BÉSAME • A. Martínez (EDITANDO)

•Capitulo 95•

•Tells Carlie•
Entré al salón y ahí estaba Jaden, perdido en su agenda, como siempre, organizando sus tareas.

-"tal vez y debería organizar un poco su corazón también"

Pensé en voz alta.

-Clay: ¿Que dijiste?
-Carlie: Nada.

Afortunadamente solo me había oído Clay.
Me senté en mi lugar, unos metros lejos de Jaden.
Empecé a analizar a la chica de la mañana, que venía con Jaden, quien ahora estaba sentada detrás de el.
Era bonita, castaña y de ojos azules. Tenía el cuerpo perfecto, y también se veía segura de si misma, dispuesta y capaz de hacer cualquier cosa.

Minutos después la profesora entró y empezaron la clase de literatura, mi favorita.

-Muchachos, hoy vamos a analizar una historia. La leeremos y después me dirán su opinión al respecto, luego, les daré tiempo para empezar el cuestionario de personalidad del campamento. ¿Algún voluntario para leer la historia?

Nadie levanto la mano, como de costumbre.

-Bueno, entonces elegiré yo.

Empezó a mirar a todos los alumnos, y detuvo la vista en Jaden, quien estaba distraído viendo la agenda nuevamente.

-Thompson.

Jaden levantó la mirada, pero no sabía ni que quería la profesora.

-Jaden: ¿Si?
-Empiece la lectura.

La profesora le hizo llegar un libro de tamaño mediano, de pastas delgadas y pocas hojas.

-Jaden: "Perder el orgullo"
Era una tarde lluviosa de otoño cuando me encontraba solo, bajo una manta en el sofá de la sala de mi casa, completamente solo y con el corazón echo pedazos.
Hace ya unas semanas, había tenido una pelea con la persona más importante para mi en esos momentos, mi novia. Las cosas sucedieron tan rápido que no tuve tiempo de dejar que mi corazón y mi cerebro me guiarán. El miedo, los celos, el orgullo y el intento de mantener mi dignidad ganaron, y en lugar de arreglar las cosas solo las empeoramos aún más.
Esa tarde, quería llamarla, quería comprarle un ramo de flores, su comida favorita, unos chocolates e ir hasta su casa a pedirle perdón, pero no lo hacía, el orgullo me lo impedía.
Me estaba quedando casi dormido, mis ojos cansados de derramar lágrimas necesitaban descansar, y de repente oí 3 golpes a mi puerta.
Me puse de pié, estaba en mal estado.
Abrí la puerta y sentí algo en mi corazón, algo que no se puede describir con palabras.
Ahí estaba mi novia, empapada por la lluvia, y con los ojos rojos igual que yo.
No me dijo nada, simplemente me abrazó y empezamos a llorar.
Me di cuenta de que no podíamos estar separados, y que eso, era amor verdadero.

Al terminar de leer, Jaden me miró, tenía los ojos con un poco de lágrimas, pero simplemente inhaló y volvió a mirar hacia el frente.
Yo agaché la cabeza, también me sentía igual que el.
Tenía tiempo de no oír su voz, fue lindo escucharla otra vez.

-Ahora... McClain, su opinión.

Me miró la profesora, pues evidentemente había notado el contacto que hicimos Jaden y yo al terminar la lectura.
Me puse tan nerviosa, no quería decirlo.

-Carlie: Y-yo, no entendí la historia.
-¿está segura? Su cara me dice otra cosa.

Pero tenía que hacerlo.

-Carlie: Ba-básicamente, dice que a veces es mejor perder el orgullo, sacrificar tu dignidad para seguir amando.
-Bien, aunque no es una opinión completa. ¿alguien más?

Nadie alzaba la mano, hasta que segundos después, Jaden habló.

-Jaden: No siempre tiene que ser el hombre quien se debe tragar el orgullo, la mujer también puede hacerlo, es lo que dice la lectura.

¿Trataba de contradecirme?

-Carlie: No, estas equivocado, la lectura dice que los dos deben hacerlo Jaden, no solo la mujer, o el hombre, los dos. A veces es más importante perderla, claro, eso siempre pasa cuando es un amor verdadero.
-Jaden: ¿y entonces porque no lo haces?

Me miró retante.

-Carlie: ¿porqué no lo haces tu?
-Gracias jóvenes, solo les pedí su opinión no que armaran la guerra, tranquilos, pueden sentarse.

Interrumpió.