Vindicta //Yoonmin//+18

Capitullum XV

Estaba sentado en las escaleras de su casa mientras esperaba a su taxi. Ya no había razón por la cual tenía que quedarse en la ciudad. No iba a soportar trabajar con Suga después de lo que habían pasado. Sus maletas estaban bajo sus pies. Miro las paredes de su casa con tristeza. Le iba a doler mucho abandonar la casa que Namjoon le había construido. Cerró los ojos intentando recordar a Suga, aunque su recuerdo le dolía en lo más profundo de su corazón se rehusaba a creer que todo con él había terminado. Su puerta fue golpeada repetidas veces, parecía que querían tumbarla. Se levantó con rapidez y abrió la puerta pensando que su chófer había llegado. No puedo describir lo que sintió cuando vio a Suga de pie frente a él. Su aspecto era desarreglado, cansado y hasta jadeaba. Sus emociones se revolvieron por completo, al verlo lo único que hizo fue darle un fuerte abrazo. Suga solo miró el suelo en silencio hasta que respondió a aquel cálido abrazo. Sintió unas fuertes ganas de llorar al ver el cuello completamente vendado del peli naranja pero él era fuerte.

-Oh, Suga –Hundió su rostro en el pecho de su enamorado. Pudo sentir como la tranquilidad invadió su corazón. Sabía que si Suga estaba ahí era por algo- Pensé que te ibas a ir con Jungkook, pensé que tu...

El corazón de Jimin se retorció al ver la mano del pelinegro sangrar. Se alejó con rapidez mientras intentaba entender porque su mano estaba en ese estado. Lo peor se le vino a la cabeza. ¿Acaso Suga fue capaz de asesinar a Jungkook? Negó con su cabeza intentando borrar esos malos pensamientos que se formaban en su mente. Yoongi miró como las piernas del peli naranja comenzaban a temblar. Miró su mano con cansancio intentando pensar en que decir.

-Abandone a Jungkook cuando estábamos a punto de irnos. Lo deje en la carretera rumbo al aeropuerto –Se limitó a decir intentando tranquilizar a su nuevo novio quien aún tenía una expresión de miedo en su rostro- Jimin tienes que confiar en mí. Esta vez no te voy a hacer esperar...

-Lo hago pero, ¿que pasara con todo esto? –Miró con preocupación al cansado chico. Estaba cansado emocionalmente de las vueltas que daba su supuesta relación. Lo único que quería era alejarse de todos, de todos menos de Yoongi.

-Esto se quedara atrás. Es hora de que empecemos a pensar en nosotros, es hora de dejarnos ver juntos –Menciono mientras se acercaba al peli naranja. Tomo sus manos mientras cruzaba los ojos con aquella persona que se había convertido en su todo- Vámonos –Pudo ver como los ojos de su enamorado se iluminaron cuando dijo eso. Jimin no respondió nada, con un simple beso le había dado su respuesta a Suga. Al fin era su oportunidad para ser felices.

El taxi que esperaba Jimin llegó unos minutos después. Las maletas fueron guardadas en el maletero. Los nuevos novios estaban sentados en la parte trasera del auto. Cuando el taxi condujo tomo la misma ruta que Suga había tomado cuando se dirigía al aeropuerto. Las luces rojas, blancas y azules hicieron que el taxi fuera un poco más lento. La camioneta de la que Suga se había bajado estaba rodeada por policías, el taxi se limitó a rodear el escenario de los polizontes. En el momento en que pasaron al lado de la camioneta, Jimin pudo percatarse de lo que había ocurrido. Los vidrios de la camioneta estaban salpicados por gotas de sangre, la policía estaba ahí para revisar la escena del crimen. Su estómago se retorció al recordar que era el mismo sitio en el que Yoongi había dejado a Jungkook. Subió su mirada para toparse con la de Suga, quien solo se quedó callado en todo el recorrido. Jimin pensó que Suga había asesinado a Jungkook pero no le importo mucho. Ya había perdonado lo imperdonable, ya no era difícil para el perdonar y menos cuando se trataba del nuevo amor de su vida. En ese momento comenzarían su vida juntos, en ese momento por fin había sentido que la muerte de su Namjoon había sido vengada.

~*~

-¡Oficial Jin! Han pasado dos semanas desde que el cuerpo del Señor Jungkook fue hallado en la camioneta y aun no tenemos al asesino. Todo apunta a que fue el esposo que aún está desaparecido –Golpeó la mesa donde se encontraban reunidos los policías de la ciudad. La estación de policía tenía dos semanas trabajando en el caso y aun no se hallaban pistas concretas sobre el asesinato.