La Vídeo Estación Central

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  • Dedicado a Winona Laura Horowitz
                                    

UN GATO CONTRA EL NUEVO TURBO

Capítulo 4: La Video Estación Central


Félix despertó de nuevo a los chicos y estos le siguieron hasta la casa de Ralph. Allá se despidieron de sus amigos que fueron raudos a ocupar sus puestos para la nueva partida que estaba a punto de comenzar.

Lydia y Percy, vieron como Félix era controlado por el jugador (la cual era una niña rubia y con anteojos) y luego se sumaron al juego los demás personajes del antiguo juego de Q*Bert. Partida tras partida, vieron como Ralph junto con Coily y compañía perdían ante las habilidades de Félix y Q*Bert, pero en una ocasión presenciaron como los héroes perdieron ante el pobre desempeño en los controles por parte de un jugador que de seguro era un novato.

―Lydia, ya estoy aburrido, que te parece si tomamos los cochecitos y vamos a la Video Estación Central ―dijo Percy mientras daba un descomunal bostezo.

―De acuerdo, pero volvamos antes de que cierre el arcade o Félix y Ralph se preocuparan por nuestra ausencia.

Tomando los cochecitos, salieron del juego y llegaron a la entrada de la Video Estación Central.

―Mira, este sitio no se ve tan bonito como yo esperaba que fuese ―dijo Percy frunciendo el ceño y mirando a todos lados, en especial a las sucias paredes.

―Es cierto, parece la estación de un tren subterráneo en Nueva York, todo está lleno de grafitis ―señaló Lydia, quien también fruncía el ceño.

―Si atravesamos ese arco ingresaremos a la VEC ―dijo Percy, y a continuación los chicos tomados de la mano se encaminaron hacia adelante.

«"Aerith lives"... Qué raro», pensó Lydia al ver el grafiti, pero pronto su atención se concentró en el espacio abierto y limpio que se vislumbraba al frente de ella.

Los muchachos atravesaban el arco de ingreso, cuando de repente, sintieron como si atravesaran una red roja formada de energía, al mismo tiempo que sonaba un fuerte pitido de alarma.

Lydia y Percy levantaron la cabeza asustados y miraron hacia todos lados para poder ver de dónde vino aquel feo sonido, cuando de pronto, escucharon la voz de un hombre delante de ellos.

―Sus nombres, por favor.

Delante de los chicos se hallaba el personaje más raro que habían visto hasta la fecha incluyendo a Q*Bert y sus amigos: era un hombre azulado que parecía estar hecho de pura energía, era traslucido y tenía la apariencia de un empleado público de cincuenta años y con calvicie, bueno, había un circuito de corriente eléctrica que simulaba algo que parecía ser cabello.

―Sus nombres, por favor ―volvió a pedir el hombre quien llevaba una libreta de anotaciones.

―Mi amigo se llama Percy, yo me llamo Deetz, Lydia.

―De que juego vienen ―les dijo el hombre con tono aburrido, como si hubiese formulado esa misma pregunta un millón de veces, además, no dejaba de levantar la vista de las anotaciones que hacía.

Repáralo Félix junior ―contestó Lydia de inmediato para no molestar al extraño individuo.

―¿Algo qué declarar? ―preguntó el hombre con voz monocorde y expresión aburrida.

―¿Es usted el surge protector? ―preguntó Percy, haciendo que el hombre dejara sus anotaciones y ajustándose los lentes miró con detenimiento a los jóvenes.

―Ustedes no son del juego repáralo Félix junior, ¿de qué juego vienen?

―No venimos de ningún juego señor, somos jugadores que vinimos del mundo real ―le explicaba Lydia algo aprensiva.

Un gato contra Ralph el demoledor (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora