2. Otoño

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La alarma de mi celular me despertó, mire por la ventana, un día nublado de nuevo, seguí mi rutina, me duche y baje al comedor, me encontré con una nota azul

"Campeón, tu madre y yo tuvimos que salir de emergencia

y no pudo dejarte tu desayuno

Te dejo dinero en la barra

Te amamos

-Papá"

Bien, el deber llama, tome el dinero de la barra y saque mi auto, era temprano así que podía ir a alguna cafetería a desayunar.

Aparque frente a una cafetería rustica, había muy poca gente y me atendieron rápido, pedí un cappuccino y un muffin de moras y plátano, el café estaba delicioso, me puse a pensar sobre lo que sentía por Kevin, me imagine su rostro... ¿era amor?, ¿amor carnal?... quién sabe, tenía un lío den la cabeza, el muffin estaba riquísimo y muy esponjoso, me pregunto cómo se sentirá tocarlo... yo estaba sumergido en mis pensamientos y sonó la campanilla de la entrada, un chico alto, fornido y pelirrojo había entrado... ¡Kevin!, pude oír lo que pedía

- Un Moka y un Muffin de nuez – soy un acosador... se sentó en la barra, saco su celular en lo que esperaba su orden, su cara reflejaba... ¿enojo, disgusto?, ese hombre es un enigma, le entregaron su orden y aproveché el momento para pagar e irme, quise ser lo mas discreto que pude al pasar por detrás de él, pero...

- Nos vemos en la escuela doble tonto - ¡Se dio cuenta!

- Eh... si Kevin, nos vemos – me retiré y debí suponerlo, ¡que tonto mi auto está aquí fuera!

Corrí a mi auto, vi su motocicleta aparcada delante de mi auto, ya no quería prestarle más atención, encendí mi auto y me alejé, por el retrovisor pude ver que el estaba saliendo y miraba a mi dirección.

Lo que puedo agradecer de un martes es que no me toca clase de deportes ni trabajo de tutor así que, podía irme temprano, solo tenia que concentrarme en mi desempeño, porque no compartía ninguna clase con Kevin. El día se me paso volando y cuando menos me di cuenta ya estábamos por salir y ni rastro de Kevin, eso era bueno... no duro mucho, estaba por ir a mi clase de ciencias sociales y Nath me detuvo, es algo raro porque solo habíamos cruzado una o dos veces en la vida

- Hola Edd... ¿puedo decirte Edd? – Que pregunta...

- Si, no hay problema... ¿Necesitas algo Nath?, tengo clase de sociales y no quiero llegar tarde

- Oh, lo siento yo solo... esto... sabía qué hacías de tutor de ese chico Jony, así que me preguntaba si podrías ayudarme con matemáticas y física porque estoy fatal - ¿¡Que!?, ¿a qué viene esto?, jamás me había hablado y ahora quiere que lo asesore...

- Lo siento Nath, pero no tendría tiempo...

- Oh, yo podría ir a tu casa si no te molesta, es que de verdad quiero aprobar – la verdad es que tampoco me gusta estar tan tarde en la escuela...

- Nath... de acuerdo, te veré hoy en mi casa – le di una nota con mi dirección

- ¡Muchas gracias Edd, enserio te lo pagare! – la verdad es que no cobro por dar asesorías, pero creo que un poco de dinero extra no me caería mal, Nath se despidió de mi y por fin me dejo entrar a mi clase de sociales.

La clase termino y por fin era libre, me dirigí a el estacionamiento y de nuevo escuché muchas voces en el vestidor de chicos, solo me detuve un segundo y pude observar a Kevin, ¡con solo un suspensorio puesto!, se estaban preparando para el entrenamiento, la sangre subió a mis mejillas y hui del lugar, llegué a mi auto y lo puse en marcha. Llegando a mi casa vi las luces encendidas pero ningún movimiento, la misma rutina, guardé el auto y mis padres no estaban, envié un mensaje a mi madre preguntando si llegarían, ella contesto "no nos esperes", bien creo que hoy será pizza, la ordene y tendré que pagar con tarjeta cuando llegue el repartidor, el timbre de la puerta sonó... eso fue muy rápido, saque la tarjeta de mi billetera y abrí la puerta

- Hola Edd - ¡Nath! Se me olvidaba que tenía que ayudarlo... pero el debería de estar en el entrenamiento

- Hola Nath... ¿no tenías que estar practicando?

- Se lo pueden arreglar sin mi – Demonios

- Pasa Nath

Nath se sentó en un sofá

- Bien Nathan, ¿en qué te puedo ayudar?

- Tenia algunas dudas sobre matemáticas y física espero que me pudieras ayudar

La pizza llego, Nath y yo cenamos eso, lo ayude con algo muy básico, no se como se puede complicar en eso, pero terminamos

- Muchas gracias Edd... - Nathan me tendió la mano con un billete... no pude aceptarlo

- No tienes que agradecer, espero que mejores tus calificaciones

- Tómalos Edd, enserio – No lo hice – Entonces creo que podre pagarte de otra forma – Cuando menos me di cuenta me inmovilizo y me estaba besando, sus manos inmovilizaban mis brazos, no pensé que tuviera tanta fuerza – Me gustas Edd...

¡Mierda!, esto no me puede estar pasando, el me seguía besando y una de sus manos bajaba a por mi espalda... pero ¿Por qué no me resistía?

- Te vi espiando en los vestidores ayer... le dije a Kevin y el salió a intimidarte, gran error, quería mostrarte algo más – con su otra mano tomo mi mano izquierda y la puso contra su erección aprisionada en sus pantalones – es lo que tengo para ti – me susurraba

¿Qué estoy sintiendo?... es un deseo... un deseo carnal que se apoderaba de mi cuerpo, la sangre me subía a la cara, pero las piernas no me temblaban, las manos no me sudaban y estaba frotando mi mano en el bulto de Nath por mi propia voluntad, el apretaba mis nalgas con ambas manos mientras me seguía besando, era algo raro porque es mas alto que yo, no daba crédito a esto; me levanto y abrace su cintura con mis piernas y no despegábamos nuestras bocas, me recostó en el sofá más grande

- ¿Edd, quieres?

No sabia que responder, en mi estomago había una revuelta de mariposas y la cara me ardía, Nathan encima mío y con esos ojos ámbar que me miraban, sus pupilas estaban dilatadas y me miraban con deseo, rompí contacto visual

- No te obligare a algo que no quisieras Edd – De verdad es muy respetuoso, pero ¿de verdad quería?

- Nath... yo... yo nunca e hecho nada de esto... - ahora mi cara era un tomate

Nath paso su mano por mi mejilla y la metió en mi gorro tomando un mechón de mi cabello que ya era más largo y empezó a rizarlo en uno de sus dedos

- Yo te enseñare todo lo que se – Nathan puso sus manos en mis caderas y las fue subiendo y se llevaba con ellas mi ropa, tocando mi piel sentía un cosquilleo al sentir su roce... no podía continuar... no quería que la primera vez fuera gracias a mis instintos más primitivos, lo aparte

- Lo siento Nath... no puedo hacerlo – Nath se levanto y se sentó a lado mío

- Perdón, soy un pendejo – ahora el estaba como tomate, se llevo las manos a la nuca y escondió su vergüenza – debería irme... ¿puedo seguir viéndote?... para las asesorías y eso

- Si Nath... claro

- Gracias

Nathan se marcho y lo vi alejarse en su Audi, y aun podía oler su perfume, era fresco como fruta tropical que emanaba de mi suéter, aun no daba crédito que le gustara a Nathan; subí a mi habitación y me quite la ropa, sostuve mi suéter y de nuevo lo olfatee, olía a Nathan, me tumbe en la cama y el sueño me invadía, esa noche soñé con ojos color ámbar y una figura alta de cabello turquesa 

La E EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora