Carlie McClain es una chica poco social que acaba de cumplir los 18 años y vive en Argentina, ella empieza a tener problemas familiares pero estos pronto se arreglan. Sus padres deciden enviarla a New York a estudiar la universidad. Todo va bien y e...
Hacia las últimas compras para volver a la universidad. Junto con mi madre, recorrimos por último, el pasillo de útiles escolares, como cuando yo era un niño. Puse las cosas en el carrito y deje a mi madre para que pagara y yo volví al auto. Subí a el, encendí la calefacción, me recargue en el asiento e intente relajarme. Esta ves no me emocionaba la idea de volver a la universidad pues volvería a ver a Carlie, y creo que los sentimientos hacia ella volverían, o más bien, se harían más presentes. Me darían ganas de abrazarla, perdonarla, pero ella fue tan negativa conmigo que me resulta difícil hacerlo. Pensaba mientras golpeaba levemente con mi pulgar derecho el volante, mientras esperaba a que mi madre subiera al auto, ¿que estará haciendo Carlie en estos momentos? ¿Estará pensando en mi? No lo creo. Pero lo que más daba vueltas en mi cabeza era si ella debía pedirme perdón a mi o yo a ella? Ese día estaba tan molesto por la desaparición de mi hermana que no soportaba escuchar a Carlie diciéndome las verdades que no quería escuchar. Pero creo que ahora es más importante dejar de pensar en ella y concentrarme en mi vida, en mi, y en encontrar a mi hermana, aunque no tenía muy en claro lo que debía hacer, pues la policía nos había dicho que ellos debían encargarse de todo. Empezaba a desesperarme, no sabíamos nada de ella y ya había pasado tanto tiempo, ¿había que mantener las esperanzas o rendirse de una vez? En esos momentos mi cabeza tenía tantos enredos, y lo peor de todo, no había quien me ayudara a desenredarlos.
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