Loving joke ➳ rickyl~leedus.

Capítulo 8; modelo impactante.

— Buen día — saludó Frank interrumpiendo la animada charla que Norman mantenía con Andrew. — Necesito pedirte a vos, Daryl, que hagas una sesión de fotos. Lo pidieron de una productura y estaría bueno que aceptes, además que cobrarías por eso. Cuanta más imagen y publicidad tengan más reconocida será la serie.

— Esta bien. — aceptó sin dudarlo. Ni que fuera tan complicado posar para un par de fotos.

— Buenísimo. La productora está acá, si no aceptabas no sabía cómo iba a echarlos, gracias.

Dicho esto ambos se dirigeron a donde la productora se encontraba. Andrew no tenía nada que hacer allí pero tenía la necesidad de pasar más tiempo con su amigo así que los siguió. Una vez que se encontraron con la producción de la revista "Flaunt" ellos comenzaron a explicar cómo serían las imágenes, lo que decían parecía una locura hasta que le propusieron tomar el asiento de adelante del vehículo. ¿Para qué querían un vehículo para tomar unas fotografías? Claro estaba que no serían ahí; Viajarían unos cuantos kilómetros y las fotos se tomarían en uno de los mares más cercanos.

Andrew mientras todo esto sucedía seguía allí parado escuchando con tal atención como si él fuera el modelo. Se decepcionó un poco al notar que no lo vería a Norman en esa faceta pero cuando le ofreció acompañarlo la sonrisa se volvió a formar en su rostro. Siquiera había preguntado anteriormente si había espacio para uno más que ya se encontraban ambos sentados en la parte trasera de la camioneta.

Pasaron el viaje charlando sobre sus vidas, sus hijos y los próximos episodios a grabarse para la serie.

Comenzaron a tomarle fotografías en traje, el cual se puso dentro de un tráiler mientras todos lo esperaban del lado de afuera.

— ¿Q-qué? No, hace frío. — contestó Norman al ser comunicado que debía meterse al mar. ¿Quién usaba un traje como malla? Era ilógico y que escapaba completamente de lo que estaba dispuesto a hacer.

Tras largo rato de intentar convencerlo lo lograron. Bastante resignado se metió al mar temblando por el frío e insultando por lo bajo. ¿Acaso nadie pensaba en su salud? Ahora de seguro se resfriaria y tendría que ir sintiéndose mal a las grabaciones.

Le tomaron un par de fotos indicándole que hacer y que no. Desde la arena Andrew no lograba verlo bien hasta que salió con piel gallina, mordiéndose el labio. Sin dudarlo tomó un toallon que estaba a su lado y se acercó casi corriendo a Norman. No quería que el hombre se enfermara.

Ya cambiado, el actor seguía temblando e impulsivamente su amigo lo atrajo con rapidez hacia su cuerpo, abrazándolo con cariño mientras hacía pequeñas bromas sobre lo que le habían hecho hacer por unas simples fotos.

Las próximas fotografías serían sin remera con un saco largo cubriendo su espalda y brazos. Algo vergonzoso por el hecho que Andrew lo viera así se quitó la remera mientras instantáneamente se colocaba el gran saco.

— Epa, que físico! — rió Andrew al ver el tallado cuerpo de su amigo.

— Callate boludo. — contestó sonrojado a más no poder.

El hombre de rulos no pudo evitar sentir un cosquilleo en su panza al ver a Norman sin remera. Se veía extremadamente sexy. Más de lo habitual con ese chaleco con alas, y la ballesta en sus brazos, lo cual ante sus ojos era rudamente hermoso. Un extraño deseo por tocarlo se hizo presente en él, ¿Desde cuándo quería tocar el bien formado cuerpo de su compañero? No le parecía algo lógico, con el resto no le pasaba lo mismo. Era solamente Norman quien provocaba dicho deseo.

— Ya sé que soy hermoso pero no tenés que ser tan obvio — bromeó el modelo cuando finalizó la sesión fotográfica y notó que Andrew no apartaba su mirada de él con un gran sonrojo en sus mejillas.

— ¿Q-qué? Sos un boludo.

— Un boludo que te gusta, no? — siguió bromeando, o al menos eso parecía. En realidad sólo quería saber si su amigo sentía algo por él, tenía esa extraña necesidad de que su respuesta fuera un sí. Quizás debía dejar de negarlo y comenzar a aceptar que se estaba enamorando de Andrew, que amaba su risita tierna y cuando sus ojitos celestes lo miraban, que amaba esos rulos siempre peinados a la perfección y esa complicidad que entre ambos se había generado.