Miraba las hojas de solicitud de empleo con cansancio y aburrimiento, eso era lo que hacía en todo el mes, todos los días de la semana, las 8 horas de trabajo que corresponden a cualquier empleado. Estaba cansado de su vida, pero a pesar de tener la presión de su jefe, el papeleo cada día que arribaba a su oficina, los insultos de sus compañeros de trabajo, había algo en su vida que le impedía abandonar semejante trabajo tan horrible y eso era, una sonrisa. La sonrisa de su pareja al llegar a casa era lo que lo mantenía ahí sentado revisando cada solicitud, cada papel que llegaba a la puerta de su oficina aunque fuese una tortura, todos los días él estaba ahí trabajando sin falta.
-¿Ya le avisaste que te quedaras tiempo extra? –Hablaba recargado en la puerta de su oficina con los brazos cruzados y un traje con cierta aura de elegancia.
-Agh, no quiero que me lo recuerdes. Tengo que quedarme otras tres horas aquí encerrado en la oficina y todo para comprar el pastel que quiere para la boda –Su voz no podía sonar más cansada, para él ya era frustrante lidiar con las ocho horas de trabajo al día y ahora tenía que quedarse más tiempo en un trabajo que odiaba y con personas que deseaba ver muertas con excepción del que estaba de pie en la puerta y todo para satisfacer las peticiones de su pareja- ¿Vas a ir a comer?
-De hecho a eso vine –Soltó una sonrisa al escuchar el ruido que provenía del estómago de su amigo- Vine a ver como estabas en tu casa de papel –Su mirada recorrió por completo la oficina del pelinegro sentado tras el escritorio lleno de papeles- ¿Vas a querer algo?
-Ahora que lo dices –Miraba el escritorio con algo de decepción al ver que no llegaría temprano a casa y dando un suspiro miro a su amigo- Si, me gustaría-
-Un bigote relleno de cajeta y un café negro –Le interrumpió- Vamos Yoongi, te conozco como la palma de mi mano y también conozco a Jungkook como mi otra palma. Yo sé que él es feliz con cualquier cosa que le compres, no necesitas volver la boda en una fiesta del año.
-Eso piensas tú, Hobi. Jungkook se merece el pastel que quiere, la ceremonia más grande del mundo y al esposo más guapo de todos, pero ese ya lo tache de la lista –Suspiraba con una sonrisa al ver la foto de su prometido en el escritorio. Nada le hacía más feliz que ver a su prometido sonreír.
-Dirás la esposa más guapa de todas –Esbozo una sonrisa al ver el ceño fruncido de su amigo para después dirigirse a la cafetería de la empresa- Ya te lo traigo~ -Alzo la voz al mismo tiempo que iba a la mitad del pasillo.
-La esposa de Jungkook –Dijo en un tono bajo y molesto mientras apretaba el marco de la foto sobre su escritorio. La presión sobre el marco fue aumentando hasta que el vidrio de la foto comenzó a cuartearse.
-Señor Yoongi –Sus palabras provocaron que el pelinegro soltara la foto y dirigiese su mirada hacia él. Él, era un joven rubio con una cara bastante inocente y unos pómulos que fomentaban su rostro de inocencia. Vestía un traje elegante y bastante llamativo por ese color rosa que pintaba su saco, corbata y pantalón de vestir- Lamento interrumpirlo, pero estoy aquí por el trabajo –Abrazaba una carpeta rosa al mismo tiempo que mordía su labio inferior al ver como el pelinegro recogía los papeles sobre su escritorio y los colocaba en el suelo.
-No hay ningún problema –Soltó una pequeña sonrisa al ver que el joven en la puerta temblaba- Siéntate –Señalaba con su mano el asiento frente a él y tomaba la carpeta que el rubio le entregaba- Supongo que es tu primer trabajo, por eso estas tan nervioso –Abrió la carpeta comenzando a inspeccionar cada documento de ella.
-Lamento decirle que supuso mal –Recargo su espalda en la silla, cruzo sus piernas y miro con atención a quien revisaba su carpeta- Esta es mi quinta entrevista de trabajo –Dijo con seguridad recorriendo con su mirada el lugar.
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Vindicta //Yoonmin//+18
FanfictionJimin desea vengar al amor de su vida pero nadie le dijo que esa venganza lo volvería mas feliz, que esa venganza lo llevaría a conocer a Yoongi, el novio de su peor enemigo.