Imagina con Spencer Reid

Avión

Junto a Gabriela entramos a la oficina de Quantico riéndonos por los chistes que ella hacía. Es lo que más amaba de ella, su risa y buen humor. Simplemente iluminaba el lugar que fuera.

Nos dirijimos a la sala de conferencias para saber del nuevo caso.

- Llegan tarde - dice Hotch como siempre serio. Nos habíamos quedado dormidos, habíamos tenido una noche bastante apasionante y estábamos muy cansados esta mañana.

- Lo sentimos - decimos Gabriela y yo al unísono. Una pequeña sonrísa alumbra mi cara.

- Haremos la victimología en el avión. Les contaremos del caso allá, no hay tiempo que perder, hay un terrorista suelto. En diez en el jet.

Todos salieron de la sala y nosotros nos quedamos solos.
Nos mirábamos, solo eso hacía falta para sentirme feliz.
Sus facciones eran hermosas, ella me enamoraba cada día, y nunca he dejado de amarla, desde el día que entró a Quaintico, hace ya 4 años.
Al principio fue difícil que aceptaran nuestra relación, ya que las relaciones amorosas entre personas del mismo equipo, no están pertmitidas. Pero lo logramos y luchamos porque funcionara aún con problemas.

- Te amo - me dijo mirándome fijamente con sus ojos azules.

- Te amo demasiado- le respondí. Me acerqué a ella y le di un dulce beso. - Vamos al jet, no será bueno si llegamos tarde ahí también.

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- Claramente es un terrorista - decía ella - ha derribado dos aviones llenos de pasajeros. Pero sigue vivo, así que tiene buena tecnología o cómplices dispuestos a morir.

- No será fácil encontrarlo... - una fuerte turbulencia hace que todos callemos. Pero luego, las turbulencias se hicieron continúas y demasiado agresivas.

Le agarré la mano a Gabriela para que se sintiera segura y no se asustara. De repente los aparatos de oxígeno cayeron desde arriba de nuestros asientos. Esto ya era grave.

Todos nos pusimos el oxígeno y abrochamos los cinturones como podíamos, ya que el avión no paraba de moverse. Lo último que recuerdo es haber visto el cielo, el avión se había roto y estaba abierto. Luego, todo es negro.

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Me duele la cabeza, tengo un zumbido en el oído izquierdo. Veo borroso y mi pierna está rota, pero no me importa, no me importará hasta encontrar a Gabriela.
El avión se había estrellado en medio de un bosque. No había encontrado a ninguno de mis compañeros y esperaba que estuvieran vivos.
Escucho un grito, un grito desgarrador, el grito de ella. Corro hacia el sonido y la veo. La peor imagen que podría haber visto en mi vida.
Gabriela estaba atrapada bajo el ala del avión. Corrí hacia ella y le tomé la mano.

- No, amor, voy a sacarte de aquí, por favor aguanta.
Su mirada era de dolor puro, sus ojos estaban rojos y casi ni podía hablar.
Traté de levantar el ala del avión pero era muy pesada.

- N.. No - decía ella

- Aguanta por favor - mi cara estaba llena de lágrimas.

- No puedo...tengo hemorragia interna... Siento... Mi sangre...- ella era doctora, se había especializado en forence para el FBI

Morgan, Hotch, Rossi y Prenttis llegaban juntos, heridos, pero no se veían tan mal como Gabriela. Ellos estaban sentados jutnos delante en el avión. Las probabilidades de impacto siempre apuntan la parte de atrás primero, ahí estábamos ella y yo.

Se acercan lo más rápido que pueden. Todos les sacamos el ala de encima a mi prometida.
Pero me tenía que ya era tarde para salvarla. De su boca salía sangre.

- Lo siento... Yo.. Quería casarme contigo - trataba de hablar lo más rápido. Sabía que no le quedaba mucho.

- Te lo ruego- yo lloraba - Te amo, no puedo vivir sin ti.

- Tienes que... Por favor, sigue con... Tu... Vida. Te amo. - Lo último que dijo. Ya se había ido.
Grité, grité con todas mis fuerzas. Lloraba a más no poder. Mi vida estaba destruida sin ella.

Iba a vengar su muerte, sabía que ese maldito terrorista lo había provocado. Lo iba a matar y luego me iría con ella.

Denme algún tema para la otra historia