Capítulo 12; siete más.

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Tras terminar de grabar la segunda temporada de The Walking Dead, los actores tenían unos meses de descanso. Muchos optaban por la opción de irse de vacaciones y poder estar lo más alejados posibles de los medios, e incluso los fans. No es que no amaran el trato que cada uno recibía o los hermosos halagos y regalos que les solían hacer, pero a veces querían sentirse uno más. Como si fueran completamente "normales", sin tener que preocuparse por las fotografías o las criticas que sus acciones pudieran tener.

En ese tiempo el grupo en general había formado una linda amistad, algunos más que otros, claro. Por un lado se encontraban Melissa, Norman, Andrew, Lauren y Steven, quienes justamente eran de los personajes principales o más queridos. Carol y Daryl con su hermosa amistad, tanto dentro como fuera de las grabaciones, Maggie y Glenn con esa tan nombrada relación. Ambos se habían convertidos en muy buenos amigos, incluso a veces se burlaban del hecho de que los fans los quisiera tanto como pareja. Se reían de las fotos editadas y los dibujos que se viralizaban en las redes sociales. Y Rick... bueno Rick es Rick, ¿Alguien no querría a ese hombre que encarnaba al personaje protagonista?

Los cinco habían decidido pasar unos días fuera del país, en una zona que según tenían entendido no era muy concurrida. Justamente lo que buscaban. Estar lejos de todo y de todos.

— ¿Hoy vas a cocinar spaghetti? — preguntó Steven a Andrew. Tiempo antes había probado esa comida por parte de su amigo e instantáneamente se había declarado fanático de ella.

— Ya te dije que sí. — contestó con una sonrisa. Era la quinta vez que oía la misma pregunta, proveniente de la misma persona.

— Juguemos a algo — propuso Lauren.

— Yo paso, me voy a dormir. — contestó Melissa.

— Al truco. — acotó rápidamente Steven. — la pareja que pierda debe encerrarse en el cuartito ese donde se guadan las cosas de limpieza. Como si fuera el juego de los siete minutos.

— Dale. Yo voy con vos y Andrew con Norman.

Todos aceptaron sin refutar nada. Debían admitir que al menos un poco extrañaban el estar trabajando constantemente. De ese modo no tenían forma de aburrirse.

Tiempo más tarde comenzaron a jugar y aunque fue un partido bastante parejo, Steven y Lauren resultaron ganadores. Ninguno de ambos disimulo su felicidad e inmediatamente comenzaron a burlar a los otros dos. A decir verdad, Norman sabía lo básico sobre el juego y aprovechó las señas sólo para divertise. Tiraba besos y guiñaba el ojo provocando que Andrew en realidad creyera que tenía esas cartas. Se quejó un par de veces, odiaba perder y más cuando parecía que su amigo lo hacía a propósito pero después de un rato comenzó a reírse. Norman era demasiado infantil a veces.

— ¡Al cuarto 7 minutos! — exclamó Steven con diversión. Debía admitir que era muy fan de los momentos tiernos entre ellos dos, siempre insistía con que terminarían juntos.

Se negaron por un rato pero sabían que debían cumplir la prenda y que tarde o temprano estarían allí adentro. Se odiaron por sentir nervios, principalmente por quererlo. Deseaban estar allí aunque sea poco tiempo, con esa cercanía obvia que el lugar demandaba; pero no podían parecer tan obvios y lo simularon como buenos actores, negándose repetidas veces.

Una vez dentro el silencio invadió el pequeño espacio. No sabían que decir u hacer, se suponía que no sería algo tenso pero para ambos lo era.

— ¿Y entonces me vas a contar quien te gusta? — preguntó Norman que a pesar de haber pasado algunas semanas seguía con esa horrible intriga mezclada con dolor. No quería que Andrew amara a alguien más.

— Es que no me gusta nadie.

— No se porque pero no te creo.

— No me creas. — sonrió para no parecer cortante. El rose entre sus cuerpos generaban escalofríos, deseo y placer. ¿Tan difícil era amar? ¿Quién los había mandado a enamorarse de un hombre? No querían admitirlo pero sus sentimientos lo habían demostrado hace rato.

Sin saber de dónde había salido semejante coraje, Andrew se acercó un poco más a Norman y para cuando la distancia era casi nula y sus respiraciones chocaban, sus manos comenzaron a acariciar las de su compañero con dulzura. Luego empezó a levantar levemente la camisa que llevaba puesta para tocar su perfecto abdomen y notar como en menos de un segundo sus pelitos se paraban y su piel se erizaba por completo. Acarició su abdomen con una mano mientras con la otra pegaba con fuerzas el resto de sus cuerpos haciendo que sus miembros chocasen entre sí y un pequeño y casi inaudible gemido saliera de los labios de Norman.

— ¿Siete más? — preguntó Lauren del otro lado de la puerta.

— ¿Siete más? — repitió en un susurró Andrew, acercándose un poco más, haciendo que sus narices se rozaran.

— S-sí.

— Siete más. — dijo ahora más fuerte para que del otro lado lo oyeran y no los interrumpieran por un tiempo.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2019 ⏰

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Loving joke ➳ rickyl~leedus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora