HAPPY DINO'S DAY <3
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Sonó el timbre y me levanté automáticamente del pupitre, empecé a meter todas mis cosas en la mochila a todo correr y salí por la puerta después de despedirme de mis amigas.
Mientras me adentraba en el parking de mi instituto y salía de las instalaciones palpé mi bolsillo en busca de mi cartera.
Cuando la encontré la saqué para ver si los 300€ (digamos que en un universo paralelo en corea se paga con euros) que tanto tiempo me habían costado ahorrar seguían ahí, efectivamente, no había sido un sueño lo había logrado. Por fin podría comprarme el tocadiscos y el vinilo que durante tanto tiempo había soñado en lograr.
Mi familia era bastante grande y mis padres no tenían sueldos muy altos así que no solía sobrar mucho dinero para comprarnos caprichos pero yo había estado haciendo trabajos por el barrio a cambio de dinero y llevaba ahorrando durante bastante tiempo para poder comprarme el tocadiscos y por fin había logrado conseguir todo el dinero necesario.
Volví a guardar el dinero en mi cartera y empecé a caminar por las calles de Seúl, las cuales estaban repletas de gente de todos los tipos, hasta llegar a mi destino.
"MARTIN'S VINILOS"
Entre como todas las tardes, saludé a Martin que era el propietario de la tienda y amigo de mis hermanastro (por eso creo que me dejaba pasar horas ahí escuchando discos sin comprar nada) y fui al fondo de la tienda donde se encontraban los tocadiscos.
Cogí un carrito que había en una esquina y cargué el tocadiscos al que le había echado el ojo. El modelo era azul cielo y algo pequeño y por suerte también era bastante económico.
Después me fui a mi pasillo favorito de discos, donde me pasaba todas las tardes y empecé a buscar el álbum que quería.
Pasé rápidamente por todos los estantes hasta llegar al que buscaba, THE BEST OF MICHAEL JACKSON estaba en uno de los estantes más altos, puesto de tal modo que se podía ver desde cualquier parte de la tienda.
Me puse de puntillas y agarre el vinilo. Pero algo me impidió llevármelo. Me giré y vi que un chico de mi edad, guapo y con pelo rubio estaba agarrando el otro extremo del vinilo.
-Yo lo he visto antes.-dije antes de que el pudiese decir nada.
-¿Ah si?-preguntó este mientras me lanzaba una sonrisa de lado-Porque estas hablando con uno de los mayores fans y le llevo echando el ojo a este vinilo desde que lo trajeron.
-Yo no diría eso tan rápido.-dije yo y entonces el chico arrancó el vinilo de mis manos.
Miró el vinilo y luego me miró a mi y a continuación se mordió el labio cosa que me puso sorprendentemente bastante nerviosa.
-¿Qué haces?-dije ya con un tono de voz más nervioso-Dame eso.
-Hacemos una cosa,-empezó a decir él-Te doy el vinilo y lo compras, a cambio de que me lo dejes escuchar en mi casa esta tarde.
-Ya, y ¿cómo se que me lo devolverás?-pregunté alzando una ceja.
-Puedes venir a mi casa y escucharlo allí conmigo.-dijo este acercándose a mi-Y luego te lo llevas para tu casa y todos somos felices.
-Eres un desconocido, no pienso ir a tu casa.-dije yo.-Encima no me parece justo que yo pague todo el vinilo y tú lo escuches gratuitamente.
-Pues te pago un cuarto de lo que cueste.-dijo este mientras me daba el vinilo por fin.
-Sigues siendo un desconocido y siempre cabe la posibilidad de que puedas ser un asesino en serie.-dije yo supersticiosa.
-¿Como te llamas?-preguntó de repente el chico.
-___
-Bonito nombre, yo me llamo Lee Chan pero todo el mundo me llama Dino.-dijo tendiéndome la mano-Ahora ya no somos desconocidos.
-No basta con saber el nombre para dejar de ser desconocidos.
-A los dos nos gusta Michael Jackson, por lo que parece no eres Asiática, vas al instituto y yo estoy a punto de debutar en un grupo de música llamado Seventeen, ¿te basta para no considerarme un desconocido?-Dino apoyó su cabeza en la estantería y me miró haciendo pucheros.
-No.-dije yo, cogí el vinilo mi carrito y me acerqué al mostrador alejándome de Dino.
-Oh venga.-dijo él y empezó a seguirme.
Empecé a pagar a Martin mientras ignoraba a Dino que me siguió y se colocó detrás de mi.
-Son 300€-dijo Martin.
Empecé a sacar mi cartera pero entonces un billete de 50€ fue puesto en mi mano por Dino.
-¿Qué haces?-pregunté.
-A cambio de que me dejes llevármelo esta tarde a casa para escucharlo y que vengas conmigo.-contestó el mientras cogía un mechón de mi pelo y lo ponía detrás de mi oreja cosa que me hizo sonrojarme muchísimo.
Estuve a punto de decirle que no, pero luego pensé en que si el me pagaba ese dinero me sobrarían 50€ con los que les podría comprar algo a mis hermanos pequeños que no solían recibir muchos juegues y entonces decidí aceptarlos.
Sin mirarle siquiera saqué el dinero que faltaba para pagarlo todo y lo puse en el mostrador.
-No sabia que tenías novio.-comentó Martin mientras me cobraba y metía lo comprado en una Bolsa-¿Lo sabe tu hermanastro?
-No, él no...-empecé a decir mientras notaba mis mejillas arder.
-Pues deberías de decírselo, aun que no se si se va ha poner muy contento.
-Em no, me refiero a que él...
-¿Salimos ya?-preguntó Dino de repente interrumpiéndome mientras cogía las bolsas.
-Te veo otro día-dijo Martin-Supongo que pronto pasaré por tu casa.
-Em si adiós.
-Adios.
Salí de la tienda todavía aturdida por la situación tan surrealista que acababa de vivir.
-¿Entonces te vienes a mi casa?-preguntó de repente Dino quien estaba a mi derecha.
-Supongo.
-Entonces ven.-contestó mientras con su mano libre cogía mi mano cosa que hizo que un cosquilleo se extendiese por todo mi brazo y me empezaba a guiar por la calle.
-Puedo llevar yo la Bolsa.-dije yo todavía sin saber si fiarme de él.
-No, tranquila, encima pronto llegaremos a mi coche.
-¿Coche? ¿Cuántos años tienes?-pregunté extrañada, por alguna razón había pensado que tenía mi edad.
-Tengo 18 para 19. ¿Pues?
-Pensaba que tenías 17 o así.-dije y entonces noté que su pulgar se movía rozándome la Palma de la mano haciendo que el cosquilleo que ya sentía se multiplicase.
-No, soy ya más mayorcito. Tu si tienes 17 ¿verdad?
Asentí, entonces Dino se paró y soltó mi mano y empezó a buscar en su bolsillo hasta que sacó una llave de un coche. La accionó y las luces del coche que teníamos al lado se encendieron. Yo no sabia mucho si te coches pero ese tenía pinta de ser caro.
-¿Tienes mucho dinero?-pregunté de repente.
El me miró extrañado como si fuese una pregunta a la que no estuviese acostumbrado a responder, entonces caí.
-Uy mierda, he soñado como una cazafortunas verdad?
-Solo un poco.-dijo mientras se reía y me guiñaba un ojo cosa que hizo que mi cara se volviera a poner roja entonces me abrió la puerta del coche para que yo entrase cosa que hice y esperé en el interior hasta que el entro y se puso en el asiento del piloto.
-L0 siento, solo es curiosidad, veras, mi familia es muy numerosa y no tenemos mucho dinero así que ver este tipo de coches y así suele chocar bastante.
-Tranquila lo entiendo, de echo, el coche no es mío, me lo ha prestado la empresa para la que trabajo.
-antes has dicho algo de que estabas en una banda ¿No?-pregunté cuando el empezó a conducir.
-Si, pero todavía no ganamos nada, estamos a punto de debutar. ¿Y tu que haces?
-Estudio ciencias sociales. Y trabajo cuidando a niños, así es como logré el dinero para el tocadiscos y el vinilo.
Eso fue lo ultimo que dijimos antes de caer en el silencio. Intenté mirar a la carretera, creedme que lo intente pero por alguna razón mis ojos no se podían despegar de Dino.
-¿Te gusta lo que ves?-preguntó de repente.
-Em ¿que?-dije mientras me ponía muy nerviosa y me sonrojaba- No.
-¿Estas segura?-dijo este mientras se mordía el labio.
-Cl-claro que lo estoy, eres un desconocido.
-Pero eso no importa a lo hora de contemplar a las personas.-dijo el y luego me miró notando el color rosado de mis mejillas-Estas muy adorable cuando te sonrojas.-dijo de repente cosa que me hizo sonrojarme más.-¿Qué te gusta hacer a parte de escuchar música?-preguntó.
-Me gusta leer, em montar a caballo...
-¿Montas a caballo?
-Si, mi padre trabaja en una hípica cercana y siempre he ido allí desde pequeña es una de las cosas que más me gusta hacer.
-Guau nunca había conocido a nadie que montase a caballo ¿Y que más te gusta hacer?
-Comer, dormir, leer, salir con mis amigas...
-¿Y con chicos?-no me esperaba esa pregunta así que me giré para mirarlo y resulta que él ya lo estaba haciendo.
-Deberías de mirar la carretera.
-Debería, pero tú contesta a la pregunta.
-No, no suelo salir con chicos. Tampoco hay ninguno que me haya llamado la atención.
-¿Entonces soy el primero?
-No, tú me has medio secuestrado.
-Puedo haberte medio secuestrado pero el otro medio lo has decidido tú.-dijo y me guiñó el ojo.
-Tu si habrás salido con muchas chicas.
-Pues si te digo la verdad, no. Tú eres de las primeras.-dijo cosa que me sorprendió muchísimo.
-Eso es mentira.
-No lo es.-dijo eso y yo alce una ceja-No he encontrado a ninguna chica interesante.
-¿Y yo si lo soy?-nada más decir eso él paró el coche.
-Ya hemos llegado.-salió del coche. Abrí la puerta y salí también. Me giré y vi que Dino me estaba mirando con cara de fastidio.
-Supuestamente tenías que esperar dentro del coche y yo iría a abrirte la puerta.
-Qué caballeroso.-dije y volví a entrar en el coche.
Entonces una sonrisa se abrió paso en su expresión, cruzó por delante del coche,me abrió la puerta y me tendió la mano la cual yo acepté y salí del coche.
-¿Ahora ya estás contento?-pregunté.
-Si-dijo él y puso una carita adorable que me hizo reír-¿Puedes llevar tú La Bolsa ahora?
-Claro.
Entonces cogió mi mano y me encamino hacia la entrada de una de las casas. Eran todas enormes y tenían pinta de ser muy caras.
-Te tratan bien los de tu empresa.-comenté.
-Si, pero tenemos que trabajar muy duro a cambio de esto.-dijo él mientras sacaba las llaves y las introducía en la cerradura.
-Me lo imagino.
Entonces miré nuestras manos entrelazadas y decidí hacer lo mismo que el había hecho antes, empecé a acariciar la Palma de su mano con mi pulgar y observé como el reaccionó mordiéndose el labio, parecía que era un gesto habitual.
Abrió la puerta y entramos en la casa. Lo primero que nos acogió fueron hall enorme, tan grande que podrá ser mi cuarto.
-Deja tus cosas aquí si quieres.
Asentí y dejé en un perchero mi mochila y mi chaqueta.
Dino volvió a tenderme su mano la cual yo acepté y me guió por el interior de la casa.
-¿Ya has vuelto a casa Maknae?-gritó de repente una voz.
-Si Jeonghan ya he llegado.
-¿Has logrado hablar...?-empezó a preguntar otra voz
-Si em estoy ahora con una chica.-dijo Dino que por primera vez en toda la tarde parecía nervioso.
-Ey tíos, Dino está con una chica.-dijo la misma voz en un supuesto susurro y nada más decir eso se oyeron más voces empezar a hablar.
Me giré y vi que Dino estaba poniéndose rojo.
-¿Estas sonrojándote?-pregunté.
-No-contestó el mientras se pasaba la mano libre por el pelo.
Entonces pasamos por un salón que estaba repleto de chicos, por lo que pude contar eran 12. Se nos quedaron mirando y me pude fijar en que algunos le estaban echando miradas cómplices a Dino cosa que me hizo ponerme roja.
-Esta es___.-dijo Dino-Y estos son Vernon, Jeonghan (me pareció que mientras Dino le presentaba el chico dijo algo así como mi bebé está creciendo), S.Coups, Jun, Minghao, Hoshi, DK, Woozi, Mingyu, Wonwoo, Seungkwan y Joshua.
-Hola-susurré.
-Hola-dijeron al unísono.
-¿Vamos a mi habitación?-me preguntó Dino.
-Em vale.
Me guió por unas escaleras y luego un pasillo hasta llegar a una puerta en la que ponía Dino y Hoshi. Abrió la puerta para dejar ver una desastre de habitación.
-Siento el desorden, pero no pensaba tener visitas hoy.-me dijo Dino que seguía estando sonrojado.
—Sabes, estás muy mono cuando te sonrojas.-dije y el entonces me miró mientras negaba divertido.
A continuación soltó mi mano y se acercó a un estante en el que había un tocadiscos. Se acercó a mi y cogió el vinilo de La Bolsa que yo todavía sostenía y lo colocó en el tocadiscos.
Entonces Man in the mirror empezó a soñar.
-Ohhh amo esta canción.-dije y me puse a cantarla.
Dino me sonrió y se sentó en su cama y señaló con su mano el sitio de al lado para que yo me sentara, y eso es lo que hice.
Escuchamos barias canciones entre las cuales estaban ABC, Beat it y Smooth Criminal en silencio aun que no estuvimos quietos, por cada canción que pasaba nos fuimos acercando más, hasta que yo termine recostada en Dino y su brazo estaba sobre mi hombro.
-Te puedo prestar algo de ropa si quieres, seguro que estás más cómoda que con ese uniforme.-dijo, lo que hizo que me levantase de asombro-Pero si no quieres nad...
-No, si mejor.-contesté para no preocuparle.
Dino apartó su brazo de encima mío y fue a su armario, cogió una sudadera y unos pantalones y me lis paso. Luego se acercó a la estantería y paró el vinilo.
-Iré abajo, cuando estés lista baja para avisarme, no quiero que haya problemas de en plan que entre cuando no debía y así.
Asentí.
Cuando salió de la habitación cogí las prendas que olían a él, y me las puse.
La sudadera me quedaba enorme, de hecho podría habérmela puesto sin pantalones, pero por se acaso me los puse.
Salí de la habitación y me fui acercando a la sala donde antes estaban los chicos. Entonces empecé a escuchar sus voces.
-Te dije que lo de ser un caballero funciona.
-¿Y has probado lo que te dije yo de ser un poco borde?
-Shh podría venir en cualquier momento y no, eso no lo he probado.
-Nuestro maknae ya se está haciendo mayor. Ya has aprendido a ligar, aun que sin nuestros consejos de ayer no habrías hecho nada.
No tenía ni idea de lo que estaban hablando exactamente pero algo me decía que yo estaba envuelta en ello.
-Después de tanto tiempo hablándonos de la chica de la tienda de los vinilos y la música guay por fin le has hablado y traído a casa tío.
Vale, definitivamente estaban hablando de mi, pero no entendía lo de tanto tiempo ya que yo nunca había visto a Dino antes, y mucho menos en la tienda. O eso creía vamos.
Entonces decidí intervenir. Abrí la puerta y me asomé por ella.
-Dino, ya estoy.-Dino se giró y me miró de arriba abajo cosa que me puso nerviosa.-Vamos para arriba.
El asintió sin decir nada y pude percibir un tono rosado en sus mejillas.
Subimos las escaleras en silencio y cuando llegamos a su habitación el puso el tocadiscos otra vez y nos volvimos a colocar en la postura de antes.
-¿No es un poco raro que dos desconocidos estén así?-pregunté.
-No te siento como una desconocida.-me contestó él, nos miramos, pero yo aparté la mirada, no podía ser que esto estuviese pasando. Cogí su mano y empecé a pasar mis dedos por su Palma.
-¿Te diviertes?-dijo el mientras soltaba una risilla y yo solté su mano. Pero el cogió la mía y empezó a hacer lo mismo que yo estaba haciendo antes.
De repente Dino empezó a cantar, y su voz me sorprendió mucho era más grave y tenía un tono muy hot.
-Cantas muy bien.
-Gracias.
-¿Eres vocalista en tu grupo?
-Em.. si-empezó a explicar él-Pero yo soy más de bailar, te explico, como somos tantos el grupo está dividido en tres unidades y cada una se centra en una cosa.
-Eso es una propuesta muy interesante.-comenté.
-Bueno, hay una unidad que es la performance unit que se centra más en las coreografías y la actuación, pues yo estoy en esa, pero todos hacemos todo así que también canto.
-Algún día me tendrás que hacer una demostración.-nada más decir eso Dino se levantó y me miró con unos ojos brillantes de ilusión.
-Eso significa, que nos volveremos a ver?-me sonrojé con su pregunta.
-Me lo he pasado bien. Así que supongo que si.-entonces Dino puso sus manos al rededor de mi cintura se levantó y me levantó dándome una vuelta por los aires. Y después me abrazo.
La devolví el abrazo, se sentía bien. Entonces Dino se puso rígido.
-¿Eso ha sido un poco demasiado para un desconocido?-preguntó.
Le miré y negué con la cabeza.
-No pasa nada.-entonces noté la necesidad de poner mi mano en su mejilla y eso es lo que hice, entonces el miró mis labios pero de repente mi móvil sonó.
Nos separamos de golpe y fui a coger la llamada. Era mi hermano.
-¿Si?
-¿¡Como que tienes novio?!-gritó mi hermano desde la otra linea
-¡¿Que?!
-Martin me ha dicho que tienes novio.
-No, no es...
-¿Pasa algo ___?-preguntó Dino de repente.
-No Dino, tranquilo.
-¡¿Dino, ese es?!
-Jin, tranquilo, Dino es un amigo.
-Eso espero, de todas formas tienes que venir a casa, la señora Li a llamado preguntando a ver si podías cuidar a sus hijos.
-Em vale.-la verdad es que no me apetecía nada, pero necesitaba el dinero.
-Bueno, adios
-Adios.
-¿Qué pasa?-preguntó Dino.
-Tengo que volver a casa.-nada más decir eso la sonrisa que adornaba la expresión de Dino se desvaneció.
-Te llevo yo.-dijo y empezó a recoger mis cosas.
-Me tengo que cambiar-dije.
Él asintió y salió de la habitación. Me cambié rápidamente y salí.
Pasamos por los pasillos de la casa, saludamos a los chicos los cuales volvieron a mirar a Dino con sonrisas cómplices en sus rostros, salimos de la casa y montamos en su coche.
Al principio volvimos a mantenernos en silencio, pero entonces me acordé de algo.
-Antes no has llegado a responder a mi pregunta.
-¿Qué pregunta?-dijo el sonriendo.
-La de a ver si yo te he resultado interesante para salir contigo.
-Siempre me has resultado interesante. Toda la musica que escuchas me encanta.-le miré extrañada, nos habíamos conocida hoy, no era lógico lo que el estaba diciendo.
-¿Qué dices?-dije mientras reía y cogía su mano-Nos hemos conocido...-pero entonces la imagen de un chico en el fondo de la tienda de vinilos observándome vino a mi mente, o la de ese mismo chico que poniéndose mirar discos al lado mío y cogiendo los que yo había cogido posteriormente.
-Tú si me habrás conocido hoy, pero yo llevo siendo consciente de tu existencia desde hace mucho tiempo.-dijo el que no despegaba sus ojos de la carretera-Te llevo observando durante mucho tiempo y siempre he querido hablarte , pero tú nunca te dabas cuenta de mi presencia, siempre estabas en tu mundo demasiado ocupada para fijarte en mi, hasta hoy.
Entonces me recosté sobre el asiento del piloto y le di un beso en la mejilla. Cuando me separe el estaba rojo como un tomate y me imaginé que yo estaría igual. El extendió su mano, la cual acepté.
-Antes os he escuchado hablar sobre algo.
-Ah si,-dijo un Dino sonriente-Estaban preguntándome a ver si había hecho caso a los consejos que pedí para saber cómo acercarme a ti.
-No necesitas ningún consejo.-le dije y extendí mi mano y acaricié su mejilla. Entonces me percaté de que ya estábamos en frente de mi casa-Ya estamos.
Dino salió del coche y dio la vuelta para abrirme la puerta. Me tendió la bolsa que contenía el vinilo y el tocadiscos.
-Toma.-le dije y le tendí un papelito con mi número escrito.-Llámame.
Después de decir eso cogí su mano la apreté como forma de despedida y me fui a mi casa me giré para verle y entonces sentí el impulso de hacer algo.
Volví hacia Dino, me puse de puntillas, puse mi mano en su mejilla y junté mis labios con los suyos.
Me separé en seguida para ver a un Dino sonriente.
Me separé de él y entré en casa, porque si no lo hacía ya podía pasarme allí toda la tarde.