Depresion Final

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Llevábamos saliendo oficialmente por 5 semanas, él me había hecho feliz. Por fin estaba saliendo de la depresión tan cruel en la que estaba.

- Te quiero presentar a mis amigos

-¿Por qué? -

- Eres muy importante para mí, quiero que todos sepan lo feliz que soy contigo.

-No sé si deberíamos.

- ¿ Por qué no? - estaba decepcionado.

- No sé si voy a ser lo suficiente. Tú eres un genio, tienes tres doctorados, trabajas para el FBI. Y yo soy simplemente una camarera que por cierto estuvo a punto de matarse delante de ti. - Yo tenía razón. No me sentía suficiente para él.

- Rose, estoy cansado de esto, de que tu estúpida autoestima y depresión arruinen todo. He tenido mucha paciencia contigo. Te lo he dado todo, pero tú sigue igual. No sé si puedo seguir con esto. No me merezco esto. Es mejor que me vaya, ya no tiene sentido luchar más.

Me quedé callada, dejé que dijera todo lo que sentía, sabía que en algún momento este día llegaría, sabía que él me dejaría, que se iba a cansar de mí. Me tuvo mucha paciencia y lo compadezco. Lo dejé ir, dejé que se fuera. Era lo mejor para él. No necesitaba este estorbo en su vida.

****************

SPENCER POV

Creo que fui muy duro con ella, no pensé lo que dije y me arrepiento de cada palabra. No quería ser cruel con ella. Pero no soporto cómo se trata, se cree una basura, algo sin importancia. Y no lo es, ella es importante, para mí es lo más importante.

Le he dado golpes a su puerta por quince minutos, pero ella no abre. Estará muu enojada.

- Perdona, no quise hacerte sentir mal. No pienso nada de lo que dije. Déjame pasar.- pero no dijo nada, solo había silencio y eso ya me estaba preocupando.
No me quería imaginar lo peor, pero debía hacerlo. Ella tenía depresión severa y no se la había tratado.

Abrí la puerta de una patada y la comencé a buscar por toda la casa.
La vi en su cama, parecía dormida, sin embargo, un frasco de pastillas se encontraba vacío a su lado. Traté de despertarla, pero no lo hacía. Espuma salía de su boca. Llamé a una ambulancia. La tomé en mis brazos y bajé hasta el primer piso donde ya se encontraba la ambulancia.
Ella debía salvarse, porque yo no aguantaría otra pérdida, sería demasiado para vivir con eso.

- Spence - JJ había llegado con los chicos. Yo los había llamado, necesitaba demasiado su compañía. - ¿cómo está?

- No me han dicho nada. Llevan más de una hora en quirófano. - lágrimas salían de mis ojos.

- Tranquilo, todo va a salir bien - dijo Rossi.

- No sé cómo fui tan estúpido, no me di cuenta de que aún no estaba bien, que necesitaba ayuda profesional.

- No podías saber que esto pasaría - Emily me miraba con tristeza.

- Claro que sí, ya lo había intentado. Yo evité que lo hiciera. Fue el día en que nos conocimos.

- Spence, tú no tienes la culpa de nada.

- Acabábamos de pelear, la traté horrible. Le dije cosas que no debía haber dicho. Cosas que no pienso. - me senté con la cabeza agachada, tratando de ocultar mis lágrimas.

- Familiares de Rosmary Gray - me paré muy rápido del lugar y fui directo al doctor. - Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos - No, por favor que no sean malas noticas- si la hubiera traído un minuto después, estaría muerta. Ahora está en observación, le hemos vaciado el estómago, así que va a sentir dolor. En 15 minutos puede pasar a verla.

Ella se encontraba con los ojos cerrado, pero cuando entré los abrió rápidamente. Pero no habló cuando me vio, sólo me observó.

- Siento mucho lo de nuestra pelea, jamás he pensado nada de lo que dije- suplicaba por su perdón.

- No tienes de qué disculparte, todo lo que dijiste es verdad. Yo necesito ayuda profesional, este hospital puede ayudarme, el doctor me lo dijo. Y lo aceptaré.

Los chicos entraron en ese momento.

- Hola Rosemary, Spencer nos ha hablado bastante de ti. No es el mejor lugar para conocerte, pero por lo menos al fin te vemos en persona. - la abrazaron y ella sonreía tímidamente.

******************
6 meses después

Tomé mis dos maletas y salí de la consulta. Era mi último día en el hospital, había estado en un tratamiento intensivo contra la cruel enfermedad y lo había logrado, la había superado. Algunos recuerdos aún dolían, pero no quería volver a hacerme daño.

Sentí el sol en mi piel y el aire de la libertad cuando salí del hospital. Cerré los ojos y disfruté de la luz del sol.

- Hola bella princesa - la voz tan especial que había extrañado.

- No puedo creer que estés aquí. - solté todo y corrí hacia él.

- ¿Pensaste que te ibas a deshacer de mí tan rápido? - acariciaba mi rostro con cariño

- Creí que seguirías con tu vida. - Él me había mandado cartas todos los días durante 6 meses, leí todos y cada una y las conservé, pero jamás me respondí. Quería que él siguiera con su vida, que fuera feliz.

- Te lo dije en laa cartas, no me iba a olvidar de ti. Realmente te amo, Rose, eso no se olvida tan fácil.

- Y yo te amo, Spencer, realmente te amo.

Y la depresión no destruyó mi vida, porque siembre él estuvo a mi lado. Siempre hay alguien a tu lado, sólo fíjate, mira bien, no estás solo, puedes superar cada reto que te de la vida. Porque en el camino siempre habrán personas que te ayuden. Porque eres valiente, vales mucho, porque eres perfecto, porque alguien te ama, porque la vida es una. Porque es difícil, pero no imposible. Porque eres importante.
Vales más que todo lo que tu mente te diga, no escuches a esa voz que te quiere hundir. Desecha todo lo malo y vive, sé feliz, porque siempre en la oscuridad hay luz, solo debes ser valiente y luchar. Recuerda siempre esta bella frase "No estás solo".

Imagina con Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora