Una vez terminada la degustación, Ayano recordó la advertencia de su profesora, por lo que se acercó al joven pastelero para pedir su ayuda, el cual en absoluto se negó.
—Lamento haberte metido en un problema —dijo tímidamente mientras avanzaba por el pasillo.
—Tranquilo, no es la gran cosa —respondió con simpleza Ayano, sacándola una sonrisa aliviada al castaño.
Cuando llegaron al salón, Amao hablo con la profesora, quien ya conociendo su fama impulsiva, solo suspiro resignada y le dio una advertencia, librando a ambos de un castigo. Fue hasta momento cuando Ayano supo el nombre de su acompañante, Amao Odayaka, el líder del club de cocina, reconocido por su dedicación en el estudio y carácter dulce, lo que falicito resolver el problema.
Cuando las clases acabaron, todos los alumnos salieron del instituto con normalidad, momento que Ayano aprovecho para seguir a su amado Sempai hasta que sus caminos a casa se separaban. Sentía este diario recorrido como algo íntimo, en el interior de su retorcida mente, se había vuelto casi un acto romántico, a pesar de que el joven pelinegro no era consciente de la furtiva mirada de su admiradora.
Una vez en su hogar, Ayano decidió indagar un poco en quien era el curioso chico que había "conocido" antes en el patio, descubriendo que se trataba de Kizano Sunobu, líder del club de teatro y arte dramático. Tenía fama de ser vanidoso y altanero, pero académicamente era un estudiante promedio.
Dudó un momento, pensando en las probabilidades para que en un mismo día haya conocido a dos líderes de clubes. Tal vez se trataba de una pequeña broma del destino, pero estaba segura que aprovecharía este golpe de suerte.
Instituto, 7:22 am.
Por la mañana, durante todo el recorrido hasta el instituto, Ayano pensaba cuidadosamente en como acercarse a su Sempai, tomando en cuando la causalidad de ayer, tenía un pequeño puente para lograrlo.
Pero dichos pensamientos de vieron opacados cuando llego a su salón, encontrándo en el a alguien nuevo.
—Buenos días, estudiantes —dijo elocuentemente el extraño—. Antes de iniciar el día, me presentaré.
El alto hombre se apartó del escritorio en el cual estaba recargado, dando vagos pasos hacie el frente con una ligera sonrisa.
—Mi nombre es Mido Rana, soy su nuevo profesor —explicó—. Lamentablemente, su antigua profesora tuvo que retirarse abruptamente por un tiempo, así que tomare su lugar hasta nuevo aviso.
El hombre de movía con evidente confianza y carisma, encantando a todas las alumnas en el salón, exceptuando, por supuesto, a la peculiar Ayano, a quien simplemente le pareció un cambio sin más al cual debería aprender a adaptarse.
Esta disonancia fue rápidamente notada por Mido, quien en un inicio, se limitó a dar ligeras miradas a la pelinegro durante las clases, pero su impulso acabo por ser más fuerte, llamándola en el momento que el timbre sonó.
—Diga, Rana-Sensei —exigió Ayano, mirando al profesor mientras se cruzaba de brazos.
Había una clara expresión de impaciencia en el rostro de la chica, llamando aún más la atención del nuevo docente.
—Eres muy atenta en clase —inició, con un tono relajado—. Lo noté.
La mirada del hombre se movió rápidamente en un recorrido por todo el cuerpo de Ayano, deleitándose con lo atractiva que era, pero negándose a repetir tal acto para evitar ser descubierto.
—¿Y eso es malo? —cuestionó ella confundida.
—Para nada —aclaró Mido—. Por el contrario, me gusta, demuestra que tienes interés por aprender, incluso, si eres dedicada, podría darte tutoría avanzadas, te concedería algunos privilegios.
Al escuchar la palabra "privilegios", una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Ayano, gesto que fue correspondido por el profesor.
Tener una buena reputación entre los profesores la haría menos sospechosa en caso de que alguno de sus planes fuera descubierto, descartando la como sospechosa.
—Me alegra escucharlo, Rana-sensei —dijo Ayano con dulzura—. Haré mi mayor esfuerzo por cumplir con sus expectativas —agregó entusiasta, junto a una ligera reverencia.
Mido sonrió ampliamente ante la respuesta de la chica, era evidente cuanto le animaba el haber encontrado a una dedicada estudiante que demostrará dedicación, sumada a su belleza, solo la volvía cada vez más atractiva a sus ojos.
—Me complace su entusiasmo, señorita... Espero que sea siempre tan optimista como ahora.
—Lo seré, Rana-sensei —le dedico una sonrisa—. Ahora... Si me lo permite, tengo que irme, hay algunas cosas que debí hacer.
Junto a una mirada suplicante, Ayano asumió su papel como buena estudiante, buscando la aprobación del hombre a pesar de su impaciencia.
Fue efectivo, pues género un pequeño choque en el interior de Mido, obligándolo a aclarar su garganta para volver en sí, antes de asentir.
—Por supuesto, puedes retirarte.
Ayano suspiro suavemente y camino fuera del salón, siendo seguida por la intensa mirada de Mido, quien no pudo evitar morder suavemente su labio mientras lo hacía, teniendo una fugaz imagen apareciendo en su mente que se obligó a detener.
Patio trasero del Instituto, 3:12 PM.
Era hora de la clase de educación física, así que después de cambiarse, Ayano y sus compañeros de clase estaban reunidos frente a la pista para correr, a la espera de la profesora.
En su lugar, un chido de cabello rubio y piel bronceada avanzó hasta ellos, mientras sonreía suavemente.
—La profesora se encuentra en una reunión en la sala de maestros, así que me pidió a mi hacerme cargo de su clase por hoy —explicó el chico—. Soy el líder del club de natación, Osu Rito.
• • •Holi! Soy la escritora, estoy editando la historia para darle un nuevo y mejor formato, lamento la desaparición y espero puedan esperarme un poco mientras termino, prometo traer de nuevo esta historia.
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Fuera de lo común [Ayano Aishi x Male Rivals] (Editando)
FanficAyano Aishi es una chica diferente a las demás, pues ella es incapaz de sentir emociones, hasta que conoció un chico que le hizo sentir amor, dulzura, timidez, alegría, pero también celos, odio, furia, y ganas de matar. Así que ella intentara aleja...