar de un encuentro entre una chica de 17 años y un hombre de 22? Para empezar, la diferencia de edad. En segundo lugar, la personalidad de él. Alex Whitmann fue salvada por Harry cuando unos hombres quisieron asaltarla a la salida...