MICHÍ
No podía creer que el hombre que se había adueñado de mis sueños más eróticos fuera mi nuevo profesor de Ingles. De todo lo que podía pasarme, está era una de las más irreales. Estaba tan furiosa con ese hombre. ¿Que se creía? ¿Qué iba a estar rogando por una follada de él? Estaba idiota si lo creía. No es como si estuviera tan desesperada de su pene. En realidad...Demonios, ¿Por qué tenía que responder mi cuerpo al único tipo que no me deseaba? Lo peor de todo, es que aun cuando había sido rechazada enfrente de toda la clase, todavía me sentía caliente. Y todo a causaba de un simple intercambio de palabras. La única explicación que tenía era que me gustaban los mayores.
Quizás era mi fetiche y no lo había sabido hasta ahora. Esa era la única razón del porque mi cuerpo ardía y nada más reaccionaba a mi profesor, y no a otro chico de mi edad. Claro que no era por sus increíbles ojos verdes o por ese cuerpo de infarto que tenía. Ni que decir de esa voz grave que te erizaba la piel con tal solo escucharlo. Claro que no era por eso. Deja de pensar en ese hombre.
Gruñí de frustración. Y cuando estuve pasando por un baño, decidí entrar para quitar un poco calor en mi rostro. Quizás necesitaba agua fría para despejar la furia y la lujuria. Demonios, incluso podía sentir como mis pezones seguían erizados y solo porque estaba pensando en él.
El agua se sintió como un alivio momentáneo. Y casi estuve tentada de bañarme con ella. Estaba ardiendo.
—Es un maldito idiota—susurré todavía sintiendo la ira en la superficie, alcé la vista y perforé mi reflejó—. Se atrevió a sacarme de sus clases. ¿Qué imbécil hace eso?
Solo él. Eso era obvio. Cuando en Royal Diamonds había surgido la noticia de que un nuevo profesor había llegado, no le tomé demasiada importancia. Aun cuando decían que era guapísimo. Dejé que dijeran lo que quisieran. Aunque eso no evitaba sentir curiosidad y un poco de envidia. Porque no quería ver a ningún otro hombre ardiente, quería ver a mi hombre. Al mismo que había visto antes de las vacaciones invernales. Y ahora me arrepentía de eso.
—Muy bien, imbécil. Si así lo deseas, seré solo una alumna para ti—prometí, aun cuando sentía una presión en el pecho, pero no importaba eso, era michí, yo no rogaba por nadie. Ni por el hombre que había despertado mi libido de su letargo. ¿Quién se creía?
Salí del baño para irme a un lugar alejado mientras se calmaba mi ira. Ese idiota no sabía con quién se metía, le iba a demostrar lo indiferente que podía ser cuando alguien me insultaba.
—Ya me contó Joha sobre tu profesor. ¿Todavía sigues enojada? —preguntó Mayte colocándose enfrente de mí y se apoyó junto a mí en el auto de Jacky—. Lo siento por eso. Sé lo mucho que te gusta esa clase—finalizó con una mirada de comprensión, y como ella sabía lo mucho que me gustaba tener algo dulce en la boca cuando me enojaba, me ofreció una pequeña paleta de caramelo. De pronto volví a sonreír de nuevo.
—No es nada. Se me pasará—confirme mientras desenvolvía mi golosina. Apenas fui consciente de que las demás chicas estaban llegando al estacionamiento. Después de que había salido del baño, salí a despejarme un rato en el jardín favorito de Mayte que se encontraba un costado del colegio. Para mi mala suerte, no me calmó mucho como a ella, pero no podía hacer nada, tenía que vivir con la frustración. Además, de que tenía otras clases y no podía quedarme eternamente en ese lugar, por más bonito que fuera—. Además, no es el único hombre que hay en este colegio, también están ellos—apunté sonriente al equipo de futbol que estaban siendo liderados por Julián.
Joha tropezó con un escalón cuando vio pasar al rubio. Pero Albi fue a su rescate y la salvó de pasar vergüenza a ojos del chico que le gustaba. Sin embargo, Joha tuvo que devolver el favor de forma inmediata cuando Connor apareció de repente y asustó a Albi, y terminó tropezando con sus propios pies. La mirada de la morena era de muerte. No pude evitarlo me eché a reír. Esas dos eran demasiado obvias. Era lindo y patético al mismo tiempo.
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Enséñame Pecando.(+18)[Serie Atracción] Libro 3
Ficção Adolescente*TERCER libro de serie ATRACCIÓN* Michí piensa que es una frustración ser virgen. Pero aunque deseo quitársela de una vez por todas, ella no puede. ¿Por qué? Éso es muy fácil. Ella no siente atracción por cualquier chico, es más no puede sentir líbi...