Sobre los problemas de natalidad.

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7:37pm.

Me encontraba viendo por 3ra vez el reloj en mi muñeca en menos de 2 minutos y no, el tiempo no avanzaba más rápido aunque llevaba pidiendo por ello desde que había llegado allí a las 6:50, porque al parecer yo, sí entendía de la puntualidad por el contrario de Victoria, Bufé y traté de acomodarme en aquel asiento en la sala de espera.

¿Acaso el Amargado anciano del Dr. Sergey la había asesinado?

¿asfixia? ¿Estrangulamiento? ¿Donde estaba la morgue? Hacia demasiado calor en aquel lugar y podía sentir un cosquilleo en mi cabeza... estaba nerviosa, como cada que llegaba a un hospital, y es que, nunca me gustó la sensación que había en ellos.

Rasqué mi cabeza y cerré mis ojos dejando mi rostro contra mis manos que a la vez se apoyaban en mis rodillas.

1...2...3...4....5....6...7...

No podía, abrí mis ojos y mi respiración se cortó mientras retrocedía contra mi asiento por el susto que el tipo frente a mí me había provocado.

Un doctor estaba en cuclillas frente a mí un poco confundido, pero no más que yo.

– Lo lamento, Buenas noches – se puso de pie y sonrió apenas, una sonrisa agradable para ser solo parte de su trabajo – ¿Ya le han dado información sobre su familiar?

De acuerdo, mi cerebro sí había entendido su pregunta, pero solo sonreí tratando de ganar tiempo para descubrir si su cabello era castaño o cobrizo.

Parpadeé dos veces con mi ojo derecho y debido a los nervios de seguir en aquel lugar

– No, bueno, no estoy por un familiar yo, estoy esperando a Vict... Una interna – dije y asentí repetidas veces como si aquello fuese a ayudar para que el entendiera.

Bonitos ojos azules sobre unas inconfundibles ojeras.

– En ese caso, me retiro, pase bonita noche – dijo y con un expediente entre su brazo y costillas se retiró sin más.

<<No se vaya>>

Cerré mis ojos nuevamente y bufé mientras volvía a contar mentalmente, ni siquiera me dejaría mirar mi reloj o entraría en estrés.

– Es un cabrón, mañana presentaré mi renuncia

– ¿De qué hablas? – milagrosamente me había quedado dormida en esos minutos por lo que pestañeé un par de veces para aclara mi vista.

– El Dr. Sergey, me dejó trabajo de más por haber llegado 3 minutos tarde. 3 minutos, ¿Dónde quedó el "buen anfitrión"?

– Desapareció cuando el anciano empezó con disfunción eréctil – Aseguré por lo bajo ya que en aquella sala seguían personas esperando noticias de sus seres queridos

– ¿Anciano? – preguntó confundida

–... Dra. Evans, ¿revisó al paciente de la 834?

En aquel momento mis ojos me ardieron ante el sueño por lo que chequé nuevamente mi reloj: 2:13 am.

– Sí, los resultados salieron limpios y ya está en el expediente, Dr. Sergey.

¡Sergey! finalmente.

Volví la vista disimuladamente para ver quién era, y mi sorpresa fue encontrarme con el Médico de antes.

Su porte era limpio a excepción de que sus manos estaban dentro de los bolsillos de su bata.

– Señorita, sigue usted aquí –mencionó con una sonrisa vacía.

En aquel momento me di cuenta de que seguía observándolo y fue allí donde aparté la mirada.

Asentí y señalé con amabilidad a Vic.

– La interna – sonreí y me puse de pie

– La Dra. Evans, ¿Usted con qué Adjunto está?

– Oh, no, yo soy periodista - dije y pude notar como su rostro pasaba de curiosidad a desaprobación o incluso decepción.

<<Que se joda>>

-De cualquier modo Dr. Sergey, es tiempo de que nos vayamos

– sí, será lo mejor, frunció sus cejas y me observó por 4 segundos hasta tomé mi bolso y caminé rodeándolo hasta la salida con Victoria a mi lado.

– Creo que la disfunción eréctil está descartada.

– Sep – aseguré.

            


                                                                                                                                           [Kid in Love, Shawn Mendes]

Flowers to BloomWhere stories live. Discover now