Capitulo 4

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Ethan, desde aquel día, se volvió considerablemente más atento conmigo. Ya no fingía que no intentaba coquetearme; simplemente comenzó a darme besos de despedida, a invitarme a citas y a tratar de conquistarme a su manera, de una forma bastante cursi. Esto me agotaba tanto física como mentalmente, ya que no estaba acostumbrado a ese tipo de atención. Sin embargo, Ethan se volvía cada día más insistente en obtener respuestas de mi parte.

Aparte de eso, mi trabajo es agotador y arriesgado. Aunque pueda ser un profesional, necesito estar completamente centrado cuando estoy trabajando. Pero con Ethan en mi mente, llegaba a un punto de cansancio increíble. Al menos, mi trabajo me permitía liberarme de todos los sentimientos que me atormentan día a día. Escuchar el crujir de los huesos de mis víctimas con un solo golpe, sentir su sangre aún caliente entre mis colmillos y ver el terror en sus ojos al darse cuenta de que su vida está por terminar realmente alegra mis días.

Desde hace cinco años, cuento con un par de ayudantes que hacen que todo sea más fácil para mí. Gracias a ellos, Ethan no puede atraparme, siempre estamos dos pasos adelante que él.

Beelinda es una cabra, más como una secretaria. Ella se encarga de conseguirme clientes y verificar si lo que piden y lo que están dispuestos a pagar es conveniente. Lo que me impresiona de ella es que sabe que trabaja para un asesino, pero no le importa mientras le pague. Está dispuesta a hacer cualquier cosa, pobre campesina inocente.

Pero, por otro lado, está Ash, él es un mapache. Él me advierte sobre las acciones de los policías y me consigue todos los recursos que necesito para mis trabajos, como armas, información sobre las víctimas y muchas cosas más.

Ambos están dispuestos a dar sus vidas por mí, porque según ellos, les di la segunda oportunidad que nadie más quiso darles... Y ¿por qué cuento todo esto? No lo sé, simplemente me agrada saber que tengo a dos ingenuos a mi completa disposición.

 Y ¿por qué cuento todo esto? No lo sé, simplemente me agrada saber que tengo a dos ingenuos a mi completa disposición

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Lamentablemente, es otro día más, y otro día aún más agotador... cuanto odio esto. Estábamos desayunados tranquilamente como cada mañana, Ethan y Max terminaron antes que yo.

—Alex ya me voy a ir a trabajar, dejaré en el camino a Max en la escuela, ¿no quieres que te acerque a tu trabajo?. —preguntó mientras se arregla la camisa y su placa de policía.

Lo miré seriamente, verlo con su uniforme me da muchos sentimientos encontrados, tanto buenos como malos. —No gracias Ethan yo iré solo, como siempre.

—Oh Alex, muy pronto será el día de llevar a tu hijo al trabajo... Por qué no me llevas al tuyo solo por esta vez, siii.... —Dice Max acercándose a mi muy feliz, su cola se movía tan fuerte que meneaba todo su pequeño cuerpo.

Ayyy... mi pequeño cachorrito tan inocente, no me gusta negarle nada, pero tristemente en esto siempre tengo que hacer una excepción.

Acaricio sus mejillas con ternura —Lo lamento Max, pero no, solo serias un estorbo. Además, que mi trabajo es de campo, ósea, que trabajo en exteriores y no quiero traerte y llevarte como un saco de papas... ¿Entiendes?

Mistakes (Furry_Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora