Detective final

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Y las semanas pasaron, ya había secuestrado a dos chicas y no teníamos pistas de él, era bueno. Las muestras de sangre que Michelle encontró, habían sido extraviadas.
Ella y yo nos habíamos acercado mucho, creo que más de lo que deberíamos y eso me gustaba. Era una chica perfecta. Ya nos habíamos besado por primera vez, anoche en su casa y había sido maravilloso, pero nada más había pasado, porque nos llamaron por otra chica secuestrada. Ahora estábamos en la comisaría, tratando de guardar lo que sentíamos delante de todos. Pero sabía que mis compañeros perfiladores algo habían descubierto de nosotros, es que yo no podía mentir con lo que sentía por ella. Yo nunca me había enamorado en mis 30 años de vida, había sido el chico raro siempre, el que no tiene tiempo para nada más que estudiar y su trabajo. Jamás había mirado a las chicas de otra forma.
Recuerdo cuando Lila me besó hace 6 años en Los Ángeles, ella era hermosa, pero nunca sentí algo fuerte.
Pero Michelle, ay dios mío, es adictiva, verla es adictivo. No puedo creer que exista tal belleza, y no es sólo física. Es algo más.

Habíamos pasado las últimas tres semanas como lapas juntos, no nos separábamos y ninguno se quejaba. En estos días, logré conocer una parte de ella.
Sé que odia el café, pero ama su olor, que todas las mañanas sale a correr (he tenido que acompañarla los últimos 10 días) no quiero que nada le pase, el secuestrar ha sido muy astuto y es posible que también se la lleve a ella, encaja perfectamente en el perfil de victimología.
Ella es muy apegada al trabajo, lo de todo de sí. Le han pedido que trabaje en el FBI muchas veces, pero ella no lo ha aceptado, no quiere separarse de sus padres. No tiene novio, esa fue la mejor noticia que podría haberme dado. No tiene novio desde hace 1 año, cuando terminó con su novio del ejército y desde ahí, no se había fijado en nadie más, hasta que m3 conoció. Me dijo que cuando me vio, algo sintió, que sólo me había investigado a mí porque yo le interesaba, cuando me dijo eso, la besé. Me alegraba mucho que lo que sentíamos fuera mutuo.

-Spencer - ella me llamaba. Yo estaba escribiendo en el gran pizarrón, tratando de ver lo obvio. - Sé quién es el sudes.

- ¿Qué? ¿Cómo?

- Es parte de la Policía, por eso no lo hemos atrapado.

- ¿Quién es?

-Mike Miyers. Es mi compañero. No sé por qué me pareció que estaba muy raro. Cuando no se dio cuenta, encontré esto en sus cosas - me mostró unas fotos. Eran las mujeres secuestradas, pero estaban atadas de manos y pies. Siendo torturadas.

- Esto no es suficiente para arrestarlo, hay que tenderle una trampa.

- Déjame sola con él, hoy en la noche en la comisaría.

- Claro que no.

- Puedo ser carnada, será más fácil atráparlo.

- No- respondí tajante.

- Bien, Michelle, estaremos viéndote y vigilándote toda la noche. No te hará nada porque nosotros estaremos aquí.

- Perfecto.

*************
Ella se encontraba en su oficina, junto a él, no había nadie más en la comisaría, ellos estaban solos. Yo estaba asustado. No quería que algo malo le pasara, sabía que juntos teníamos futuro.

- Tranquila, Michelle. Sólo has lo que él te diga - decía Hotch.

- ¿Qué pasó? - pregunté asustado.

- La descubrió. - salí corriendo hacia el lugar. Mientras escuchaba los gritos de mis compañeros.

- Déjala, Mike- él le apuntaba su cabeza con un arma.

- Me la voy a llevar.

- Claro que no - grité enojado.

- Si no me la llevo, la mataré.

- Déjalo Spencer.

- Yo iré contigo. - dije

- No! - gritó ella - Llévame sólo a mí.

- Esto me divierte - habló el psicópata- una pareja enamorada. Me los llevo a los dos.

Y nos llevó, yo no iba a dejarla sola con ese engendro.
Cuandi llegamos a su escondite, nos dimos cuenta que todas las mujeres secuestradas se encontraban ahí. Vivas estaban, pero demasiado demacradas y flacas, con heridas en todo su cuerpo. No dejaría que eso le pasara a Michelle.

- ¿Hace cuánto me engañas? - Michelle estaba amarrada de pies y manos y yo estaba delante de ella amarrado a una silla.

- ¿De qué hablas?- le preguntó ella.

- Con el genio, ¿desde cuándo están juntos?

- Yo no te estoy engañando, Mike - decía sin sentimiento alguno - tu y yo jamás hemos estado juntos.

- Claro que sí, yo sé que te gusto, siempre con tu mirada me lo dices. - ella me miró preocupada.

- ¡No! No me gustas, jamás me has gustado. Cómo es posible que hayas secuestrado a todas esas chicas por mí.

- Ninguna son tú, las estaba convirtiendo en ti, pero no he podido. Ahora que te tengo a ti, las mataré.

- No hagas eso, por favor. Sólo dejalas ir, a Spencer también y yo me quedaré contigo.

- Claro que no lo harás, eres mentirosa. - le acuchilló la pierna reiteradas veces. Ella gritaba de dolor y yo no podía hacer nada. - Ahora ya no podrás caminar y te quedarás aquí.

- Spencer, tienes que irte por favor- yo había desatado mis cuerdas y la desaté a ella. La sacaría de aquí como fuera.

- Vamos, tenemos que irnos- la ayudé a pararse. Sabía cuánto le dolía la pierna, pero ella ni mostraba su dolor.
El sudes no estaba, ella y yo debíamos salir cuanto antes del lugar. Buscaríamos ayuda para todas las mujeres secuestradas y para Michelle.

Tomé un celular que había en la mesa de centro de la sala. Y llamé rápidamente al 911

- ¿Cuál es su emergencia?

- Soy el doctor Spencer Reid, nos tiene secuestrados. Necesito ambulan...

- Suelta ese teléfono - Mike le había tomado de rehén a Michelle.- ahira vamos a volver tranquilamente a donde estaban.

***********

-Sabes que esto no te saldrás gratis- el sudes me hablaba a mí. Michelle y yo volvíamos a estar amarrados. - me vengaré con ella. Comenzó a tocarla, Michelle no podía hacer nada pues estaba amarrada de pies y manos.

- Suéltala maldito bastardo - yo gritaba furioso. Le había roto su blusa, ella se encontraba en sostenes delante de ese demente.

- Sabes- él le hablaba a ella- siempre soñé con verte así, desnuda delante de mí. Le estaba besando el cuello cuando irrumpieron en el lugar los agentes y la Policía. Él levantó las manos y se rindió. En cuanto me desataron corrí hacía Michelle y la abracé, ella lloraba entre mis brazos.

***************

Hoy cumplimos un año de relación, no ha sido fácil, ya que hemos mantenido contacto a distancia y los fines de semana nos vemos. Pero hoy ha llegado el día, ella ha aceptado un trabajo en el Pentágono, se vendrá a vivir a mi casa y no puedo estar más feliz con ello. La amo, encontré el amor.

Imagina con Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora