Capítulo 31

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-¿De dónde salió tanta gente? Como mínimo hay sesenta personas bailando, bebiendo, fumando o comiendo. Juan me tiene la mano tomada y mis pies se me mueven solos para salir a bailar, pero él se encuentra entretenido hablando y riendo con sus amigos.

-Juan Pablo-susurró muy bajo para llamar su atención

-Y entonces Simón estaba tan borracho que....-reaccionó a que Bel le estaba hablando y la observó, todos la miraron espectantes a los que iba a decir.

-¿Qué pasa cariño?

-No, nada...sigue conversando, no es nada importante-no le voy a arruinar las últimas horas que tiene con sus amigos antes de que volviera a tener como único amigo a su banjo. -una consulta, ¿dónde está el baño?

-Al fondo, pasando el cuarto de lavado-soltó su mano, acomodó su falda y se dirigió al tocador. Él por alguna razón la siguió al sentir que algo pasaba.
Entró al baño con ella sin que lo notara.

-¿Qué pasó Belén? -cerró la puerta con pestillo

-Nada, Juan quiero orinar. ¿Puedes dejarme hacerlo?

-No me creo que no pasó nada. La siento extraña

-Si, me estoy aguantando hace media hora. Ahora, sal que si no me voy a hacer encima

-¿No es su día, verdad? ¿Se siente insegura porque vi su torso desnudo?

-No, me da igual que me hayas visto idiota, supongo que ya has varias mujeres desnudas. Eso ya da igual. No, no es mi día Juan Pablo, pero es porque hoy te vas. Hoy te digo adiós otra vez y no sé hasta cuando. Ahora, en serio, necesito orinar-dijo bajando su ropa interior y sentándose en el baño, su falda la cubría por encima para que él no viera más de lo que debía.

-¿Está orinando frente a mí mientras se me declara? Esto no puede ser más extraño

-Yo te dije que quería orinar.-se secó, se levantó y acercó al lavamanos para limpiar los gérmenes que podrían haber en sus palmas. Juan se acercó a ella y la abrazó por la espalda.

-Sólo disfrutemos esta noche, ya veremos que haremos mañana, cariño- susurró en su oído dejando que el sonido rebotara en su cuello.

-Juan...estamos en un baño, no es romántico por más que lo quieras ver así-dijo mientras se miraba al espejo acomodándose su melena

-Si, salgamos que alguien debe estar esperando afuera pensando que nos estamos despidiendo de una manera poco ortodoxa

-¿Me invitas a bailar? -dijo tomando su mano y sacándolo del baño para dirigirse al patio otra vez

-Un gusto sacarla a bailar. Belén, ¿quiere bailar conmigo?

-¿Y ustedes? ¿Dónde estaban? -dijo Simón mientras les entregaba un vaso de bebida a cada uno

-Estábamos conversando, nada importante-dijo Villamil

-Si, seguro. Mañana les creo-dijo el amigo de lentes

-Estábamos conversando, Simón Vargas. Ahora, vete que quiero bailar con mi chico en paz-dijo Belén mientras Villa la tomaba por las caderas para bailar

-Uy, que agradable-dijo Simón y se fue a conversar con la multitud

-¿Cuál es la manía con Monshito y el resto? -preguntó Villa al ritmo de "Otra vez" de JBalvin con Zion&Lennox

-Tengo derecho a que no me caigan bien ¿no? Yo soy tu novia, no de ellos

-¿Es mi novia?

-Si, te lo estoy proponiendo en este minuto. ¿Quieres ser mi novio?

-¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy si y ayer no? Ni la música nos acompaña

-Porque no quiero que te vayas pensando que no te quiero y que te vas soltero así como nada, idiota-no sé si fue la verdadera Bel la que dijo todo eso, no sé si fue efecto de la musica o el olor entre asados, cigarros y algunas cosas más me hacían decirle todo eso que le había dicho a ese ser humano sudado que se movía de manera chistosa y me demostraba que para bailar tenía dos pies izquierdos.

-Yo feliz de ser su novio-me llevantó como muchas veces lo había hecho, pero esta vez me tenía afirmada de mis piernas. Me besó y el tiempo se detuvo de manera más que espontánea. Solo escuchaba la música de fondo y de un segundo a otro solo sentí aplausos por todos lados

-Juan, basta. Bájame, todos nos están mirando y creo que tu mano no está llendo por un camino adecuado

-Si, lo siento ¿vámonos a casa? Pero mañana debo estar a las siete acá

-Bueno, nos vamos. Nos vemos todos-Belén dió un adiós general y salieron de ese lugar en el que la fiesta no tenía planeado terminar

-Me niego a pensar que ya se va por quizá cuanto tiempo. Esta vez era más real que nunca mi tristeza y mis ganas de asesinar a su mánager, pero no...era su maldito sueño y no podía hacer nada al respecto. México era de esos países donde más fama tenían y por más que mi cuerpo deseara estar abrazada a él para toda la eternidad, debía dejarlo ir, como él ya lo había hecho un par de veces.
Entramos al departamento y vimos a Marie sentada con su novia en el sofá, solo reaccionamos a subir a mi habitación, me deshice de mis tacones y fui a desmaquillarme mientras él buscaba algo que hiciera ruido en esa vacía habitación.

-No te vayas...-se abrazó a él y sus lágrimas no tardaron en rodar por su rostro

Rió de manera tranquila-Belén, voy a volver, no esté así. Sabe que puede ir a visitarme

-Claro, como a mí me sobra el tiempo...

-Nadie dijo eso, solo que...le dan vacaciones seguido, entonces podría viajar alguna vez, ¿no?

-No sé. No sé si quiero esperarte, me desespero demasiado en el intento la verdad. No sé si yo valgo la pena para que me esperes, habiendo tanta mujer linda por ahí.

-Si si la vale. Porque yo no enamoré del cuerpo pequeño y el pecho plano de esta mujer, me enamoré de quien es; de esa persona pasada a formol, de esa persona que su día a día implica leer reportes y estar en un laboratorio, de esa fanática del café y los cigarrillos, de esa fanática de Matisse, de esa fue de la que me enamoré....
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NOTA: La verdad si, mentimos para sorprender con dos capítulos seguidos. Fue mi plan malévolo, lo siento 🤗. Nada que decir, ya va siendo el último cuarto del fic y me sorprende que le guste a tanta gente. (Y no me maten por decir que no subiriamos caps hasta el 15, fue todo parte de mi maldad)- Pil♡

La melodía más difícil de tocar. Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora