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Hoy era uno de esos dias en los que me sentía bien conmigo, todo marchaba bien, en pocas palabras estaba de suerte, aunque básicamente nunca eh creído en la suerte eso es para perdedores.

El dia estaba hermoso, el sol irradiaba con sus rayos por todos lados. Y aqui iba yo caminando sin preocupaciones.

Cuando por cosas del destino mi movil decide interrumpir mi paz. Lo saque a regañadientes de la bolsa de mi sudadera, y al ver de quien se trataba rodé los ojos. Que quiere ahora.

Jorge

Mi ex-novio.

El más tonto del mundo.

Cuelgo.

No me interesa hablar con el.

Le deje muy en claro, de que en nuestra relación ya no existía esa chispa, simplemente desapareció.

El lo sabe.

Yo lo se.

No tiene sentido seguir en una relación, en la cual no existe química.

Pasaba por una tienda de helados, mis glándulas salivales, enseguida actuaron, haciéndome agua la boca. No desaproveche la oportunidad y pase por uno.

—¡Buen dia!—Dijo la chica que estaba detrás del mostrador.

—¡Un helado de chocolate por favor!—Dije viendo el menú.

—Enseguida.—Solo eso dijo y comenzó a prepararlo, mientras observaba la tienda, nunca había entrado, simplemente porque me mantenía ocupada.—Aqui tiene que lo disfrute.—Hablo de nuevo la chica en cuanto termino.

—Gracias.—Respondí mientras le pagaba y daba la vuelta para retirarme.

No fue buena idea, porque todo mi helado se tiro la chocar con un chico. Bueno no todo. Pero que horrorosamente mancho mi blusa nueva.

—¿Que te pasa?—Hable yo.

—¿Que me pasa? ¿Que te pasa a ti?—pregunto retorico el chico.

—Acabas de manchar mi blusa nueva.—Reproche.

—No es para tanto, es solo una mancha pequeña, y por si no te has dado cuenta más de la mitad de tu helado esta en mi playera.—Contesto. Lo mire y tenia razón.

Odio que tenga razón.

Odio la sonrisa que se formo en su rostro.

—¡Pero la mia era nueva!—Volvi a replicar.

—Igual no es para tanto.—Dijo sin importancia.

—¡¿No es para tanto!?—Pregunte algo sorprendida.

—Pues no, puedes lavarla y listo.—Respondio como si se tratara de lo más fácil.

—Claro como si fuera tan fácil sacar una mancha así.—Reproche.

—Pues si no sabes lavar, la mandas a lavanderia y listo. ¡No seas dramática!—Exclamo.

—Perdona ¿que me dijiste?—El no me dijo asi.

—Dramática.—Respondió burlón.

—¡YO NO SOY DRAMÁTICA!—Exclame gritando.

—Claro.—Dijo eso y comenzó a darse la vuelta pero lo retuve.

—Oye oye, estoy hablando en serio.—Hable a sus espaldas. Volteo.

—Yo igual.—Respondió y volvió a retomar su camino. Oh no a mi no me deja hablando solo.

—¿Ni siquiera vas a disculparte?—Pregunte de nuevo.

—¿Por qué? Por tu torpeza... No.—Respondió simple echandome la culpa.

—¿Que te pasa?—pregunte.

—A mi nada, y por si no te has dado cuenta estamos en un lugar público. Dramática.—Contesto.

Vi a mi alrededor eramos el centro de atención. El chico morocho se alejo de mi en dirección hacia el mostrador. Yo por mi parte me aleje y comí solo el helado restante.

Que vergüenza.

Que ridiculez.

Pero vergüenza no existe en mi diccionario.

Me aleje lentamente del lugar.

Chico engreído, arrogante y odioso.

Lo odio.

♦♦♦

Eh aqui el primer capitulo de la historia ojala les guste.

Dramática |Aguslina|[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora